
PINAR DEL RÍO.— Surgieron con el apoyo del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), tras el paso seguido de varios huracanes por el occidente cubano, y desde entonces se asegura que han marcado un antes y un después en el enfrentamiento a los desastres.
Por ello, a diez años de su creación, los Centros de Gestión para la Reducción del Riesgo (CGRR), constituyen una herramienta cada vez más importante en la toma de decisiones que contribuyen a salvar vidas y a proteger los bienes de la economía.
Jorge Luis Ayala, jefe del órgano de la Defensa Civil del municipio pinareño de Guane, explica que en su territorio, por ejemplo, ha sido de una ayuda enorme para prever las inundaciones.
El desbordamiento varias veces al año del río Cuyaguateje, el mayor de Vueltabajo, significa una preocupación casi permanente para los habitantes de esta porción del extremo occidental de Cuba.
Cuentan que no fueron pocas las ocasiones en que decenas de familias se iban a la cama sin una sola señal de peligro, y despertaban con el agua metida dentro de la casa.
Entonces, un punto de aforo en el río, cerca de la comunidad de La Güira, a 25 kilómetros de la cabecera municipal de Guane, era la clave para alertar que vendría una crecida.
Pero la información no siempre llegaba a tiempo.“En esa carretera solo había un teléfono, pero cuando caían cuatro gotas de lluvia se incomunicaba, por eso no se contaba como una vía de comunicación”, recuerda Ayala.
“Por tanto, de la Güira había que enviar una persona a caballo hasta Punta de la Sierra, donde otro enlace lo llevaba hasta Los Portales y de allí, siempre en medios alternativos, se enviaba a Guane, cuando muchas veces ya era tarde”.
De esa manera les tocó enfrentar incontables tormentas, y huracanes tristemente célebres como Isidore, Lili e Iván, por citar solo a los más recientes.
Sin embargo, desde hace una década, esa realidad comenzó a cambiar con la creación de los CGRR.
El teniente coronel Noel Lozano, jefe del Órgano de la Defensa Civil en Pinar del Río, explica que solo en esta provincia hoy existen un total de 11.
“Todos tienen el objetivo de recopilar la información que aportan los organismos y entidades en materia de reducción de desastres, y facilitársela a los gobiernos territoriales y a las autoridades de los consejos y zonas de defensa, para la toma de decisiones oportunas”.
Para lograrlo, señala, cada centro está equipado con computadoras, grupos electrógenos de emergencia, módulos de capas, botas, cascos, equipos de radio de onda corta fijos y móviles, que garantizan la comunicación aun cuando se dañen las redes telefónicas.
Además, se encuentran enlazados con varios puntos de alerta temprana (en la provincia hay 52), ubicados en zonas estratégicas de cada municipio, como el del aforo del Cuyaguateje.
“Cuando se hace una retrospectiva y se trae a los fundadores de la Defensa Civil, y ven las condiciones en que trabajamos ahora, se quedan impresionados, porque hasta hace diez años contábamos con una sola persona en cada territorio, que tenía que moverse de un lado a otro con un rollo de mapas debajo del brazo y una máquina de escribir, para redactar los informes”, comenta Noel.
“Para reunir la información de los distintos organismos, como Recursos Hidráulicos, Salud Pública, Vivienda, Meteorología, o el Cuerpo de Guardabosques, había que estar llamando por teléfono, pero ahora todo eso se recibe por vía digital, de modo que se pueden elaborar los boletines con mucha rapidez, y enviarlos a los decisores”.
La creación de los centros y de decenas de puntos de alerta temprana, ha permitido también incrementar las acciones de capacitación a la población.
En este sentido, Ayala recuerda que en su municipio existen comunidades, donde hubo que evacuar hasta cuatro veces a las mismas personas, porque se escapaban de los centros habilitados para su protección, y regresaban para sus casas.
“Al final, en lugar de una evacuación, teníamos que hacer prácticamente un rescate, para sacarlos en medio de la inundación”.
De modo que otra de las prioridades ha sido la realización de talleres en las comunidades vulnerables, con el propósito de cambiar esto, y lograr una mayor percepción del riesgo.
“Como resultado de ello, ante la amenaza de los últimos huracanes, la gente ha comprendido y ha cooperado”, reconoce Ayala.
“Incluso ha adquirido cultura sobre otros tipos de desastres, como los sismos, que se solían asociar solamente con la región oriental de Cuba”, coincide Dianelis del Llano, jefa del CGRR del municipio de Pinar del Río.
Ante el éxito de la experiencia, los gobiernos territoriales se han encargado de hacerla sustentable en el tiempo. Solo en Pinar del Río, durante el 2014 se invirtieron más de 32 000 pesos para su mantenimiento.
Además, otras naciones caribeñas se han interesado en ella, y en la manera de replicarla.
Acá, sin embargo, los hombres y mujeres vinculados a la Defensa Civil, se empeñan en perfeccionar cada detalle.
En Pinar del Río, por ejemplo, laboran desde hace meses en la unificación de las bases de datos de los 11 CGRR del territorio.
Yuniel Rodríguez, jefe del centro del municipio de La Palma, explica que anteriormente, en cada uno se recopilaban las informaciones de manera distinta, en dependencia de las habilidades informáticas de su personal.
Algunos lo hacían en Word, otros en Excel, otros en Access, de modo que su procesamiento se hacía lento y engorroso.
“Ante esa realidad, decidimos hacer un software en plataforma web, que contiene de manera detallada los elementos a tener en cuenta ante distintas situaciones de desastre, y se puede consultar a través de la red de los gobiernos territoriales”, comenta Yuniel.
Para el jefe del órgano de la Defensa Civil en Pinar del Río, la implementación de esta herramienta posee gran utilidad, porque agiliza el trabajo. “La gestión de riesgo se hace más fácil. Podemos valorar las situaciones rápidamente, sentados frente a una computadora y no como antes, que había primero que buscar datos dispersos”.
Aun así, sus creadores todavía no están conformes y se enfrascan en lograr que el programa, que hasta ahora solo muestra los datos de manera literal, pueda hacerlo además de forma espacial, en gráficos y en mapas, con el propósito de poner en manos de los decisores una información cada vez más completa.
A fin de cuentas, todo cuanto se haga para prever o mitigar los desastres, siempre será poco.



















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Aseri dijo:
1
18 de noviembre de 2015
10:19:24
José Ramon dijo:
2
18 de noviembre de 2015
16:46:48
Paola dijo:
3
23 de noviembre de 2015
17:07:50
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