
Ciego de Ávila.— Un domingo pudiera no ser un buen día para irse a las industrias, los campos cañeros, a ver in situ la pulseada de cara a la próxima zafra azucarera, en una provincia que, como en años anteriores, no renuncia a cumplir con el compromiso contraído nacionalmente.
Sin embargo, cientos de trabajadores laboraban en el surco y en los cuatro centrales que moverán su andamiaje en la próxima contienda, prevista para comenzar en la primera decena de diciembre próximo, con el handicap de tener en contra la intensa sequía, causante de la disminución de los volúmenes de caña en más de 200 000 toneladas, en relación con lo previsto, poderosa razón por la que hoy los azucareros apuesten a paliar esa situación con la búsqueda de las reservas existentes en el terreno de la eficiencia.
Por ello, Norelvis Gallo Saroza, director de la empresa azucarera en el territorio, comentó que el propósito en las fábricas es buscar más de 85 de recobrado, lograr un RPC (Rendimiento Potencial de la Caña), por encima del 92 %, y superar el 10.46 de rendimiento industrial de la contienda anterior. “En todo ello será determinante el ingrediente humano”, sentenció.
Ante esa realidad, los trabajadores de las distintas áreas, los cuadros fundamentales, no dejan de recibir capacitación especializada para consolidar y ampliar conocimientos, experiencia en la que se insertan los consejos de dirección, en aras no solo de una mayor profesionalidad, sino también de la eficiencia que requiere el difícil proceso de fabricar un grano de azúcar en una industria centenaria.
Las labores de limpieza, desarme, diagnóstico y conservación (norma técnica 52) dieron paso a una ferviente actividad que busca remontar las tareas de reparación y entrarle al decisivo mes de noviembre en posición ventajosa, por encima del 90 % en los centrales que más temprano arrancarán. El ingeniero Adán Galván Cancino, director de la unidad empresarial de base Enrique Varona, la más retrasada en las reparaciones, afirma que el central estará listo a inicios de diciembre, a partir de que será el último en el territorio en entrar en operaciones. “Los principales esfuerzos están dirigidos a la correcta reparación, con énfasis en los puntos débiles donde hubo dificultades durante la pasada campaña azucarera”.
Rubel Espinosa González, jefe de taller en el propio ingenio, no perdía tiempo y, como el más avezado de los orfebres, hacía las ranuras a las tuercas para una de las bombas de alimentación de las calderas. Pese a ello, en el Varona se necesita pisar el acelerador antes del primer pitazo.
EN LA BÚSQUEDA DE LA EXCELENCIA
La propuesta de presentar al casi centenario central Primero de Enero como candidato al Premio Nacional a la Excelencia Técnica Álvaro Reynoso 2015, se suma a los últimos lauros obtenidos por ese colectivo fabril que prestigia a los azucareros avileños.
Pocos pensaron que el ingenio lograría hacerse sentir en el escenario azucarero nacional, más si se recuerda que en la búsqueda del renacer productivo, en la temporada 2012–2013, se incorporaron con 34 días de atraso por la entrada tardía de recursos para las reparaciones y las seis grandes inversiones que enfrentaban. Ese solo hecho hacía presagiar un nada halagüeño comienzo.
Pese a ello, al término de aquella zafra lograron fabricar unas 24 259 toneladas métricas de azúcar física, para el 86,3 % de cumplimiento; molieron por encima de la norma potencial, con alto porcentaje de tiro directo al basculador, llevaron el rendimiento industrial a 8,96, superior al plan previsto, y satisficieron todos los parámetros de calidad del crudo.
En la temporada 2013-2014, luego de unas buenas reparaciones y la maduración de las inversiones, sobre todo las relacionadas con el logro de la estabilidad del balance energético, el rendimiento fabril ascendió a 10,71 y casi duplicaron la producción de crudo, muestra de que se propusieron avanzar y lo lograron.
Ernesto Blanco López, director de la UEB, refirió a Granma que pretenden hacer de la próxima la mejor zafra de la historia, a partir de la calidad que van logrando en las reparaciones y de la capacitación de todo el personal que intervendrá en la venidera contienda.
Y como la zafra azucarera no solo la matiza el ajetreo en el interior de los centrales, solo en la jornada del pasado domingo los agricultores plantaron más de 40 hectáreas, que eleva el total de la provincia a más de 14 800, cifra sin precedente para el décimo mes del año.
El pasado domingo no fue un día único. De forma voluntaria y sobre la base de un análisis previo de conciencia individual, cientos de trabajadores, en jornadas continuas de fin de semana, incluidos los meses de vacaciones, responden al reto que significa el hermanamiento entre la industria y el campo para agilizar el impostergable crecimiento azucarero en Ciego de Ávila.



















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Yuleisy dijo:
1
10 de noviembre de 2015
09:04:14
Nébuc dijo:
2
10 de noviembre de 2015
12:21:05
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