ÓRGANO OFICIAL DEL COMITÉ CENTRAL DEL PARTIDO COMUNISTA DE CUBA
Escogida de Tabaco en San Juan y Martínez a altas horas de la noche. Foto: del autor

PINAR DEL RÍO.— Son las 9:30 de la noche de un martes cualquiera en San Juan y Martínez, y Bernardina Torres continúa sentada en su banco de la escogida V-12-19, seleccionando tabaco.

“Hay que venir hasta esta hora, porque hay que echar pá adelante”, me dice, y aunque ya son más de 11 horas de labor, confiesa que dentro del colectivo siempre hay alguien que hace un cuento para que los otros se rían, y al final apenas se siente el cansancio.

Como ella, cientos de operarias de todo Vueltabajo han accedido a trabajar extra, para reducir al mínimo las toneladas de la hoja que quedarán sin pasar por el proceso de beneficio al cierre del año.

Acompañados por familiares y vecinos, y con la ayuda del personal de otras empresas e instituciones, los trabajadores del sector tabacalero han respondido al llamado de las autoridades de la provincia para borrar los atrasos, multiplicando el esfuerzo diario.

Motivado por la falta de humedad originada en la sequía, que demoró más de un mes la extracción del tabaco de las casas de curación, y con ello el inicio del proceso de beneficio (clasificación hoja por hoja, según el tamaño, color y textura de la producción de la última campaña) el panorama más complejo ha estado en territorios como Guane, San Luis, y San Juan y Mar­tínez.

Solo en este último, en el pasado mes de septiembre se calculaba que unas 1 200 toneladas podrían quedar pendientes para el 2016, con las correspondientes afectaciones económicas que ello implica.

Sin embargo, gracias a la estrategia de trabajar extra e incorporar fuerzas externas, hoy se estima que la cifra definitiva pudiera reducirse a la tercera parte.

Víctor Julio Cabrera, especialista del Grupo Provincial de Tabaco, explica que la producción de una campaña que no se logra beneficiar dentro del año, se queda pendiente hasta abril o mayo del siguiente, cuando se inicia el nuevo ciclo de escogida.

Ello está dado —argumenta Cabrera—, por­que la mayoría de los operarios de esas instalaciones son los mismos que deben asumir distintas tareas durante la cosecha, principalmente el ensarte de las hojas. De modo que el grueso de las escogidas permanecen cerradas o trabajando a muy baja capacidad en esos meses.

“En ese tiempo, el tabaco que quedó pendiente de beneficio, permanece en depósitos, donde merma su calidad y obliga a las empresas a incurrir en gastos adicionales de fumigación, custodia, e incluso se expone al delito”, advierte el especialista.

A pesar de ello, los efectos de un primer semestre del año extremadamente seco, combinado con otros factores, han conspirado contra tales propósitos.

Oslirio López, jefe de producción del área de Acopio y Be­neficio de Tabaco, en la empresa Hermanos Saíz, de San Juan y Martínez, explica que en ese territorio, en la última campaña se cosecharon unas 200 toneladas por encima de lo previsto.

“Ello demandaba beneficiar un promedio de 25 toneladas diariamente, para asimilar hasta la última hoja antes del 31 de diciembre, pero en los primeros meses solo se pudo alcanzar un ritmo de 16 toneladas”.

Ante esta situación, surgió el movimiento productivo “Mi esfuerzo decide”, impulsado por el sindicato, de conjunto con las organizaciones políticas y de masas de la provincia, una iniciativa que busca dar un impulso a la actividad.

Desde su implementación en el mes de septiembre, el impacto es significativo.

“Las 26 escogidas del territorio han accedido a trabajar en las noches de los martes y jueves, y también los sábados no laborables”, asegura Oslirio.

Junto al colectivo habitual, parte de la familia, incluidos los niños, y personas del barrio, colaboran en las actividades de menos especialización.

Tal es el caso de Wilber Oliva, un campesino de la CPA 10 de Octubre, que además de participar en la fase agrícola, contribuye a “planchar” tabaco (alisar las hojas para facilitar el trabajo de las operarias) en la escogida V-12-19.

“Ya casi tengo una plaza fija aquí”, dice, y argumenta que como muchos otros en la comunidad, realiza este aporte de ma­nera voluntaria, para contribuir con una tarea de gran importancia para la economía.

“También nos ayudan todas las empresas del sistema de la agricultura y de otros sectores, y organizaciones como el Par­tido, la CTC, los CDR, la FMC, la ANAP”, afirma Oslirio, y añade que con el objetivo de acelerar el trabajo, se han aplicado otras medidas, como la apertura de 13 miniescogidas, para acercar la preindustria a los barrios, las cuales agrupan a más de 200 personas.

Entre las jornadas extras y el aporte de fuerzas externas, han permitido aumentar el ritmo diario de beneficio de 16 toneladas a unas 22. Con esto, el estimado de la producción que pudiera quedar sin el proceso en lo que resta de año se ha reducido, de 1200 toneladas a alrededor de 400.

Según los entendidos, se trata de una cifra razonable, que se podrá cubrir sin grandes dificultades con las operarias que permanezcan en las escogidas a partir de enero, pero para alcanzarla es preciso mantener el paso durante los próximos dos meses, en un momento en el que las vegas también demandan el concurso de muchos brazos.

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Arturo dijo:

1

10 de noviembre de 2015

10:43:36


Me pregunto, si esto llegará a la población y de esta forma eliminará la ausencia del tabaco en los mercado autorizados y no los revendedores de tabaco para aquellos que le gusta fumarse uno aunque sea de vez en cuando. Esto es un planteamiento que ha salido en otras ocasiones en los medios de difusián y todavia seguimos igual.