SANCTI SPÍRITUS.—Afortunadamente, las noticias de un hospital casi nunca llegan a serlo y solo un caso rarísimo le extirpa la naturalidad con que un médico te dice, “salvamos los 19 bebés que nacieron con menos de 1 500 gramos”. La humildad que se incuba en una sala de Neonatología puede llegar a ser tan exagerada que si no te propones una radiografía seria del fenómeno terminas creyendo que esas criaturitas diminutas van un día a la escuela porque estaban predestinadas al hecho.
Pues sí: en el Hospital General Universitario Camilo Cienfuegos, de Sancti Spíritus, pecan de modestos, del mismo modo que “pecan” de exquisitos y te estampan su mortalidad infantil de 1,4 por cada 1 000 nacidos vivos; y la confirmación de que por cuarto año consecutivo esta provincia logra mantenerse por debajo de 3,5.
La doctora Migdiala Soria, jefa del Servicio de Neonatología en la instalación médica habla de experiencia, maestrías, diplomados, evaluación interdisciplinaria, sentido de pertenencia…, y un largo etcétera que justifica la referencia nacional, amén de las incubadoras de doble pared y demás garantías tecnológicas. La evidencia más clara está en una sala donde el calor de las madres evita las apneas y los riesgos del ruido e iluminación de las incubadoras, mientras estimulan el desarrollo de sus prematuros que ganan en peso “piel a piel”.
Sin embargo, el título de Miguel González Bellón está todo el tiempo recordándonos que los excelentes indicadores obedecen, también, a la atención perinatal. Él es especialista en segundo grado de Ginecología y Obstetricia y Máster en Atención Integral a la Mujer; no hay manera de obviar los resultados del Camilo Cienfuegos, por más cotidianos que intenten presentárnoslo.
LA DÉCADA PRODIGIOSA
En la institución ya se han invertido 22 millones de pesos. En la práctica se ha renovado un hospital sin detener los 41 servicios que ofrece y su director general, el doctor Manuel Rivero Abella, sabe que se ha resentido, la higiene y la tranquilidad, por la construcción, pero ha sido necesario.
De ello puede dar fe Álvaro Montesino Pérez, quien hoy permanece aislado y puede combatir los riesgos de la inmunodepresión, gracias a la reestructuración de la sala de Oncología, un lugar donde los familiares hablan maravillas (textualmente dijeron “maravillosa atención”) y los detalles que sugieren mejorar son insignificantes, situados en el mismo escenario de la radioterapia y quimioterapia.
Incluso, Yenisey de la Nuez González, reposada en una de las 12 camas de terapia intensiva, debido a una cesárea derivada en sepsis, cree que las atenciones son esmeradas y alberga más optimismo que críticas. Ella ha ido en tres ocasiones a uno de los 19 salones que funcionan (de un total de 25), y si bien casos como el suyo se priorizan, Leonel Albiza Sotomayor, subdirector de asistencia médica, indica que la lista de espera para intervenciones quirúrgicas no es extensa.
Las mayores insatisfacciones, no obstante, se concentran en las consultas externas, pues según Manuel Rivero, los pacientes tienden a preferir el hospital provincial por encima de policlínicos cercanos y desean ser atendidos con urgencia aunque su dolencia no represente un peligro para la vida.
La inversión millonaria ya sobrepasa el decenio y se prevé concluir para el 2017. “Solo en el 2009 y el 2010 no se pudo avanzar al ritmo previsto por reducciones en la inversión; en el resto de los años hemos ejecutado todo el presupuesto”, explica Gonzalo Crespo Rodríguez, director de inversiones en la Dirección Provincial de Salud, consciente de que mayores acometidas afectarían sobremanera las prestaciones del Camilo Cienfuegos. “Tiene que ser a este paso, para el próximo año pretendemos intervenir en las consultas externas, en el sistema residual y en las redes sanitarias e hidráulicas de los exteriores”.
Los saldos de la inversión han permitido ya un cambio de imagen que borra la fachada de deterioro que lucía, incrementa capacidades y mejora, indudablemente, la calidad de los servicios. Pero tampoco sería justo atribuirle mayores méritos a una obra que por sí sola no determina logros, acaso incide.
Más allá de la radiografía hospitalaria que, lógicamente muestra “sombras”, inherentes a toda obra perfectible, la salvación de la antigua villa del Espíritu Santo se ilustra también desde otra perspectiva. “El presupuesto en la provincia para las tres partidas (inversión, reparación y mantenimiento) sobrepasa los 14 millones de pesos”, destaca el director provincial de Salud Pública, Juan Luis Marcelo Pentón; de ahí que importantes beneficios se reporten en otras áreas del territorio y hayan sido los Hogares de Anciano y Casas de Abuelo un acápite inevitable en la tercera provincia más envejecida del país.
Se repararon 159 consultorios médicos que pudieran explicar el aumento de 194 000 consultas externas, respecto a igual etapa del año anterior y no se resienten en demasía las comunidades alejadas de las cabeceras municipales.



















COMENTAR
Rafa dijo:
1
22 de octubre de 2015
11:06:23
Geydi Claramonte Montero dijo:
2
22 de octubre de 2015
14:11:48
Responder comentario