En Dos Pasos… la vida

GUANTÁNAMO.—Nunca había montado un caballo. Y le saltaron las lágrimas la primera vez que caminó por un puente colgante que atraviesa el río Toa. Sin embargo, esas vivencias que desde septiembre último acompañan a la doctora Yuleydi Ramírez Leyva la han he­cho crecer profesionalmente.

Recién graduada en la Universidad de Cien­cias Médicas de Guántanamo, esta joven de 24 años cumple su servicio social en el consultorio Dos Pasos, perteneciente al municipio de Yateras, el cual forma parte de los 292 centros de este tipo que dan cobertura al Plan Turquino en esta provincia.

Cuenta que en una ocasión tuvo que cruzar el río crecido para atender a un niño con un mes de nacido, aquejado de una afección respiratoria. “Los padres estaban muy nerviosos y debíamos trasladarlo para que lo valorara un pediatra. Por suerte todo salió bien y el niño goza hoy de buena salud”.

Comenzar a trabajar en una comunidad co­mo esta, donde la geografía es muy compleja y se incomunica con frecuencia, resulta una ex­periencia incomparable, asegura Yuleydi, cu­ya labor humanitaria habla en mayúsculas de la responsabilidad y entrega de nuestros médicos y de la grandeza del sistema de salud cubano.

Y sin perder tiempo, esta joven doctora es­grime uno de sus argumentos más fuertes y al que tributaron los profesionales que le antecedieron: “hace aproximadamente 12 años que mantenemos en cero la mortalidad infantil y materna”.

Sin dudas, en esos resultados también ha incidido la labor encomiable de quien es hoy su mano derecha. Luego de diez años de experiencia, la licenciada en enfermería Doraimis Rojas García conoce la comunidad de Dos Pa­sos como la palma de su mano.

“El trabajo de la enfermera tiene un gran pe­so dentro de la atención primaria en las co­mu­nidades. Diariamente visitamos a los niños y las gestantes aunque se trata de una zona de difícil acceso. Y ponemos todo nuestro empeño en la promoción de salud, en elevar la cultura sanitaria en la población y en modificar hábitos de vida que atentan contra su bienestar”, sostiene.

Conocedora de sus pacientes, Doraimis ase­vera que los diagnósticos más frecuentes están asociados a la hipertensión y el asma bronquial, al tiempo que insiste en el fuerte trabajo desplegado respecto a la identificación de los riesgos preconcepcionales, lo cual le ha permitido mantener resultados tan meritorios.

“Para mí no hay horario, ni día libre. Atien­do a los pacientes a la hora que lo necesiten y donde lo necesiten. He cruzado ríos crecidos, arriesgando incluso mi vida, pero eso me enorgullece y me siento muy feliz con mi profesión”, concluye.

Plenamente satisfechos también se sienten los pobladores de Dos Pasos, cuya tranquilidad descansa en las manos de su doctora y su en­fermera. Para Ariannis Azahares, una vecina de la comunidad, “la presencia de estos profesionales es muy importante y no tengo ni una sola queja”.

La preocupación constante por cualquier problema es otra de las características de este equipo de salud. Al menos eso dice Daniuska Lafita. “Tengo dos niñas, y Aliexa, la menor, está enferma de amigdalitis. Ayer la diagnosticaron y hoy, en cuanto me vio la doctora, enseguida me preguntó si había comprado los me­dicamentos. Tenerlas aquí es como tener co­razón”.

EL CONTEXTO NOS ENGRANDECE
Yateras es uno de los cinco municipios guan­tanameros (Baracoa, Imías, Maisí y San An­tonio del Sur) cuya estructu­ra pertenece ciento por ciento al Plan Turquino. En Palenque, la ca­becera municipal, conversamos con Faus­tino Harriette González, máster en Epide­mio­logía y director municipal de Salud.

Sin perder tiempo nos explica la estructu­ra del territorio, constituido por seis Consejos Populares, 26 asentamientos y dos Áreas de Salud. Más de 300 profesionales laboran en el sector, entre ellos más de 50 médicos y 150 enfermeros, los cuales asisten, unido a otros centros, los 31 consultorios del médico de la fa­milia que posee Yateras.

Orgulloso, Faustino alude a los índices de cero mortalidad infantil en los últimos 12 me­ses y a la misma cifra de mortalidad materna sostenida desde hace cinco años.

No obstante, reconoce como las principa­les problemáticas de la zona, la incidencia del ba­jo peso al nacer, la prevalencia en un 18,3 % de la hipertensión arterial y las consecuencias derivadas de la mala calidad del agua de consumo.

En ese sentido, añade, hemos implementado estrategias en­focadas a prevenir los embarazos en la adolescencia, promover la práctica del deporte y hábitos de vida sanos y sobre to­do, fortalecer la cultura sobre el manejo del agua potable.

También subrayó la labor de los profesio­nales ubicados en los dos policlínicos con que cuenta este municipio, unido a los dos Grupos Básicos de Trabajo, integrados, entre otros es­pe­cia­listas, por clínicos, pediatras, obstetras, psiquiatras, y cuyas consultas interdisciplinarias han elevado la calidad de vida de los pobladores.

Respecto al programa inversionista que llevan adelante las instituciones de salud del territorio en este 2015, puso énfasis en la ampliación del policlínico Fausto Favier, donde se pre­vé incrementar la capacidad de salas de hospitalización, áreas de me­dios de diagnósticos y ser­vicios de estomatología, entre otros.

De igual forma, puntualizó en los mantenimientos generales programados en cinco consultorios, así como otras acciones de menor en­vergadura que también tributan al mejoramiento de las instalaciones. Mencionó, además, la posibilidad de contar con dos ambulancias de montaña, destinadas al rescate de los pacientes, y una ambulancia de servicios no urgentes.

En el macizo montañoso Sagua-Baracoa, en el corazón del municipio de Yateras,  Dos Pasos, ya Yuleydi monta a ca­­ba­­­llo y corre por el puente cuando está a punto de perder la guagua.