ÓRGANO OFICIAL DEL COMITÉ CENTRAL DEL PARTIDO COMUNISTA DE CUBA

Santa clara.—No puede es­cribirse la historia de la cardiocirugía en Cuba, sin abordar los significativos aportes del médico uruguayo Mau­ricio Ca­ssi­nelli Arana, quien participó por estos días en el Congreso In­ternacional Cardiovilla 2015, or­ga­ni­zado por el Car­diocentro Co­man­­dante Ernesto Che Guevara, en el que intervinieron reconocidos es­pe­cia­listas en el tema.

Aprovechando su presencia en el evento, Granma conversó con Casinelli para conocer pormenores de su actividad científica, el estado actual de la especialidad en La­ti­noamérica y el mundo, así como los vínculos que los unen a esta tierra.

—¿Cómo llega Mauricio Cassi­nelli a la medicina?

—Mi papá era médico y falleció relativamente joven, precisamente de un problema cardiovascular, lo cual a lo mejor influyó en que yo optara por esta rama de la medicina. Estudié en Uruguay y luego realice formación complementaria en otros países, incluyendo los Esta­dos Unidos y Europa.

—Hace más de 30 años usted visita Cuba. ¿A qué se debe tanto amor por esta tierra?

—Yo llevo a Cuba en mi corazón. Creo que es una pasión mutua que nació hace mucho tiempo cuando el profesor Noel González, uno de los padres de la Cardiología cubana, me invitó a venir para que trabajara con el equipo de trasplantes del hospital Hermanos Amei­jeiras, y contribuyera además, a formar a un grupo de especialistas del Car­diocentro de Villa Clara, centro que recién se había inaugurado. Con ellos comenzamos a compartir, tan­to aquí en Cuba como en Uruguay, conformando una relación de verdadera hermandad con su colectivo, en especial con médicos de la talla de los doctores Álvaro Lago­masino y Raúl Due­ñas, el di­rector.

—¿Treinta años después de fun­dado, cómo aprecia el crecimiento del Car­dio­centro villaclareño?

—Si de algo puedo sentirme sa­tisfecho es de haber puesto un granito de arena en la formación de este colectivo, que es de referencia nacional en varios temas vinculados a la cardiocirugía, llegando a tener, incluso, los mejores indicadores del país en varios renglones. Este constituye un centro donde lo asistencial y lo académico han crecido con el tiempo, gracias, entre otras cosas, a la inteligencia que atesoran y al apoyo de mucha gente, por eso me siento orgulloso de haber contribuido en algo a su desa­rrollo.

—Hoy en el mundo, una de las primeras causas de muerte son las enfermedades cardiovasculares. ¿Cree usted que la respuesta científica a este fenómeno ha crecido con igual rapidez que la enfermedad?

—Mira, en el mundo lo que ha aumentado son las opciones terapéuticas para abordar estas dolencias. Hoy los pacientes pueden op­tar por una cirugía, pero también existen marcapasos, angioplastias y otros procederes destinados a prolongar la vida, lo cual ha llevado a que las enfermedades neoplásicas ocupen en estos momentos el primer lugar entre las causas de fallecimiento.

—¿Cuál es su visión acerca del progreso actual de esta ciencia en Latinoamérica, Cuba y el mundo?
—En cualquier parte, la única solución para afrontar los retos de la cardiología es avanzar en el terreno científico, mas la pregunta es quiénes tienen posibilidad reales de acceder a esas tecnologías, a partir de sus altos costos. Debemos conocer esos avances, pero también hay que ad­ministrar con mu­cho juicio el dinero destinado a garantizar la salud. Está claro, que la distribución en el planeta es muy desigual, y quienes más tengan, tendrán ma­yor acceso a las novedades técnicas que vayan surgiendo. En ese sentido, Cuba es un ejemplo de cuánto puede hacerse sin muchos recursos. Para que tengas una idea, en el mundo subdesarrollado más del 90 % de los seres humanos no tienen acceso a los sistemas de salud, y a nivel global, tres de cada cuatro personas no pueden ser asistidas por esas causas.

—¿Cómo ve el futuro de la cardiología cubana?

—Aquí se ha avanzado un mundo en medio de las dificultades, porque siempre ha existido la voluntad del gobierno y de las autoridades de salud para avanzar. Po­seen un capital humano extraordinario, el cual no tiene nada que envidiarle al de las naciones más desarrolladas y eso es lo más importante.

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pedro dijo:

1

14 de octubre de 2015

12:00:17


En este avance de la cardiologia cubana mucho ha tenido que ver el prestigio alcanzado por el cardiocentro villaclareño encabezado por profesionales de la talla de los p´rofesores Alvaro Lagomacino y Raul Dueñas