Perpetua lucha contra el terrorismo

A 39 años de que el horror marcara otra vez a Cuba, la mañana amanece resplandeciente e invita a la peregrinación, como si de esa for­ma también rindiera tributo a nuestros muertos sa­gra­dos.
Es 6 de octubre y el cementerio de Colón se llena de familiares de las víctimas, de los que sufrieron esos días y de los que les ha llegado el dolor por herencia.

Tampoco faltan atletas, trabajadores de la aviación, pueblo que recuerda el crimen de Barbados y a todos aquellos que han sido víctimas del terrorismo.

Este es uno de esos días en los que incesantemente se exige justicia.

“Una bomba terrorista, una bomba asesina, como todas las bombas, hizo que aquel avión se convirtiera en símbolo; en símbolo del crimen y el asedio, pero también ese avión puso en el cielo la virilidad de un pueblo en medio del llanto y la ira, en medio del dolor ante la afrenta”, así leía Nilo Jorge Prats Reyes, nieto de Silvia Marta Pereira, quien trabajaba como sobrecargo internacional del vuelo de Cubana que los terroristas hicieron explotar en pleno vuelo.

El joven de 17 años leyó el mensaje de los Cinco a los familiares de las víctimas, quienes recordaron que para que hechos como este pudieran evitarse, “muchos cubanos y cubanas dejaron atrás sus casas y en silencio, dentro de la guarida enemiga, tejieron con sus manos las defensas de la Patria”.

Thalía Gattorno Espinosa tiene 12 años. No conoció a su abuelo porque era el copiloto del vuelo DC-8 de Cubana de Aviación.

“El autor intelectual de este abominable crimen vive plácidamente en Miami y comparece ante los medios de prensa de esa ciudad sin ningún arrepentimiento por los hechos terroristas cometidos y mostrando su apoyo incondicional a nuevas acciones contra el pue­blo de Cuba”, así dice en su intervención la nieta de Miguel Espinosa.

Reafirma que están allí reunidos, ante el panteón de las Fuerzas Armadas Revolu­cio­narias, tres generaciones de cubanos víctimas del terrorismo, para rendir tributo a sus seres queridos, para exigir que se ponga fin a la impunidad que durante 39 años han padecido.

Enfatizó en que el 29 de mayo del presente año se dio a conocer la exclusión de Cuba de la Lista de estados patrocinadores del terrorismo, una lista en la que nunca debió ser incluida.

Thalía expresó que “la única lista que reconocemos como válida está integrada por el nombre de los 3 478 cubanos que fallecieron y de los 2 099 que sufrieron heridas e incapacidades por los actos terroristas perpetrados contra ciudadanos cubanos, con el apoyo explícito de anteriores administraciones norteamericanas”.

Suena el toque de atención. El silencio puede cortarse como aquel día terrible en que Fidel y el pueblo hicieran temblar la injusticia en una plaza. No faltaron sus flores, las de Raúl, las del Inder, la aviación y la industria alimentaria, de los combatientes y del pueblo de Cuba.

Acompañaron a los familiares Omar Ruiz, miembro del Secretariado del Comité Central del Partido, el general de división José A. Carrillo y la general de brigada Delsa Esther (Teté) Puebla, presidente y vicepresidenta nacional de la Asociación de Combatientes de la Revolu­ción Cubana, respectivamente.