
La sequía es un fenómeno climatológico de consecuencias negativas para la sociedad. Uno de los reflejos de sus estragos en La Habana se observa en la Cuenca de Vento, al presentar desde hace varios meses un estado desfavorable en sus volúmenes, incidiendo en una reducción del suministro directo de agua a los municipios de La Habana Vieja, Centro Habana y parte de las zonas de Plaza de la Revolución, Diez de Octubre y Cerro.
En estos momentos la taza chica de Vento se halla seca, sin aportar agua al sistema central. De sus 25 manantiales subterráneos (pozos encamisados) no brota el preciado líquido. La presente situación es típica de los meses de marzo y abril durante la temporada seca que abarca desde el 1ro. de noviembre al 30 de abril, y no en el mes de septiembre, uno de los que más precipitaciones reporta en el periodo húmedo.
Según el ingeniero Antonio Castillo Pérez, subdirector de operaciones de la empresa Aguas de La Habana, desde el mes de enero del 2015 la taza chica se encuentra en semejante estado. Por su parte la taza grande de Vento presenta niveles de agua de 0.68 metros (m), muy distante de los 1.30 m que debería albergar en esta época del año.
“Con el nivel actual de ambas tazas la Cuenca de Vento tributa 420 litros por segundos (l/s) al sistema central. Si estuviese dentro de la media histórica le aportaría alrededor de 1 600 l/s, por lo que presentamos un déficit de 1 200 l/s. En otras palabras, solo disponemos de un 25 % del agua para entregar a los consumidores mediante la Cuenca de Vento”, aseguró Castillo Pérez.
Aunque la media registrada se halla algo alejada del récord mínimo de la Cuenca, que es de 0.51 m en el periodo seco del año 2011, de mantenerse los pronósticos y no cambiar favorablemente las condiciones climatológicas se espera que para fines de la etapa seca del año 2016 se marquen cotas entre los 0.40 y 0.45 m, lo que se traduce en una entrega diaria de 200 l/s.

Al repasar los cierres de periodos recientes, el subdirector de Operaciones de Aguas de La Habana informó que la última etapa húmeda cerró octubre del 2014 con 1.11 m en el Canal de Vento, cuando debió hacerlo sobre los 1.40 m, mientras abril del 2015 concluyó el periodo seco con 0.81 m. “Esos indicadores nos venían diciendo que nos enfrentaríamos a situaciones difíciles en el tema de las precipitaciones”, reseñó.
Otra de las situaciones alarmantes que Granma pudo apreciar durante su recorrido por la mencionada Cuenca, ocurre en el río Cristal, donde existen algunos tramos que apenas tienen agua a ras de suelo. “De persistir esa situación en el mes de marzo, en pleno periodo seco, podremos atravesar el río sin mojarnos los pies”, enfatizó el directivo.
Se calcula que el próximo periodo seco será el peor de los últimos 30-40 años, por lo que se trata de una situación compleja que puede enfrentar la capital en un corto plazo. De ahí la necesidad de que los organismos gubernamentales, las instituciones estatales y la población en general, confeccionen estrategias colectivas y personales para mitigar sus estragos.



















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michelng dijo:
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1 de octubre de 2015
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1 de octubre de 2015
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Orestes Valdés dijo:
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