
CÁRDENAS, Matanzas—Pese al decrecimiento productivo de los últimos años y la disminución de las plantaciones, los henequeneros matanceros parecen dispuestos a echar pie en tierra por la recuperación progresiva de ese cultivo de mucho arraigo en esta región del país.
En el 2014 la producción de henequén, vital para la fabricación de sogas y cordeles, apenas alcanzó las 60 toneladas. En el actual año deben sobrepasar el centenar, y aunque con ese volumen satisfacen el plan previsto, se trata de un resultado todavía bien lejos de las posibilidades mostradas por la empresa Eladio Hernández en sus tiempos de esplendor.
Según expertos, esos bajos niveles responden básicamente al desfase en la reanimación de los sembrados, los cuales requieren de ciclos de cinco años de maduración a fin de estar aptos para el corte.
La mejor señal en el propósito de detener el deterioro y rescatar dicho cultivo, sostuvo Jorge Luis Martínez, director de la entidad, es la validación de un programa de desarrollo que comprende la plantación de 100 hectáreas anuales con el fin de renovar los plantíos y extender las áreas año tras año.
Se trabaja además por reavivar los dos viveros de unas tres hectáreas en total, con lo cual garantizarían las posturas necesarias para las nuevas plantaciones.
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