SANTIAGO DE CUBA.—Reconocida tradicionalmente por sus valores arquitectónicos y patrimoniales, la Avenida Manduley podrá considerarse también como arteria cultural, una vez concluidas las instalaciones que le ha sumado la celebración del aniversario 62 de la gesta del Moncada y los 500 años de la villa santiaguera.
Tania Fernández Chaveco, directora provincial de Cultura, señaló a Granma que mediante la transformación de inmuebles dedicados hasta ahora a oficinas o en desuso, en escasas cuadras de esa atrayente calzada de la barriada de Vista Alegre, se ha logrado articular una interesante propuesta de la cultura general integral.
La Casa de la Cerámica es lo primero que asoma al caminante en una vivienda antaño en precarias condiciones que fuera golpeada duramente por el huracán Sandy, lo cual requirió la construcción total del frente y diversas soluciones en paredes, cubierta, piso y la carpintería metálica y de cristal que hoy la distingue.
Según la integrante del Consejo Provincial de las Artes Plásticas, Xiomara Gutiérrez Valera, el local dedicado al desarrollo de la cerámica artística dispondrá de una galería expositora para la exhibición de obras de artistas nacionales y extranjeros, y el taller con sus áreas de modelado, torneado, de esmalte y quemado de las piezas.
Por la misma acera, al final de la cuadra, luego de diez años cerrado concluyó la rehabilitación general del Centro Cultural Africano Fernando Ortiz, prestigiosa institución que mediante conferencias nacionales e internacionales, cursos, talleres y otros eventos, acumula decenas de años investigando y promoviendo la temática.
Zoe Cremé Ramos, subdirectora de la instalación, explicó que junto al área expositora de piezas de arte de más de 20 países africanos, cuentan con sala de conferencias, aulas especializadas, biblioteca, y un amplio patio con escenario para actividades relacionadas con la música, la rumba, las artes plásticas, muestras audiovisuales y la crítica literaria.
En la acera del frente resalta la residencia con más de cien años, que perteneciera al célebre arquitecto santiaguero Carlos Segrera, donde en los próximos días será materializada la feliz idea de dotar a esta ciudad (musical por excelencia y cuna de grandes cultores de diversos géneros), de un Museo de la Música.
Suitberto Fruto, director provincial de Patrimonio, precisó que además de la sala de conciertos Dulce María Serret, se encuentran las salas dedicadas a la trova y el son Miguel Matamoros, a la música popular bailable Electo Rosell (Chepín), a la música de concierto Laureano Fuentes y Harold Gramatges, así como la sala de música coral lecto Silva.
Previsto a nutrirse de objetos donados por familiares de célebres figuras de la música, el museo exhibirá en sus inicios préstamos del Museo Nacional de la Música, de La Habana, y del Museo Emilio Bacardí y los fondos raros de la Biblioteca Elvira Cape, de Santiago de Cuba.
Entre otros, ya se dispone de un exclusivo piano de cola restaurado en el Museo Nacional, de la flauta de cristal atesorada en el Museo Bacardí, y de partituras que pertenecieran a Esteban Salas, conservadas en la Elvira Cape.
Dos cuadras más abajo, la avenida acoge a la galería René Valdés Cedeño, de la Fundación Caguayo, que dirige el reconocido escultor Alberto Lezcay, y la galería de los Aguilera, destacada familia santiaguera de las artes plásticas.
A escasos metros, mediante una variada programación interactúan con las citadas instalaciones la Casa del Joven Creador, sede la Asociación Hermanos Saíz, y el centro de recreación Ciroa, todo lo cual abre un significativo espacio de sugerentes propuestas en un nuevo ámbito de esta ciudad cultural.



















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el socialismo real dijo:
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17 de julio de 2015
11:00:24
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