Un grupo de asaltantes a los cuarteles Moncada y Carlos Manuel de Céspedes y de expedicionarios del Granma recibieron el homenaje y agradecimiento infinito de la dirección de la CTC, los sindicatos nacionales y la ANIR, por sus gloriosas acciones de combate en 1953 y 1956, que encendieron el motor grande de la Revolución.
Ulises Guilarte de Nacimiento, miembro del Comité Central, del Consejo de Estado y secretario general de la organización obrera, encabezó a los dirigentes del movimiento sindical que participaron en el encuentro, efectuado la mañana de este martes en el Palacio de los Trabajadores, sede de la central, y les contó de la presentación un rato antes del libro Raúl Castro, un hombre en Revolución, en sesión especial del Parlamento.
Como cada año Guilarte actualizó a los combatientes de las tareas que enfrentan las organizaciones sindicales para llevar a vías de hecho los acuerdos del XX Congreso de la CTC, en particular los vinculados a las decisivas batallas económica e ideológica en la base, y a la afiliación, sobre todo del más de medio millón de trabajadores asociados a nuevas formas de gestión.
En la actividad, a la que asistió Pedro Ross Leal, exsecretario general de la CTC, varios de los asaltantes, entre ellos Agustín Díaz Cartaya, autor de La Marcha del 26 de Julio, intercambiaron opiniones acerca de los grandes retos del movimiento sindical.
El homenaje concluyó en la Internacional Cubana del Tabaco, única fábrica de tabaco mecanizado del país, cuyo destacado colectivo de 402 trabajadores (70 % de ellos mujeres), compartieron con ellos una jornada singular, pues recibieron por novena ocasión de manos de Nidia García Berenguer, secretaria general del Sindicato de Trabajadores Tabacaleros, la categoría de Vanguardia Nacional.
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