
La Comisión Agroalimentaria dedicó la agenda de este domingo a la agroindustria azucarera, específicamente al análisis de los resultados de la zafra que recién culminó, las proyecciones para la molienda venidera, la marcha del proceso inversionista, así como los cobros y pagos pendientes, y la situación de las fuentes contaminantes al medio ambiente.
Aun cuando la contienda 2014-2015 “mostró resultados superiores con un 18 % de crecimiento respecto a la campaña de molida anterior” –según subrayó a la Comisión el diputado Orlando Celso García Ramírez, presidente del Grupo Empresarial Azcuba-, ese salto no satisfizo la altura fijada en la varilla de crecimiento, al dejar de producir unas 70 000 toneladas, equivalentes a cerca del 4 % del plan.
El miembro del Consejo de Estado y presidente de la Asociación Nacional de Agricultores Pequeños, Rafael Santiesteban Pozo, y el presidente de la Comisión aludida –Bernardo Díaz Bello- también ofrecieron indistintamente sus apreciaciones sobre lo que se ha ido haciendo y lo perentorio de solventar viejas trabas que deben ser sacudidas. “Hay un reto esencial que es el rendimiento cañero, indicador que no se corresponde con los niveles esperados”, remarcó Santiesteban y convocó a saldar esa asignatura pendiente.
Los obstáculos que frenaron en general las metas convenidas en dicho lapso (2014-2015) resultaron los ejes de las discusiones por los diputados. En ese sentido, la diputada Adriana Gisbert, de Las Tunas, hizo énfasis en los casos donde no se logró el completamiento del parque de camiones, cuestión que –unida a la llegada tardía de piezas de repuesto para poder efectuar a tiempo las reparaciones- comprometió la puntualidad en los calendarios establecidos con vistas a la contienda.
A propósito, Reyna Salermo -de Holguín- ilustró con ejemplos concretos cómo “el transporte nuevamente le pasó la cuenta a la zafra. Y esto se aplica no solo al traslado de caña, sino también de azúcar y mieles, por ejemplo en “Urbano Noris, que terminó con 45 000 toneladas de azúcar en almacenes”, lo que afecta también el bolsillo de los trabajadores, condicionado por algo que no depende ni de su voluntad, ni de su competencia de gestión.
Se insistió en determinadas insatisfacciones en cuanto al sistema de pago de la caña por su calidad, algo que no se logra en la medida necesaria.
Acerca del tema de los ingresos, trascendió la preocupación de Leonardo Acuña, del camagüeyano municipio Vertientes, dirigida al poco ingreso, al interior del sector, de los trabajadores que se dedican a reparaciones de maquinarias, quienes tributan al aseguramiento de la zafra. Igualmente sugirió que se evaluara lo oportuno de conceder mayor prioridad dentro del programa de reparaciones a los equipos que realizan las labores de atención cultural a la caña e instó a que se estudien alternativas más asequibles en la prestación de servicios por diferentes entidades, pues hoy los precios de esas prestaciones son muy elevados.
“Manejar un central no es como manejar un carro. Cuando un central se para, se detiene el sistema completo”, reflexionó Abilio Piedra, diputado por Mayabeque. Por la complejidad de ese proceso es decisivo resolver los dilemas del aprovechamiento, eficiencia, rendimiento y disponibilidad de la caña necesaria. Y en ese camino, intencionar “la capacitación de los futuros trabajadores de la industria es vital”.
Por otra parte, el diputado santiaguero Felipe Martínez inquirió por la proyección para la entrega de recursos y abogó porque se tuviera en cuenta, a la hora de reajustar planes en que se disminuyen aseguramientos, no comprometer aquellos que son indispensables para el funcionamiento de la vida diaria de las entidades. Resaltó de la misma manera, la importancia del seguimiento y la calidad en la atención al hombre y la mujer.

Para que no se repitan esos traspiés de la molienda 2014-2015, donde solo cumplieron sus adeudos 30 de los 50 ingenios que hicieron zafra y siete de las 13 empresas azucareras con que cuenta el Grupo, el presidente de Azcuba informó a la Comisión qué se proyecta para la edición que se avecina. Dos centrales se incorporarán a sus actividades, el Quintín Banderas (Villa Clara) y Elpidio Gómez (Cienfuegos) y en total, serán 52 los ingenios a participar.
Según se anunció, se debe crecer entre el 8 y el 10 % en la producción cañera, al tiempo que se espera concretar un rendimiento industrial de alrededor del 10 %. Ese último porcentaje es el proyectado también para el crecimiento en la obtención de azúcar física, cuyo plan supera los dos millones de toneladas.
En esta segunda jornada de trabajo en comisiones, se dio a conocer además que el programa inversionista está asociado de modo directo con el aumento productivo de azúcares y derivados a los que aspira Azcuba.
En lo inherente a las importaciones en el periodo 2010-2013 se cumple lo planificado al 60 %, comparado con la proyección hasta el 2016, y contempla el desarrollo cañero, la cosecha, el transporte, la industria y los derivados. Las inversiones referidas a la activación de centrales significan en la etapa el 42 % de la cifra global de ejecución en la industria y derivados. En tanto, el 2014 cerró al 55 % respecto a lo concebido hasta el 2018. Y de cara al presente calendario el Ministerio de Economía y Planificación aprobó más de 100 millones de CUC.
De acuerdo con lo expresado, el grupo está inmerso en la búsqueda de financiamiento externo, trabaja también en la elaboración de una cartera de inversiones, “que permita mostrar a los financistas el destino de los financiamientos, su recuperación y forma de devolución”, se consolidan alianzas estratégicas con otras instituciones cubanas y se exploran mercados no tradicionales de equipos agrícolas e industriales para empezar a operar.
El diputado cienfueguero Pablo Armando López, en valoración puntual a Granma, apuntó la celeridad con que deben superarse las insuficiencias planteadas para revolucionar el sector. Entre esos retos mencionó el de armonizar, desde el ámbito de la agroindustria en cuestión, la protección del medio ambiente y el desarrollo integral de nuestra economía. Una de las temáticas debatidas hoy justamente en esta comisión de trabajo del Parlamento cubano, a partir de la situación de las fuentes de contaminación ambiental.
Más adelante reconoció López que, no obstante las insatisfacciones, “Azcuba se ve trabajando con un programa de desarrollo, al cual le ha venido dado cumplimiento de forma paulatina y se notan los crecimientos”.
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