
Cuba nos recibió como hijos, asegura el arquitecto Duong Viet Hong al evocar sus años de estudio en La Habana como parte de una delegación de casi 500 jóvenes vietnamitas, que llegaron en 1967 para formarse en diversas carreras universitarias en la Isla.
“Después de un largo recorrido, cruzando por China, tomar un tren por 10 días hasta Moscú, Rusia, y embarcar por Leningrado hacia la capital cubana en el barco Gruzina en una travesía que duró otros 17 días, aprendimos una frase en español: ¡Cuba Sí, Yanquis No!”, afirma el interlocutor quien realizó una visita a la nación caribeña en compañía de su esposa Nguyen Thi Thoa.
Contó que los recibieron en varias casas del reparto residencial Siboney, al Oeste de La Habana, que pertenecieron a la burguesía antes del triunfo de la Revolución y sirvieron de alojamiento para jóvenes cubanos insertados al sistema educacional después de la campaña de alfabetización.
“Fue muy difícil aprender el idioma español, porque ni siquiera existían diccionarios; para saber una palabra debíamos buscarla del vietnamita al ruso para llevarla del ruso al español, también a la inversa”, explica.
Al egresar en 1973 laboró por 22 años como profesor en la Escuela de Arquitectura de Hanoi y luego pasó al Instituto de Investigaciones que pertenece al Ministerio de la Construcción de su país.
Nguyen Thi Thoa, también se formó como Ingeniera Química en el hoy Instituto Superior Politécnico José Antonio Echevarría y recuerda el calor humano que recibieron por los cubanos: “Nos profesaron mucho amor”.
“En los siete años transcurridos en la mayor de las Antillas nunca viajamos de vacaciones a nuestro país, pero el gobierno cubano nos proporcionó todo tipo de avituallamiento para el sustento. Tuvimos que estudiar mucho para poder vencer las materias, porque nos exigieron un alto rigor académico”, puntualiza.
Lágrimas en los ojos le brotan al recordar a la Heroína de la República de Cuba Melba Hernández, quien presidió el Comité Cubano de Solidaridad con Vietnam del Sur primero, y después de Vietnam, Cambodia y Laos desde su surgimiento en 1963 y fungiera como embajadora cubana en esa nación indochina.
“Melba estuvo al tanto de nosotros todo el tiempo, veló por nuestra salud y el aprovechamiento de los estudios, se preocupó porque mantuviéramos nuestras tradiciones y en las celebraciones por el año lunar, nos ayudaba a organizar los festejos”, añade.
Su anécdota más preciada resulta el saludo intercambiado con el líder Fidel Castro, en un breve contacto en el aeropuerto internacional al recibir a una delegación de su país integrada por Nguyeb Thi Binh, Jefe de las Negociaciones para la paz en la guerra de liberación contra Estados Unidos.
“Yo toqué las manos del Comandante en Jefe de la Revolución Cubana, sentí su calor y sus energías, le pregunté muchas veces por su salud, le pedí que se cuidara mucho, aunque entre el bullicio de tantas personas, quizás no me pudo escuchar”, relata.
La hija mayor del matrimonio Duong Viet Hong- Nguyen Thi Thoa, nacida en 1977, Lan Anh, estudió la especialidad de español y literatura en la Universidad de Ciencias Pedagógicas Félix Varela de Santa Clara, ubicado en la provincia central de Villa Clara, del año 2000 al 2006. El matrimonio aseguró que su casa en Hanoi mantiene las puertas abiertas para todo el cubano que visite Vietnam.
“Preparamos comida criolla, porque nos gusta mucho el arroz congrís y el chicharrón de cerdo, servimos de traductores y enseñamos a conocer los encantos de Hanoi. Igual nos incorporamos a todas las actividades políticas celebradas en la embajada cubana, asistimos a los festejos por el aniversario del triunfo revolucionario del primero de enero de 1959 y por el 26 de Julio, Día de la Rebeldía Nacional en Cuba, e integramos las asociaciones de amistad y solidaridad con la mayor de las Antillas”.
“Guardo en mi corazón un gran sentimiento hacia los cubanos”, fue la frase conclusiva del esposo, mientras que ella relata historias de los actos políticos a que asistieron, los trabajos voluntarios, y las actividades conjuntas con los cubanos, a quienes califico como un pueblo solidario y amoroso.•



















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