
ARTEMISA.—Tras casi un año y dos meses de cesar sus operaciones productivas, la UEB Pedro Camejo Peña, más conocida como la Fábrica de Losas de Azotea, inició a principios de este año el proceso de puesta en marcha, ahora con nuevos desafíos.
La baja eficiencia y calidad de la producción terminada, más la inmovilizacón de los inventarios, llevaron a detenerla a finales de noviembre del 2013, al generar pérdidas a la Empresa de Materiales de la Construcción (EMC) de 1 103 000 pesos que, de continuar produciendo, se incrementarían.
Entonces, dedicaron el 2014 a trabajos de ajuste tecnológico y se prepararon para asumir el plan de esta contienda, el cual asciende a 880 000 bloques de cerámica roja.
Además, persiguen rescatar la producción de losas de azotea —su propósito original—, pues es la única planta del país diseñada para fabricar este tipo de elemento.
COMO PARTE DEL PROCESO PRODUCTIVO
La reapertura de la fábrica —ubicada a unos ocho kilómetros de San Cristóbal— genera un impacto directo en los pobladores de la zona, ya que de ahí provienen la mayoría de los trabajadores; el 90 % se volvió a incorporar a las labores en la UEB, con otras motivaciones.
En enero y febrero pagaron 480 pesos de salario promedio porque la fábrica estaba en proceso de puesta en marcha; y como para marzo tenían el plan de producción terminado, este subió a 725.
En ese último mes debían haber hecho 40 000 bloques y la cifra ascendió a 88 600. Según Rodolfo Betancourt, director general de la EMC, lo más significativo fue la calidad, pues la primera alcanzó el 96 % .
“El promedio histórico de calidad era del 66 %. En esta oportunidad 4,2 ha sido el por ciento de rotura, y está diseñado para un 10”, agregó Edelmo Valdespino, quien está al frente de la UEB.
Ahora, tienen la ventaja de utilizar un yacimiento propio, ubicado a apenas cinco kilómetros, en Santa Cruz, del cual extraen el 70 % de la arcilla, la cual tenían que trasladar antes de Mojahueva, en Consolación del Sur, a alrededor de 66 kilómetros. De este último lugar solo traen actualmente el otro 30 %, que cuenta con las características desgrasantes necesarias para el proceso.
“La planta está en un buen momento, hemos obtenido resultados superiores a los esperados para la etapa”, afirmó Alfredo Valdés, especialista principal y jefe de producción de la UEB, y destacó la importancia de garantizar los mantenimientos necesarios. En abril hicieron 106 200 bloques, de 105 000 previstos.
El sistema de la agricultura está adquiriendo estos bloques, y en menor cuantía lo ha hecho la Empresa Constructora Integral Artemisa, la de Mantenimiento Constructivo, el Ejército Juvenil del Trabajo, y la Empresa Provincial de Aseguramiento Logístico, del Consejo de la Administración Provincial.
Esta última maneja la posibilidad de crear varios puntos de venta en la provincia —así lograrían acercar el producto a los clientes—, y poner uno en la propia fábrica.
El bloque de cerámica tiene un precio de venta de 2.91 CUP en el mercado mayorista. “Subieron los costos, ya que debido a la paralización del año pasado, la planta tiene gastos acumulados; cuando se estabilice la producción puede ir bajando el precio”, manifestó Betancourt.
No obstante, a inicios de mayo tenían alrededor de 162 000 en el patio, aún sin salida, pues es poca la demanda con respecto a la totalidad del plan.
“De 140 000 pesos que era el plan de ventas de marzo, se hicieron 40 000”, expresó Grisel Cerutte, directora de operaciones de la EMC. En abril, de un plan igual, alcanzaron 105 112 pesos.
Entre las razones, Betancourt señaló que no hay cultura de construir con este tipo de bloques, pues todos los proyectos están concebidos con los de hormigón, de modo que estos no son tan demandados.
“Este año, la EMC producirá 1 500 000 bloques de hormigón, y una cantidad similar aportará la producción local de materiales de la construcción”, precisó. Como si fuera poco, el precio mayorista de estos (1.81 CUP), es mucho menor que el de los producidos en la Pedro Camejo. Además, el Mincin los vende a siete pesos, es decir, al mismo precio que ofertaba el de cerámica roja, de manera que no solo resulta más rentable para los comercializadores, sino que este asunto se convierte en otro ingrediente más para que la gente continúe comprando el bloque tradicional.
Son estas algunas de las razones por las cuales la fábrica ha apostado por fomentar el desarrollo del otro elemento por el cual es conocida popularmente:
las losas de azotea. Acción a la que habría que añadir nuevas estrategias de comercialización y búsqueda de mercados para las producciones estancadas.
LA PRODUCCIÓN INICIAL DETERMINARÁ EL CAMINO
Tradicionalmente, las losas han sido empleadas para la restauración del patrimonio; la Escuela Nacional de Arte ha sido una de las instituciones que más ha requerido, y otras empresas también las necesitaban, pero no había posibilidad de cubrir la demanda.
A modo de prueba, entre marzo y abril produjeron 96 000, el 56 % de calidad primera, “cifra que debe mejorar a partir de que se cumplan todos los ajustes tecnológicos para poder iniciar de forma estable el proceso; las restantes pueden ser utilizadas en otras actividades, como en el sector agropecuario”, apuntó el director de la EMC.
Pronostican que, a partir del segundo semestre, podrían emprender esta producción; entonces, reajustarían el plan de bloques.
“Debemos evitar que se repitan las debilidades manifestadas en el proceso productivo en el 2013. La EMC ha de garantizar que se cumpla el ciclo de extracción y procesamiento de la arcilla como está establecido tecnológicamente, para asegurar la calidad de la producción terminada; y a la vez, la dirección de la empresa ha de ser capaz de exigir oportunamente a Cupet lo pactado en el contrato, para que no se afecte el suministro de combustible”, insiste Betancourt.
Previamente, valoraron adquirir un derivado resultante del residuo de otro combustible, mucho más barato, pero no fue posible: era muy ligero y no alcanzaba el poder calórico necesario.
Esta producción es mucho más exigente que la de bloques. “El suministro de combustible es esencial, pues el horno debe trabajar a temperatura estable: entre 950 y 1 200 grados, mientras el bloque se quema a 850. En mayo debemos llenar el almacén de arcilla con las dosificaciones requeridas, (pues no menos de un mes necesita en la nave para envejecerse)”.
El precio de venta mayorista de este renglón es de 1.16 CUP y las losas estarán destinadas, fundamentalmente, a la restauración del patrimonio cultural, obras del turismo y para el Programa Nacional de la Vivienda.
Por otra parte, laboran para montar un molino, con el cual reprocesarán los elementos rotos y a partir de la obtención de la arcilla calcinada, podrán usarla como extensión del cemento en la producción local de materiales de la construcción; y también para las áreas deportivas. Antes botaban miles de metros cúbicos.
Con nuevos ánimos y oportunidades, los más de 60 trabajadores de la unidad se esfuerzan en obtener logros superiores, de modo que en esta ocasión, no sea necesario detener las operaciones.
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Anar dijo:
1
21 de mayo de 2015
08:17:55
edo dijo:
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21 de mayo de 2015
08:53:19
Azoteo dijo:
3
21 de mayo de 2015
09:40:08
ricardo dijo:
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21 de mayo de 2015
10:42:42
Rné dijo:
5
21 de mayo de 2015
13:32:42
Davo davo dijo:
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21 de mayo de 2015
14:03:59
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