Por sus condiciones y características, este es el semestre ideal para “hacer” caña, afirman los técnicos del sector. Y es que a partir de mayo recién comienza una etapa definitoria para algunos centrales todavía en zafra.
El panorama es diferente con los cerca de 30 ingenios que en el país ya liquidaron sus planes de azúcar o están a punto de hacerlo. Con organización, inteligencia y aprovechamiento de los recursos, han sabido respaldar la efectividad moledora de las empresas provinciales de Sancti Sipíritus, Ciego de Ávila y Guantánamo, líderes en ese indicador. Otras se acercan a tal condición al faltarles poco para completar su plan de azúcar.
En cambio, a partir de este semestre puede comenzar —y a veces intenso— el régimen de lluvias, cuya demora no es frecuente y deja expedito el camino a la siembra y restantes labores.
De ser prolongada la sequía, arrastrará su carga negativa en el fomento cañero y el desarrollo de los retoños, al interferir labores que le dan vida y alimentan el crecimiento.
Por eso siempre se trabaja para terminar la molienda al cierre de abril y, si el caso lo requiere, dedicar algunos días de mayo para dejar “libres” todos los campos, completar planes, procesar la caña no cortada y, de hacer falta, recibir vinculaciones cercanas.
Con reiteración el Grupo Azucarero Azcuba insiste en moler por la norma potencial o superar sus niveles mediante un fluido abasto de caña que evite prolongar la terminación.
Ese favorable cumplimiento tiene muchas aristas. Una de ellas, la principal, garantizar una próxima cosecha con altos rendimientos por hectárea.
Parejo al cultivo, a la limpia integral, la aplicación de fertilizantes, el adecuado uso de los sistema de riego, el estímulo que representa el Fitomas y otras asistencias básicas, las lluvias influyen en los programas de siembra de caña, enfrascados hoy en suplir áreas de pobres rendimientos y emplearse a fondo en los centrales con calendarios muy limitados por la baja en la materia prima, y enriquecer los estimados (toneladas de caña por hectárea) que van, según promedio nacional, en gradual ascenso.
Expertos en el tema apuntan que la óptima explotación de las capacidades fabriles es la vía para que, unido a la eficiencia industrial, cada central haga lo suyo, termine temprano y darle a las plantaciones, sin atrasos, los beneficios que exigen.
Azcuba y los técnicos encargados de la misión trabajan para transformar el panorama de hoy en el país y darle prioridad a la composición de cepa por variedades y edades. Esto es esencial en la búsqueda de la rentabilidad empresarial. Hay unidades tradicionales en la calidad de la siembra y ejemplo sostenido en alcanzar excelente germinación y evitar el decrecimiento de las áreas.
A la zaga nunca puede quedar el cultivo de los retoños (cepas cortadas en esta campaña) por la compactación de los suelos que dejan los equipos pesados durante el trasiego de la caña.
Nadie discute la importancia que tendrán los próximos meses en garantizar la materia de la siguiente zafra y mantener los ritmos de crecimiento.
Es indispensable acabar las desigualdades en las toneladas de caña que se logren por hectárea y que el avance sea parejo. Y este es el momento de vigorizarlo.
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Espinosa dijo:
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12 de mayo de 2015
05:39:50
Roger Torres dijo:
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12 de mayo de 2015
05:58:43
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12 de mayo de 2015
08:14:52
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12 de mayo de 2015
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12 de mayo de 2015
09:09:12
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12 de mayo de 2015
10:11:08
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12 de mayo de 2015
10:26:03
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13 de mayo de 2015
13:36:22
rolgleza dijo:
9
14 de mayo de 2015
11:50:56
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