ÓRGANO OFICIAL DEL COMITÉ CENTRAL DEL PARTIDO COMUNISTA DE CUBA
Se han buscado diferentes alternativas para llevar agua a la población. Foto: Germán Veloz Plasencia

ARTEMISA.— Quizá no muchos escuchen hablar con frecuencia sobre el manto freático, sin embargo, de la situación en la que se encuentre depende, en gran medida, la posible utilización del preciado líquido en diferentes funciones, entre estas el abasto a la población.

De los siete acuíferos en estudio de la provincia, el Ariguanabo presenta actualmente una situación desfavorable; desde el pasado 30 de diciembre entró en esa zona. Esta es una cuenca de interés nacional. Comprende áreas de los municipios de  Bauta, Cai­mito, San Antonio de los Baños, una parte de Bejucal (en la pro­vincia  de Mayabeque) y de La Habana. Beneficia a unos 345 000 habitantes.

“La recuperación del manto depende de las precipitaciones. El año pasado, en el periodo húmedo (de mayo a octubre) no fueron significativas, lo cual incide en que durante la etapa seca el acuífero se deprima con mayor rapidez”, sostiene Evelio Tartera, jefe de la sección de cuencas hidrográficas, en la Dirección Pro­vincial de Recursos Hidráulicos.

En la etapa húmeda las precipitaciones se comportaron al 72,9 % de su media histórica (1 068,7 milímetros); mientras, en igual pe­rio­do del año precedente, estuvieron al 100 %.

Según Roberto Palenzuela, especialista en manejo y desarrollo de los recursos hídricos, en la referida Dirección Provincial, “en este caso, la línea de entrega garantizada es de 15,50 metros, en dependencia de los volúmenes de agua acumulada; a la vez que desciende ese nivel, entra en una situación desfavorable.

“Como consecuencia, se puede perjudicar a una batería de pozos (15 que le dan agua a la población de La Habana ubicada sobre la cuenca) y ocasionar que dejen de bombear por sequía; así como a sistemas de abasto ubicados en otras áreas del acuífero.

“Hasta este 3 de abril, el nivel estático promedio era de 17,79 metros, a partir de la cota de terreno; su máxima registrada fue de 19,94, en el 2012, última vez que cayó en zona desfavorable”, agrega.

“Aunque la cuenca está en estado desfavorable, los pozos concebidos para abastecer a la población de La Habana no han tenido afectaciones por esta razón. No obstante, en los últimos días se han perjudicado algunos sistemas de abasto a la población en los municipios artemiseños de Caimito y Bauta (se han buscado­ alternativas para que las personas reciban agua por otras vías), y fundamentalmente otros de la Agricultura. En estos casos, han dejado de extraer agua, al estar ubicados en las zonas más vulnerables del acuífero”, explica Palenzuela.

PARA CONTROLAR  LA  SITUACIÓN

A partir de que el acuífero se acerca al área desfavorable, comienza a monitorearse cada siete días, al igual que las precipitaciones; mientras, en los restantes lo hacen con frecuencia mensual.

Esto brinda la posibilidad de realizar las acciones pertinentes, teniendo en cuenta los datos arrojados. Como esta cuenca subterránea ha presentado descenso de niveles, la medida fundamental aplicada consiste en que nunca se aprueba el ciento por ciento de su recurso explotable (155 millones de metros cúbicos) sino aproximadamente el 80.

“En función de dónde esté el nivel del acuífero al cierre del perio­do húmedo, se determina la explotación para el próximo año­”, acota Ernesto Morales, especialista en hidrología, de la Em­­presa de Aprovechamiento Hidráulico.

Por otra parte, cuando dicha empresa aprueba la demanda de agua —tanto a la Agricultura como a otros organismos—, no lo hace para cultivos que requieran grandes volúmenes, sino solo para los de ciclo corto, y no se permite usar el riego por gravedad.

“Entre las principales acciones en la etapa sobresale concederle prioridad al abasto a la población, y controlar que no existan sobrexplotaciones a los sistemas, al velar por el cumplimiento de los horarios de bombeo fijados”, manifiesta.
Trabajadores de las dos entidades mencionadas y de Aguas de La Habana, realizan recorridos de conjunto por la cuenca, “para che­quear el cumplimiento del plan de uso del agua en las actividades demandadas, y evalúan que no existan pérdidas en los diferentes sistemas de distribución, así como conexiones ilegales en las conductoras”, asegura.

Dada la importancia del manto freático, su situación induce al seguimiento continuo, y requiere cada vez más de la participación de todos.

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Angel Abella dijo:

1

14 de abril de 2015

09:10:16


La cuenca de referencia, como la mayoría de las de Cuba, es una cuenca abierta al mar, y el agua que usted no extrae durante el año, escurre al mar irremediablemente, por tanto habría que trabajar, en éstos tiempos de impredecibles sequías, no solo en regulaciones y prohibiciones que son prácticamente la del ahorcado, sino en tecnologías que permitan retener el agua de referencia. Me gustaría que los referidos especialistas explicaran si tiene un plan de acción en éste sentido, saludos.

Ortega dijo:

2

11 de mayo de 2015

09:14:47


Estimado Angel; usted tiene en parte razon pero con que recursos? y antes de pensar en tecnologia hay invertir en el arreglo de la infraestructura ya muy deteriorada y es menos costosa que hacer embalses . No es verdad?.Saludos desde Europa. Céline Ortega