
SANTIAGO DE CUBA.—Instalaciones de salud pública cuyo estilo arquitectónico denota su existencia desde hace más de un siglo o solo escasas décadas atrás, se igualan aquí en presencia y funcionalidad, como resultado de un amplio proceso inversionista asociado al aniversario 62 de la gesta del Moncada y los 500 años de la fundación de la villa santiaguera.
Mediante un presupuesto superado únicamente por el de La Habana, el territorio se ha convertido en el que mayor número de objetos de obra dedica, en la nación, a la optimización de la asistencia médica, al mejoramiento de las condiciones para ingresos en las unidades asistenciales, y al adecuado desempeño del personal del sector.
Téngase en cuenta que con su alto número de hospitales, algunos de los cuales acogen servicios destinados a toda la región oriental, policlínicos y laboratorios especializados, centros maternos, hogares de ancianos y cientos de consultorios médicos de la familia, se trata de una de las redes más grandes y completas en el país.
Dada esa trascendencia, casi en la despedida por su promoción a nuevas responsabilidades en el Ministerio de Salud Pública, quien fungiera como director provincial en los últimos cuatro años y medio, doctor Jorge Alberto Miranda Quintana, compartió con Granma una valoración general acerca de tan abarcadora rehabilitación.
“A tono con la prioridad estatal concedida a la atención al adulto mayor —refiere—, en el centro del programa se encuentran los hogares de ancianos y casas de abuelos de los nueve municipios, donde tienen lugar mejoras estructurales y su habilitación con un confortable mobiliario, que elevan las condiciones de vida de esta población en ascenso.
“En todos los casos —agrega—, se han eliminado obstáculos de accesibilidad y premisas de accidentes, fueron colocados asideros para que puedan sostenerse los enfermos, se acondicionaron los baños y cocinas-comedores, y se completaron los televisores, balances, cajas de agua fría y taquillas, entre otros medios”.
La rehabilitación capital que recibe el hogar Mario Muñoz Monroy para acoger a más de 200 ancianos, incluyendo personas sin validismo, prevé el restablecimiento de los seis pabellones, una sala climatizada para cuidados especiales, dos salas de rehabilitación, el laboratorio clínico y la cocina-comedor.
Con capacidad para 160 personas internadas y 50 ambulantes, en el América Labadí Arce también se transforma la edificación a partir del rescate de losas de entrepiso afectadas, el cambio de la carpintería de madera por metálica, nuevos baños, la recuperación de los ascensores y de las instalaciones eléctricas e hidrosanitarias.
Fuera de la capital provincial podría escogerse al lejano Ocujal del Turquino, en el municipio de Guamá; en el corazón de la Sierra Maestra al Tercer Frente; o a Mayarí Arriba en el lomerío del Segundo Frente, para corroborar las excelentes condiciones logradas en sus hogares, a través del remozamiento que incluye además las casas de abuelos.

CONTAGIOSO AUGE CONSTRUCTIVO
Muestra del ambiente renovador, directivos de hospitales y de otras instalaciones de salud ataviados con la tradicional bata blanca, exhiben junto a esa profesionalidad inherente a la discusión de los más complejos casos médicos, un impresionante dominio sobre la terminología y estrategias propias de avezados constructores.
Apoyado en la experiencia adquirida como otrora presidente del gobierno municipal en Tercer Frente, al doctor Guillermo Mora no escapa, en el hospital provincial Saturnino Lora, un detalle relacionado con la rehabilitación de las salas de hospitalización, la terapia intensiva del cardiocentro, los salones quirúrgicos, y el servicio de litotricia por onda de choque.
En total suman más de 20 los objetos de obra del centro, entre los cuales resulta imposible soslayar la recuperación en los cinco niveles de su policlínico de especialidades, la nueva unidad quirúrgica de emergencia, la ampliación del departamento de microbiología, y el anhelado cambio del cercado perimetral perle por otro con herrería y muros.
Semejante entrenamiento denota el doctor Omar Bizet, director del clínico quirúrgico Juan Bruno Zayas, donde junto a la unidad quirúrgica de emergencia quedó abierta la sala de cuidados intensivos del cuerpo de guardia, y a tono con el sostenido confort de la institución prosigue el reacondicionamiento de salas y demás dependencias.
Quien antaño conociera al hospital Ambrosio Grillo, inaugurado en 1939 en las cercanías del poblado del Cobre, difícilmente imaginará las 500 camas de ingreso, seis salones quirúrgicos, una moderna sala de terapia intensiva, y demás trasformaciones que continuamente supervisa el doctor Geovani Castilla.
En la propia instalación, cuyo colectivo se caracteriza por el alto compromiso con la población de la zona y Palma Soriano, la carpintería ha sido cambiada en más de un 60 %, y se avanza en la creación de los servicios de atención al paciente geriátrico, rehabilitación y enfermedades infecciosas.
Las tres instituciones contarán con salas para turismo de salud, servicio que en el caso de los niños será prestado en el hospital infantil Sur, un centro beneficiado igualmente con el departamento de anatomía patológica, las salas de miscelánea, siquiatría-fisioterapia, y el aula de la maestra multigrado para niños de larga estadía hospitalaria.
ALCANCE EN GENERAL
Quizá, la mayor muestra de voluntad se aprecia en lo que antaño fuera el Centro Gallego y luego hospital materno Este, pues a pesar del deterioro que parecía condenar a la demolición la centenaria estructura, se decidió rescatar su vistoso estilo ecléctico y convertirlo en el hogar materno más grande de la provincia.
Para ello, se dota de los requerimientos exigidos por embarazadas reportadas con trastornos nutricionales o partos múltiples, todas las áreas de atención e internamiento correspondientes a 180 camas, se sustituye gran parte de la cubierta y se remozan los locales que acogerán al departamento provincial de genética médica.
Realmente ningún centro ha quedado fuera del empeño, como refleja en el Hospital Materno Norte la construcción del incinerador ecológico y el mejoramiento de la central de esterilización y el salón de cesáreas, mientras que en el oncológico Conrado Benítez se reparan los baños de todas las salas de ingreso.
Atendiendo a las características de sus pacientes en el hospital siquiátrico Gustavo Machín se reordenan las salas de ingreso y se labora en la vinculación de la rehabilitación siquiátrica con la motora, a la vez que en el siquiátrico de El Viso se remodelan las salas para diabéticos, hipertensos, asmáticos y de rehabilitación.
En igual sentido deben añadirse la reconstrucción capital del laboratorio provincial de microbiología, la reparación de la unidad quirúrgica de la clínica provincial de estomatología, la nueva unidad provincial de vectores, la rehabilitación de varios policlínicos y la reparación de alrededor de 500 consultorios médicos de la familia.
Al decir del doctor Miranda Quintana, como complemento necesario de las acciones constructivas sobresale el potencial humano de una provincia que con seis mil colaboradores en el exterior (la de mayor aporte del país en ese sentido) no tiene ningún local o consultorio cerrado por déficit de personal.
Paralelamente, los centros se han beneficiado con la recuperación del equipamiento médico y el montaje de modernos medios como la cámara de ganmagrafía en el hospital oncológico, las mesas de Rayos X telecomandadas del Saturnino Lora, y en el cardiocentro el angiógrafo y el sistema de gases medicinales Draguer.
Junto a indicadores favorables en los programas de salud, el impacto de tan integrales transformaciones ya se refleja en el orden y funcionamiento de los centros, dotados hoy de las mejores condiciones que han existido para el personal de guardia, y especialmente en la elevación del nivel de satisfacción de la población.



















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la carta dijo:
1
26 de marzo de 2015
09:22:25
comenta-nauta dijo:
2
26 de marzo de 2015
16:58:03
Rafael Rizo Reve dijo:
3
26 de marzo de 2015
18:16:26
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