
Si bien desde finales de noviembre del pasado año a la fecha se ha empezado a evaluar una disminución en la infestación del mosquito Aedes aegypti en la mayoría de las provincias del país, es necesario continuar extremando las medidas de control y vigilancia sobre este vector.
Así lo ratificó a Granma la doctora Carilda Peña García, directora nacional de vigilancia y lucha antivectorial, quien explicó a este rotativo que en dicho periodo, como las condiciones climatológicas han variado y las temperaturas han experimentado un descenso, ello ha ayudado al control del mosquito, ya que el mismo se desarrolla mejor en temperaturas más elevadas y en ambientes muy húmedos.
De acuerdo con la especialista, son las provincias de Holguín, Matanzas, La Habana y Santiago de Cuba las que están aportando el mayor número de focos de Aedes aegypti; en tanto en el resto la tendencia es a la franca disminución.
“Incluso hay un grupo de territorios que hoy están por debajo de la media histórica y por debajo de los índices registrados en el año 2013, lo que evidencia que es un momento de mayor control”, dijo la doctora Peña García.
Entre estos últimos mencionó a Santiago de Cuba, la cual a pesar de ser una de las provincias que mayor número de focos registra, ha logrado una disminución ostensible. Del mismo modo Camagüey, Las Tunas, Ciego de Ávila y Cienfuegos.
En la capital, los municipios más complicados son el Cerro, Centro Habana y Marianao por sus altos índices de infestación, mientras que en el país presentan mayor número de focos los municipios de Holguín, Matanzas y Jagüey Grande.
La directora de vigilancia y lucha antivectorial refirió que siguen siendo los depósitos bajos y para almacenar agua —factibles de prever o controlar con las acciones del autofocal— los que constituyen actualmente el foco mayor de cría del vector.
“Ello tiene que ver con la calidad del trabajo de los operarios de la campaña, pero también en gran medida con la responsabilidad individual de los moradores; por ejemplo, en lo referente al vertimiento del abate, hoy una de las cuestiones que más nos afecta”, subrayó.
En ese sentido, la entrevistada señaló que sigue siendo un problema el número de viviendas cerradas, que dificultan e impiden el tratamiento sistemático de los depósitos de agua, ya que el operario no tiene acceso a los mismos.
En cuanto al tratamiento adulticida, conocido popularmente como fumigación, la especialista reiteró la necesidad de que la población coopere. “Donde se detecte un foco o haya un paciente que pueda portar una enfermedad transmitida por el mosquito, como es el caso del dengue o el chikungunya, es extremadamente importante que la población colabore con la fumigación, pues es justamente este tratamiento el que mata al mosquito en su fase adulta, donde es capaz de transmitir la enfermedad”.
Así mismo, recordó la importancia de mantener las viviendas cerradas por espacio de 45 minutos para que sea efectivo.
No obstante, comenta la doctora García Peña, la prevención continúa teniendo un papel principal, como la mejor manera de evitar la infestación del vector y por tanto la enfermedad, mediante medidas como el autofocal familiar y laboral, que hoy no se realizan constantemente.
“El operario tiene la responsabilidad de hacer una inspección minuciosa, pero el que conoce bien donde puede tener un foco potencial es el morador, en depósitos de agua sin abate o sin tratamiento con el biolarvicida Bactivec, el cual además está hoy disponible en toda la red de farmacias del país”.
“Las autoridades de vigilancia y lucha antivectorial del Ministerio de Salud Pública, como una de las acciones de perfeccionamiento de la campaña, hoy están evaluando la implementación de nuevas formas de vincular más al operario con la comunidad; justamente haciéndolo parte del equipo básico de salud. Ello mejoraría la comunicación con las familias, que ya no solo tendrían su médico y enfermera, sino también su operario como parte del consultorio”, puntualizó.
Igual importancia concedió la especialista al ordenamiento ambiental en los patios de las casas y a la eliminación de los microvertederos que pueden servir de refugio al mosquito.
La entrevistada llamó la atención además sobre la relevancia de que la población conozca los signos y síntomas de las enfermedades que se transmiten por vectores y “la necesidad de acudir en las primeras 24 horas de aparición de los mismos al médico de la familia”.
“Al ser tan elevados los índices vectoriales, basta que haya una persona enferma portando el virus y una sana, susceptible, para que el mosquito pique al enfermo, desarrolle la enfermedad en su periodo de incubación intrínseco y luego la transmita”, explicó.
El índice del Aedes por encima de 0,05 por cada 100 viviendas incrementa la probabilidad de transmitir enfermedades de este vector. Controlarlo es un esfuerzo y una necesidad que atañe a todos los ciudadanos, por lo cual ganar en percepción de riesgo y mantener las medidas higiénico-sanitarias es la única garantía de seguridad.



















COMENTAR
Antonio Vera Blanco dijo:
1
20 de febrero de 2015
08:49:54
Jacqueline Alegre dijo:
2
20 de febrero de 2015
09:57:33
Antonio Vera Blanco dijo:
3
20 de febrero de 2015
10:28:14
Rosin dijo:
4
20 de febrero de 2015
13:46:20
Celia dijo:
5
20 de febrero de 2015
14:49:48
Responder comentario