ÓRGANO OFICIAL DEL COMITÉ CENTRAL DEL PARTIDO COMUNISTA DE CUBA
Deisy María Roche está motivada para continuar aportando al desarrollo de la nación. Foto: del autor

VILLA CLARA.— A sus 62 años, Deisy María Ro­che Jiménez mantiene la vitalidad y el espíritu de una quinceañera, a pesar de la rudeza del trabajo que realiza.

Muy temprano en la mañana la recia mujer llega a Charco Hondo, unidad dedicada a garantizar casi el 30 % de los pies de cría de cerdos que necesita el territorio villacla­reño para fomentar los convenios porcinos.

Sus manos delatan cuánto ha trabajado en su vida para poder sortear las vicisitudes impuestas por la cotidianidad, a pesar de lo cual man­tiene los rasgos de feminidad distintivos de la mujer cubana.

“Provengo de una familia muy humilde, he trabajado duro y con mi sudor crié y mantuve a mis hijos para salir adelante”, asegura Deisy mientras higieniza las corraletas.

“A Charco Hondo llegué hace 25 años. Entonces la instalación no tenía las condiciones que presenta hoy, y el salario tampoco era muy bueno, pero aquí me mantuve porque me gustaba hacer esto”, explica esta mujer, quien atiende ella sola a casi 400 puercas reproductoras.

Al indagar acerca de la labor realizada, señala que es bien compleja y exige de mucha constancia. “Yo llego y lo primero que hago es efectuar el conteo de los animales, luego los alimento a partir de la dieta indicada por los especialistas, e higienizo las dos naves donde se concentran”.

“Es verdad que uno adquiere un olor algo desagradable y a veces de­bes hacer fuerzas propias de hombres, pero bueno, en todos los lugares uno debe trabajar, y esto lo hago con un gusto tremendo. Además, le aseguro que uno llega a querer a esos animales como si fueran propios, y más ahora cuando tenemos la motivación adicional del aumento del sa­lario a partir de la aplicación de la Re­so­lución 17”, reconoce Deisy María.

Al respecto, añade que en los dos últimos meses ha devengado salarios de 2 000 y 2 800 pesos, respectivamente, fruto del cumplimiento de los principales indicadores de eficiencia por la entidad y la empresa porcina de la provincia.

“Aquí los nacimientos, crías por partos, ventas convenidas, baja mortalidad y vialidad fueron sobrecumplidos”, señala Deisy quien, asistida por Gustavo León Gon­zález, director de la instalación, aporta otros datos que demuestran el por qué del estado de satisfacción de los trabajadores de Charco Hondo.

El número de puercos por parto es de 10,41, cuando lo previsto es que sean 10; el peso de entrega de las precebas está por encima de los 10,9 kilogramos, de 9,9 establecido; y se les muere solo el 10,5 % de los animales, en lugar del 12 % establecido.

“Ahora sí estamos estimulados a trabajar mejor. Usted no sabe cuántas cositas he podido comprar para mi casita. mis hijos querían que me retirara y les dije, qué va, tendrán que darme candela como al macao para que me vaya de allí”, señala riéndose Deisy María.

En Charco Hondo, unidad porcina perteneciente al municipio de Caibarién, Villa Clara; en el 2014 el salario promedio fue de 1 820 pesos, y hubo meses en que muchos trabajadores sobrepasaron los 3 000 y hasta los 4 000 pesos, lo que motiva a trabajadores y directivos como Deisy María Roche, Raúl Ramón Sotolongo Herrera o el propio Gus­tavo, a echar cada día pie en tierra para que la entidad y sus bolsillos continúen con tan buena salud.

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la carta dijo:

1

19 de febrero de 2015

08:29:09


demostrado que no hay trabajo malo cuando es bien recompensado,si con este puedes satifacer las necesidades entonces se trabaja no como muchos dicen el cubano es arragan o es un pichon,lo que necesita es ver el fruto de su trabajo