Para abordar las circunstancias en las cuales se desarrolla la educación, y los enormes desafíos que enfrenta la integración de conocimientos, la formación de una conciencia científica y los sistema de innovación, el ministro de Educación Superior, doctor Rodolfo Alarcón Ortiz, impartió este martes la conferencia “Las ciencias de la Educación en una universidad integrada e innovadora”, como parte del programa de actividades del Congreso Internacional Pedagogía 2015.
El titular del sector en la Isla se refirió al Congreso Universidad 2014 desarrollado hace un año bajo el lema “Por una universidad socialmente responsable”, en el cual se analizó el encargo de las universidades, e informó que como consecuencia de los debates realizados en ese momento, el tema que le dará continuidad en el próximo evento será “Universidad Innovadora por un desarrollo humano sostenible”.
Alarcón se refirió a los retos de la educación en una población mundial que se ha multiplicado vertiginosamente, donde aumentan “las disparidades en el acceso y calidad de la educación entre diferentes sectores sociales, las diferencias de género, las problemáticas de las regiones rurales o apartadas, la situación desfavorable de los pueblos originarios, las zonas marginales y otras barreras no declaradas, que impiden la igualdad en el disfrute de la educación”.
Este contexto no ha ido acompañado de un crecimiento en instituciones, financiamiento y formación de maestros y profesores de calidad, ni ha propiciado el avance en los conceptos, principios, y técnicas pedagógicas de los sistemas de educación, por tanto resulta imprescindible hacer cumplir la misión de los educadores, y la transformación de sus métodos de formación.
En ese sentido, abogó por acometer un trabajo vocacional para motivar y comprometer a excelentes estudiantes con el magisterio; por alcanzar una educación universal, de calidad, creadora, liberadora, que sea “científica, tecnológica y humanista”, en una época de Internet, donde la escuela debe preparar al estudiante para vivir en un mundo nuevo, cambiante, dominado por la innovación y la incertidumbre.
“Deberá adquirir las habilidades para defenderse por sí mismo y poder analizar el mundo no como asignaturas separadas por horarios y libros, sino como un complejo entramado que amalgama la sicología y las finanzas, la contabilidad y la tecnología, la electrónica y la historia. Más que a resolver un problema, habrá que entrenar a los estudiantes en aplicar el método científico para enfrentar integralmente cualquier problema”, afirmó.
Sobre la integración de las universidades explicó que los centros de Educación Superior con integración externa e interna están en mejores condiciones para cumplir con mayor efectividad su misión social, lo cual supone el reto de alcanzar una integración interdisciplinaria de procesos, y con el entorno económico y social.
Destacó la importancia de la innovación en el fortalecimiento de la investigación y las condiciones que necesitan los sistemas de innovación para ser elemento activo del desarrollo de un país: un patrimonio humano cuya base es el sistema educativo y científico tecnológico donde las universidades tengan un elevado peso; la presencia de instituciones del conocimiento sólidas, un sector productivo con interés innovador y capacidad para absorber conocimientos, políticas pública y sistemas regulatorios e incentivos.
En ese sentido, se refirió a los últimos cambios ocurridos en la Educación Superior generados por ese desarrollo de la investigación y la innovación universitarias: la masificación de la formación de grado y los consecuentes reclamos de calidad, la ampliación del posgrado con programas de maestría y doctorado, el aumento de la complejidad de la propia investigación, la importancia de la innovación con demandas de impacto, entre otros.
Asimismo, insistió en la necesidad de lograr la integración armónica entre la docencia, la investigación y la práctica social. “La calidad tiene que mejorar como resultado de todo lo que hagamos”.
“No basta contar con una o más facultades de pedagogía, es necesario una integración pertinente de las ciencias de la educación con las diferentes ramas de la ciencia. La integración pertinente de los contenidos, la pedagogía y la tecnología deben favorecer un cambio revolucionario en la forma de enseñar y, sobre todo, de aprender en el siglo XXI”, dijo.
Entre otros temas, se refirió a la formación de valores y su relevancia en el desarrollo de profesionales y ciudadanos con un elevado compromiso social. Señaló además que aun cuando en Cuba la formación de valores se encuentre en la misión y la visión de las universidades, los avances son insuficientes y eso constituye un desafío para el profesorado, las ciencias pedagógicas y las demás ciencias.
COMENTAR
Manolo dijo:
1
27 de enero de 2015
16:18:42
Luis A. Montero Cabrera dijo:
2
28 de enero de 2015
07:54:54
Nébuc dijo:
3
28 de enero de 2015
13:59:52
Responder comentario