
Puerto Padre.— Tras haber “enderezado” finalmente la torcida tendencia que empezó a delinear el pasado año, los trabajadores de la Unidad Empresarial de base Salina Puerto Padre inician este 2015, aptos para seguir respondiendo a solicitudes y urgencias del país.
Digno de tener presente fue el empeño que permitió realizar en un semestre el trabajo de nueve meses, eliminar un inmerecido atraso que nada bueno pronosticaba para la economía y, sobre todo, satisfacer las rigurosas entregas contratadas con la Empresa Electroquímica de Sagua la Grande, sin que el país tuviera que acudir a compras en el exterior.
Según explica Senén Lorchen Manresa Téllez, director en funciones de la UEB, habituado a trabajar duro, ese colectivo hizo posible el cumplimiento del plan de elaboración (aunque la sal fina no llegó a lo previsto), así como exceder en unas 5 300 toneladas lo programado operativamente en extracción.
Todo indica, sin embargo, que viejos nudos continúan restándole oxigenación a esa entidad asentada en el litoral norte de este territorio.
A diferencia de lo que hubiesen deseado directivos, especialistas, obreros e incluso clientes, enero ha abierto sus puertas con 1 580 toneladas de producto bostezando en los almacenes, por irregularidades con la transportación.
Tal realidad —que “embotella” el flujo tecnológico y productivo, afecta la comercialización e inquieta y perjudica a los obreros— es expresión de un fenómeno que se manifestó en mayor o menor grado durante todo el año, si se tiene en cuenta que hasta la salina apenas llegaron 376 casillas de ferrocarril, de las 576 convenidas, con la consiguiente inmovilidad para unas 12 000 toneladas del producto.
Ante aquella situación, y aunque se conocen las limitadas o insuficientes disponibilidades de casillas, se formuló una demanda el pasado año, que finalmente procedió a favor de la salina, con indemnización incluso para la empresa. Pero, como razona Senén, esa no es la mejor solución, sino contar a tiempo con el transporte, de manera que fluya el proceso y no resulten perjudicados ni los trabajadores de la UEB ni la economía.
Enero no ha empezado emitiendo señales de cambio. Solo el día 7 se pudo disponer de la primera casilla. Eso complica el panorama, pues entre la sal que “esperó” el año nuevo almacenada allí y el plan del presente mes, habrá que sacar más de 3 200 toneladas, lo que demanda unas 54 casillas: cifra lógicamente superior a las programadas.
A pesar de tales expectativas, la fuerza laboral no pierde ánimo… aunque en verdad tampoco quiere “ganar” atrasos ingratos, como los que signaron a los primeros meses del extinto 2014.



















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edo dijo:
1
14 de enero de 2015
08:21:58
Anar dijo:
2
14 de enero de 2015
08:40:45
Jglez dijo:
3
14 de enero de 2015
16:19:20
Platano Fongo dijo:
4
14 de enero de 2015
18:24:16
Ernesto dijo:
5
14 de enero de 2015
19:09:27
ricardo dijo:
6
15 de enero de 2015
11:36:25
edo dijo:
7
26 de enero de 2015
13:47:41
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