PALMA SORIANO, Santiago de Cuba.— Decisivo en el comportamiento de los centrales que acometen la zafra chica en el país, y en el arranque puntual de los previstos a iniciar la contienda en enero próximo, resultó el desempeño en los últimos días de la Fábrica de Producciones Mecánicas Palma, de este municipio.
Ante la exigencia planteada este año al alistamiento de la industria azucarera y como único en la nación capaz de asumir la tarea, el colectivo perteneciente a la Empresa de Servicios Técnicos e Industriales del Grupo Azcuba, recibió la encomienda de fabricar íntegramente 18 ventiladores de alta presión en tiempo récord.
Para completar su proeza simultáneamente produjo 70 rotores de tales ventiladores de calderas, cifra jamás resuelta en tan breve lapso, que posibilitó impulsar la reparación de un área tan decisiva en el proceso industrial de los ingenios con el máximo de calidad en todos los casos.
Ricardo Ramírez Garrido, director de la planta, precisó que se trata de grandes medios de acero de cuatro a cinco toneladas de peso, cuyo precio en el mercado internacional supera los 200 000 dólares, pero en la sustitución de su importación la experiencia del personal permite producirlos a un costo de entre 25 000 y 60 000 pesos.
En un año que cierra con el sobrecumplimiento de todos los indicadores de eficiencia, la fábrica dispuso igualmente once condensadores de ocho metros de largo y once toneladas de peso, para tachos de centrales de diferentes provincias, y más de 400 metros de tuberías de evaporación.
Además, produjo diez juegos de machetes de 108 cada uno, con sus respectivos suplentes, para las cuchillas picadoras de caña, vasos evaporadores, clarificadores, tachos, tanques de acero de 5 000 metros cúbicos, y numerosos componentes más, que en general contribuyeron al ahorro de millones de pesos.
Sin descuidar tales compromisos mantuvo igualmente su contribución a la generación eléctrica en el país mediante la construcción de calentadores de aire regenerativo, equipos imprescindibles en las centrales termoeléctricas, que conformados por cientos de elementos llegan a pesar unas 50 toneladas.
En igual sentido, como apoyo a la producción de materiales de la construcción para la ejecución de viviendas, el colectivo integrado por ingenieros, paileros, mecánicos y soldadores, fabricó dos trompos giratorios para el lavado de arena en la planta arenera de Juraguá, y otros componentes del sector en Santiago de Cuba.



















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