NUEVA GERONA.—La próxima vez que un desastre natural azote al Municipio Especial Isla de la Juventud —y esperemos que ello no suceda—, no se repetirá la historia acontecida en el 2008, cuando al paso de los ciclones Gustav e Ike, colapsaron elementos que afectaron los servicios médicos del Hospital General Docente Héroes de Baire. Gracias a un proceso inversionista que se realiza en la instalación, dicha entidad podrá obtener la condición de hospital “seguro”.
“El proyecto de hospital seguro, explica la directora de la entidad, doctora Bárbara Daudinot Gómez, consiste en construir instituciones de salud que sean capaces de antes, durante y después de un evento natural, no suspender los servicios médicos prestados a la población.
“Cuando pasaron Gustav e Ike, aquí colapsaron los medios de comunicación, los servicios de agua y electricidad, la carpintería, los falsos techos, las calderas…”.
De acuerdo con la doctora, un grupo de arquitectos de la Cujae y funcionarios de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) diseñaron una guía donde se señalaron un grupo de elementos estructurales, no estructurales y funcionales que debían tener los hospitales. “En dependencia de los diferentes aspectos, se obtenía una puntuación que, en nuestro centro, fue deficiente. Eso dio argumentos para que la OPS escogiera al hospital para patentizar el proyecto de hospital seguro, el primero de este tipo en el país”.
Además de la OPS, a la restauración del Héroes de Baire también se incorporó otra organización no gubernamental de Finlandia (ACT), inserta en un proyecto que abarca la rehabilitación de todos los servicios de salud del territorio.
Lester Vega Bielza, ingeniero civil que hasta hace un tiempo estuvo al frente de la obra, añade que las acciones constructivas comenzaron en el año 2007 aproximadamente, como parte del Programa de la Batalla de Ideas, aunque en aquel momento no todas las salas iban a ser reparadas. “Debido a la afectación de los ciclones, el sector de la salud en el territorio obtuvo un financiamiento por los proyectos de donación antes mencionados”.
Para el hospital Héroes de Baire, específicamente, el presupuesto aprobado ronda los 17 millones en moneda total, con un componente en divisa de 7,4 millones.
Como parte de la inversión, el centro cuenta en la actualidad con dos calderas (una nueva y otra reparada) destinadas a la lavandería, la esterilización y la cocción de alimentos; el sistema eléctrico tiene una doble comunicación con la central eléctrica del territorio (mediante una vía aérea y otra soterrada); se adquirieron dos grupos electrógenos, en caso de que colapse la energía eléctrica; fueron potenciadas todas las redes informáticas, la telefonía, la climatización…
Al paso de esta reportera por la Isla de la Juventud, uno de los últimos detalles que faltaban por ultimar, en aras de constituir un hospital seguro, era lograr un abastecimiento de agua independiente al del resto del territorio, obra en la que ya laboraban los trabajadores del Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos en el municipio.
Hasta la fecha, además de repararse capitalmente diversas salas, también se edificó la sala de terapia infantil y se amplió la sala de observación y el cuerpo de guardia. Los entrevistados alegan que el 2014 ha sido el año donde más objetos de obra se han terminado, 12 hasta el momento.
Para concluir en el 2015 también se trabaja en las salas de Neonatología y preparto, Anatomía patológica, Docencia, Radiología y otros servicios que incluye el hospital, comenta la arquitecta Olga Lidia Hernández Núñez, actual inversionista de la obra.
Todas las reparaciones constructivas se han realizado sin suspender los servicios médicos. “Se acometen las obras con el personal dentro. Es algo complejo, tratamos de buscar soluciones internas. Cuando empezamos un objeto, no pasamos para otro hasta que lo terminemos, y entonces el personal se va mudando”, refiere Olga Lidia.
“Aquí tenemos solamente dos hospitales —explica el ingeniero Vega—, este, y el Andrés Cueva, que responde a una serie de necesidades pero no abarca todas las especialidades médicas como nosotros. Entonces no podíamos cerrar el nuestro para repararlo”.
El doctor Mariano Valle, jefe de servicio de la sala de observación, lleva 21 años laborando en el hospital. Opina que gracias a la inversión las condiciones han cambiado radicalmente. “Antes teníamos una sala de observación, pero esta la supera muchísimo, no solo en cantidad de camas, sino en confort para los pacientes.
“Otro aspecto importante, destaca, son los cambios realizados en todo lo que tiene que ver con la atención al personal médico que se encuentra de guardia en el hospital, para que en el momento de su descanso tenga buenas condiciones.
Existen dos cubículos con aire acondicionado, con servicios sanitarios nuevos y con otra serie de comodidades para brindar más bienestar también a los médicos”.
Aunque hoy la instalación cuenta con 222 camas para la hospitalización de pacientes, al término de la obra —previsto para el 2015— podrá disponer de 300. Se estima además que en caso de algún ciclón, las fachadas principales puedan soportar vientos de hasta 200 kilómetros por hora. No obstante, el exterior también estará respaldado por una protección metálica.
“Ahora el reto más grande es cuidar lo que tenemos, sonríe Bárbara Daudinot, después de un día agotador. Esta ha sido una inversión muy costosa, pero el pueblo de la Isla se la merece”.



















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Ulises dijo:
1
4 de diciembre de 2014
08:42:58
Luis Alberto dijo:
2
4 de diciembre de 2014
10:13:21
yk dijo:
3
4 de diciembre de 2014
11:00:12
Dra Barbara dijo:
4
5 de diciembre de 2014
10:49:11
Angelita dijo:
5
6 de diciembre de 2014
06:33:38
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