El Uruguay apuesta por una zafra más limpia

JATIBONICO, Sancti Spíritus.—La separación de los componentes tóxicos procedentes del proceso de limpieza del ingenio y por ende, la disposición más ordenada de la carga contaminante generada en el mayor productor de azúcar del país constituyen las principales ventajas del sistema de tratamiento de residuales a punto de concluirse en el central Uruguay.

Fuentes de la industria espirituana consideran que la desagregación en tres nuevas lagunas de los productos químicos empleados en el lavado del componente tecnológico del área de fabricación —hidróxido de sodio o potasio y ácido sulfúrico—,  representa un aporte sustancial en materia de protección a los suelos y en general al cuidado del medio ambiente en la región.

Valorada en más de 400 000 pesos y ejecutada por Tranzmec (Transporte y Servicios a la Mecanización), perteneciente a la Empresa Azucarera Sancti Spíritus, la inversión en el coloso jatiboniquense, además de las mencionadas lagunas, incluye un reservorio dentro de la propia industria y la conductora para la evacuación de los tóxicos, todo lo cual debe entrar en funcionamiento a mediados de diciembre, cuando está previsto que el Uruguay arranque sus molinos.

Al carecer de un mecanismo efectivo para lograr la separación de los residuos de la limpieza química que diariamente es preciso acometer en las áreas de purificación y evaporación, estos compuestos se vertían de manera indiscriminada, junto a los demás desechos azucarados, a las lagunas tradicionales.

Según el proyecto, ahora se prevé que los elementos más agresivos sean retenidos en el interior de la industria y luego pasen de manera lenta a las nuevas lagunas, donde debe ocurrir la evaporación de los ácidos, un proceso que requiere riguroso monitoreo por parte de los especialistas en la materia.

Como parte de la rehabilitación industrial con vistas al inminente comienzo de la zafra azucarera, en el Uruguay se han ejecutado también labores comprometedoras en el área del basculador, donde se pretende multiplicar la capacidad de recepción del llamado tiro directo, así como trabajos de automatización en la fábrica y mejoramiento del taller de maquinado, entre otros.

A más de ocho millones de pesos asciende el valor de las inversiones previstas en el actual año para beneficio de la industria azucarera espirituana, las que igualmente incluyen acciones diversas en el central Melanio Hernández, del municipio de Taguasco.