ÓRGANO OFICIAL DEL COMITÉ CENTRAL DEL PARTIDO COMUNISTA DE CUBA
Foto: Ismael Batista

Alen Baeza muestra con sumo cuidado, como si fuera necesario preservarlos mucho, los equipos del Laboratorio Universitario de Ca­racterización de la Estructura de las Sus­tancias —donde es el segundo jefe—, pertenecientes al Instituto de Ciencia y Tecnología de Materiales (IMRE).

“El laboratorio tiene ya más de un millón de dólares en equipamiento. Este, por ejemplo, es un equipo de florescencia de rayos X, que tu­vimos que comprarlo en Inglaterra y nos cos­­tó 43 000 euros. Sin embargo, nos hubiéramos podido ahorrar unos 20 000 de haberlo adquirido en un país más cercano. Son equipos que nos van a durar un tiempo pero cuidándolos mucho”, comenta.

Y aunque no es una constante en el trabajo hablar sobre el tema, al ser interrogada sobre el impacto del bloqueo en el IMRE, su directora Nancy Martínez Alfonso tiene que hacer obligada referencia a los gastos por transportación desde puertos lejanos y otros impedimentos que han imposibilitado, en determinados mo­mentos, el desarrollo de su instituto.

“Este es un centro experimental y depende de una fuerte base analística, toda concentra­da en el Laboratorio Universitario de Com­po­sición y Estructura de las Sustancias, con equipos japoneses que han tenido que ser traídos desde China. Si lo hubiéramos podido comprar en lugares más cercanos, hasta en el propio Es­ta­dos Unidos, cuánto dinero nos hubiéramos aho­rrado”, se cuestiona.

Un aspecto señalado año tras año por los profesionales universitarios resulta la imposibilidad de publicar artículos en revistas científicas de alto impacto, cuando el autor principal es cubano. En el resumen de las afectaciones del bloqueo en el Ministerio de Educación Superior (MES) en el periodo comprendido entre abril del 2013 y marzo del 2014, se mantiene esta denuncia. La inmensa mayoría de los profesores que han logrado publicar en revistas de la Web of Science lo han hecho en conjunto con profesionales de otros países.

“Ha sido muy mal manipulado por los me­dios, incluso estadounidenses, que la universidad ha descendido en los rankings porque no publicamos, —comenta Nancy Martínez—. Pero influye mucho el hecho de que nosotros no tenemos acceso a revistas cuya matriz editorial se encuentra en los Estados Unidos”.
Por otro lado, el Instituto ha presentado percances para desarrollar sus eventos científicos. En el año 2008, por ejemplo, se realizó la Es­cuela Internacional de Cristalografía Mate­má­tica y Teórica, bajo el auspicio del Consejo La­tinoamericano de Física y la Unión Inter­na­cional de Cristalografía (IUCR).

El gobierno de Estados Unidos, a través del Departamento del Tesoro, intentó congelar los fondos destinados por el IUCR a la escuela. Sin embargo, gracias a la actuación urgente por parte de Cuba, quien avisó que desarrollaría el evento a pesar de ello, y a la posición de la IUCR de asumir los gastos derivados de la absurda situación, el evento resultó todo un éxito.

“También ese año nos vimos imposibilitados de comprar una serie de resinas catióni­cas selectivas para níquel y cobalto, solicitadas a la firma Purolite con filial en Brasil, porque tienen sus transacciones financieras con bancos norteamericanos”, ilustra la directora del Instituto.

Sin embargo —dice—, y aunque le haya costado al país recursos, también hemos tenidos victorias sobre el bloqueo, gracias a la cooperación internacional con algunos países, sobre todo con la hermana República Popular China y algunos de la Unión Europea.

Ariel Martínez García, subdirector de In­ves­tigaciones, explica también que el centro se mantiene con su misión de investigar, desa­rrollar tecnologías y formar profesionales. “Te­­ne­mos productos ciento por ciento del Ins­ti­tuto como el Fototer, registrado por Salud Pú­blica”.

Asimismo, el centro está inmerso en el de­sarrollo de otras investigaciones y en el proceso de registro con el Ministerio de Comercio In­terior de su producto más importante: el purificador de agua (conocido como ZZ).

Resulta comprensible el orgullo infinito con el que hablan los trabajadores de la institución creada el primero de julio de 1985 bajo el nombre de Instituto de Materiales y Reactivos para la Elec­trónica, pues por muchos años sus investigaciones han servido para coadyuvar en importantes servicios de valor económico y social pa­ra Cuba.


DOS CENTROS DE INVESTIGACIÓN:
EL MISMO PANORAMA
Aunque la absurda práctica abarca a todo el sector en el país, basta ejemplificarla en dos centros de investigación científica de la Uni­ver­sidad de Oriente, en Santiago de Cuba, cuya sen­sible actividad en función de la salud del pueblo, la producción de alimentos y la eficiencia industrial, se ha visto obstaculizada.

En desafío al primer mundo el Centro de Bio­física Médica, inaugurado por el Co­man­dante en Jefe Fidel Castro Ruz, el 10 de febrero de 1993, desarrolla equipos para el diagnósti­co vascular, de tecnología de resonancia magnética nuclear, para la rehabilitación motora, y software para el procesamiento de imáge­nes.

“El común denominador de nuestras líneas de desarrollo —señala su director de Pro­duc­ción y Comercialización, doctor en Ciencias Médicas Eloy Daniel Álvarez—, lo constituye el dominio en estos campos del capital de transnacionales norteamericanas, de ahí que todo tipo de componente entrañe un elevado costo.

“Aquí hicimos el primer tomógrafo cubano —agrega—y la razón expuesta nos ha impedido su desarrollo continuado. Para asumir un proyecto de esa tecnología existente solo en La Habana, quisimos adquirir los imanes en Ale­mania, pero ante posibles penalizaciones norteamericanas el proveedor planteó un margen de ganancia imposible de asumir.

“Similar sucede en las áreas de robótica y re­habilitación con los sensores, giroscopios o una simple cámara de profundidad, cuya importación pasa por el componente USA y nos obliga a comprarlos en China, donde la transportación los encarece. Además, en las relaciones con la comunidad científica norteamericana nadie se atreve a intercambiar un dato”.

Por tales circunstancias igualmente empedrado ha sido el derrotero del Centro Nacional de Electromagnetismo Aplicado, cuyo liderazgo en la producción de acondicionadores magnéticos empleados en diferentes aplicaciones en la industria, la medicina y la agricultura, contó con el decisivo apoyo del Comandante en Jefe.

“Desde nuestra creación en enero de 1992 estamos enfrentando el bloqueo —afirma la di­rectora general, máster en Ciencias Melek Cam­pos Sofía—, pues la adquisición en los Estados Unidos de imanes permanentes, po­dría ser a más bajo precio y con menor demora, que lo registrado por su importación en China.

“Esto —refiere—, ha causado afectaciones en ingresos dejados de percibir, por la imposibilidad de concretar exportaciones de bienes y servicios, o de la venta en Cuba de equipos, lo cual repercute en la industria nacional, pues el empleo de la tecnología representa un ahorro promedio de hasta el 5 % en energía”.

A pesar de su gran utilidad en la protección del medioambiente, el servicio de análisis de gases estuvo inhabilitado durante dos años al no poder comprar en Estados Unidos el equipamiento de alto nivel necesario, mientras que actualmente está bloqueada la adquisición de un equipo analizador de agua comercializado por las compañías Skalar y Thermo Scientific.

“Semejante situación —enfatiza la máster Campos Sofía—, se aprecia en las trabas para contar con académicos norteamericanos en nuestra Conferencia Internacional de Elec­tro­magnetismo Aplicado, y en la reiterada negación de visas a un investigador nuestro, invitado a un relevante congreso sobre el tema en aquel país”.


LOS COSTOS SE SIGUEN ACUMULANDO
A casi cuatro millones de dólares asciende la cifra de los daños económicos ocasionados por el bloqueo al MES “según un cálculo conservador”, consta en un resumen realizado por dicho ministerio en el periodo entre abril del 2013 y mayo del 2014.

Por esa causa se acumulan pérdidas por la reubicación geográfica del comercio, las afectaciones monetario-financieras, a la producción y los servicios, y el bloqueo tecnológico, que limita el acceso a las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones, desarrolladas y comercializadas en la arena internacional.

“Cuba continúa en la lista de los países sancionados por United States Office of Foreign Assets Control, en la que también se encuen­tran Irán, Corea del Norte, Sudán y Siria”, —consta en dicho informe—, imposibilitados de contratar, acceder o emplear servicios y tecnologías disponibles en Internet. “Desde el año 2007, más de 80 sitios web dejaron de funcionar para nuestro país de manera sorpresiva”.

Tampoco puede el MES renovar el equipamiento informático de sus centros de investigación y universidades con la regularidad que requiere, pues se le prohíbe la importación de computadoras producidas por los mayores fa­bricantes del mundo como Hewlett Packard, Apple Macintosh, Dell, entre otros. Le cuesta un 30 % más de su valor real la compra por un tercer país.

Algunos ejemplos ilustran los contratiempos a los que se han visto sometidas las universidades por causa de la irracional política: La Universidad de Cienfuegos vio interrumpida sus acciones de intercambio con la Universidad de Tacoma, Washington, que realizaba desde el año 2001 con excelentes resultados, por lo que se dejó de ingresar al país alrededor de 13 800 dólares.

Tampoco fue posible realizar el pago por siete trabajos aceptados, de la Universidad de las Ciencias Informáticas en la modalidad virtual, al X Congreso Internacional de Tecnología, Co­nocimiento y Sociedad 2014, celebrado en Ma­drid, debido a que los bancos que se usarían eran todos norteamericanos.
Sin embargo, con el mismo prestigio que se levantará la voz de Cuba en la Asamblea Ge­neral de la ONU este 28 de octubre al presentar el informe sobre esa hostil política —rechaza­da año tras año por la comunidad internacio­nal—, continuarán cosechando resultados los centros e instituciones científicas de la En­se­ñanza Superior; y como el pasado septiembre, abrirán sus puertas cada año las casas de altos estudios en todo el territorio nacional.

Desde el espectómetro de absorción atómica, del Laboratorio de Luces, la doctora María Liba explica que el IMRE presta servicio de asesoría e investigación a las empresas.

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José Molina Vidal dijo:

1

16 de octubre de 2014

19:05:09


Hace ya unas semanas noto que se escriben artículos sobre los perjuicios del blodqueo económico, comercial y financiero de los Estados Sumidos de América contra mi país Cuba. Apoyo la iniciativa, aunque no se realicen comentarios. Ántes tenía que haberse hecho; no importa, sigamos y demosle oportunidad a cubanos dentro de Cuba de espresarse. Gracias, Molina

José Molina Vidal dijo:

2

16 de octubre de 2014

19:06:43


No obstante el cambio de formato me confunde y me siento como si perdiera "información", pero si debe ser así no importa nos adecuaremos. Gracias, Molina

Al dijo:

3

17 de octubre de 2014

07:54:55


La negativa a profesionales cubanos a publicar en revistas de impacto, no es del todo mala y podría verse desde Cuba como ganancia y no cómo pérdida. Cuba tendría que a través de la academia de Ciencias por lo menos crear algunas revistas científicas de tirada nacional, trimestral o anual. Revista con arbitraje nacional cuyos contenidos queden indexados en bases de datos nacionales. Eso de enviar trabajos serios a una editorial extranjera para que supuestos expertos en el tema decidan si publicarlo o no me parece que es jugársela, dado que pueden rechazarlos, y luego al tiempo aparecer publicados con otros autores. No se puede ser ingenuo, si se inventan las revistas allí y se publican trabajos sencillos pero serios llegará el momento que hasta Thomson-Routers va querer comprarla...Incluso debería ser una estrategia coordinada con otros países de la región. Siempre existe un método elegante de sortear un obstáculo. Saludos.

Roberto Mulet dijo:

4

17 de octubre de 2014

09:55:17


Que el bloqueo es una acción criminal, no hay dudas. Que afecta claramente nuestras capacidades de investigación en el MES tambien. Que eso influye en el ranking universitario también. Pero que no se pueda publicar siendo cubano, como único autor o como autor principal, en revistas norteamericanas debido al mismo, es falso. Ocurre solo en muy pocas revistas y cuando el departamento de estado trató de imponerle esa condición de manera general, al menos la sociedad Americana de Física, y no creo que haya sido la única, protestó airadamente y se negó a aceptarla. Cuba pública como promedio 1000 artículos al año en revistas del WoS, algunos sólo de autores cubanos, otros no. Pero conozco sólo contados casos- con los dedos de las manos-, donde los trabajos han sido rechazados por ser de autores cubanos. De hecho, muchos profesionales cubanos son árbitros de revistas con matriz en los estados unidos sin que eso haya sido nunca un problema. El bloqueo es culpable de lo que es, no de nuestras incapacidades.