
SANTIAGO DE CUBA.—Lejos de procurar remuneración monetaria alguna, la ingeniera mecánica Vivian Zayas Estivens confiesa que las numerosas innovaciones realizadas en los 28 años dedicados al mantenimiento de centrales eléctricas, han estado incentivadas por el aporte que brindan a la economía del país y el bienestar de la población.
Especialista en mantenimiento industrial, de la Unidad Básica Económica santiaguera perteneciente a la Empresa de Mantenimiento a Centrales Eléctricas (EMCE), para ella lo esencial es el estímulo moral que junto al reconocimiento de su colectivo, representan las condecoraciones y distinciones recibidas.
Así, a la motivación que entrañan las medallas Lázaro Peña, Jesús Menéndez y de Hazaña Laboral, la condición de Vanguardia Nacional durante 15 años, y demás galardones, se suma ahora el otorgamiento del Premio al Mayor Impacto Económico, por la Asociación Nacional de Innovadores y Racionalizadores (ANIR).
“Se trata de una alegre sorpresa —confiesa—, ya que habituada a encontrarle solución a los problemas presentados en el proceso de mantenimiento de las unidades generadoras de 100 MW, de la termoeléctrica Antonio Maceo (Renté), jamás pensé que esos trabajos pudiesen tener tal impacto.
“El primero —refiere—, consiste en la modificación del sellaje periférico de los calentadores de aire regenerativos, el segundo comprende la fabricación de los elementos de sujeción de las compuertas circulares de los ventiladores de tiro inducido, y el tercero la recuperación de los ejes de las compuertas de los ventiladores de tiro inducido y forzado.
“Relacionados todos con el funcionamiento eficiente de las calderas de alta potencia de esas unidades, su materialización demandó 27 472 pesos, y arroja un efecto económico ascendente a 523 781 pesos, aporte en el cual contribuyeron mis compañeros Danilo Ductel León y Juan Esparraguera Mayeta”.
Entre otros resultados, sus innovaciones redundan en una mejor situación técnica de las calderas y por consiguiente elevan su eficiencia en la producción de vapor y el ahorro de petróleo, inciden en la disminución del tiempo de mantenimiento de las unidades y agilizan su reincorporación a la generación de electricidad.
Tales ventajas, a las que se suman el ahorro de divisas por sustitución de importación de estos dispositivos que procedían de la antigua Unión Soviética, conllevaron a su aplicación en la termoeléctrica de Mariel, provincia de Artemisa, y al estudio para la generación en la termoeléctrica de Cienfuegos.
“En esos y los más de 500 trabajos acumulados sobre sistemas de caldera y turbinas, han sido decisivos el afán por conocer hasta los más complejos procesos y la formación al lado de este colectivo, pues a él me incorporé recién graduada en 1986”, asegura la presidenta del Círculo de Innovadores y Racionalizadotes de base.
“Entonces era la única mujer que al pie de los hombres caminaba por entre esos enormes hierros. A veces sentía temor, sobre todo al subir al domo de una caldera, que en altura compite con un edificio de 12 plantas, pero el interés por aprender y el sentido de pertenencia contribuyeron a enamorarme de tan impresionante escenario”.
Delegada a los tres últimos congresos de la ANIR, para Vivian el premio tiene como regocijo adicional la invitación a participar en esta primera Conferencia Nacional de la Asociación, los días 7 y 8 de octubre próximo, estímulo que según ella la compromete mucho más con el desarrollo económico del país.
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Alex dijo:
1
27 de septiembre de 2014
02:57:16
MBC dijo:
2
27 de septiembre de 2014
03:12:53
sonia dijo:
3
28 de septiembre de 2014
13:48:41
dorys dijo:
4
25 de octubre de 2015
22:41:08
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