ÓRGANO OFICIAL DEL COMITÉ CENTRAL DEL PARTIDO COMUNISTA DE CUBA
El criminal ataque israelí al pueblo palestino en la Franja de Gaza ha costado ya más de dos mil vidas. Foto: Huffingtonpost

LA HABANA.—Las agresiones de Israel contra el pueblo palestino y el apoyo de Estados Unidos a esos criminales hechos fueron condenados ayer, en la capital, por Silvio Platero Irola, presidente del Movimiento Cubano por la Paz y la Soberanía de los Pueblos (MovPaz).

Washington mantiene su apoyo a Israel en su criminal ataque al pueblo palestino en la Franja de Gaza, que ha costado ya más de dos mil vidas principalmente entre ancianos, mujeres y niños, dijo Platero Irola durante el acto central por al aniversario 65 del MovPaz, efectuado en el teatro del hospital Calixto García.

En presencia de fundadores del ente pacifista cubano, en el mismo escenario donde fuera fundado en 1949, el también académico recordó que la Casa Blanca ha sido promotora de la cadena de movimientos desestabilizadores que ha sacudido a muchas naciones árabes como Libia, Líbano y Siria, entre otros.

Platero Irola se refirió asimismo a la contribución de la Co­munidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) al antibelicismo mundial, con la declaración de la región como Zona de Paz, durante la II Cumbre del mecanismo en La Habana en enero último.

En nombre de los fundadores del MovPaz el doctor Helenio Ferrer García recordó que la entidad pacifista ha mantenido su pujanza y combatividad durante los 65 años transcurridos y significó la talla de quienes en 1949, durante el Congreso por la Paz y la Democracia, fundaron la institución.

El doctor Carlos Alberto Martínez Blanco, director del hospital Calixto García, se refirió al honor que para el centro asistencial y docente significa haber sido sede de un evento de tal trascendencia para la vida y el prestigio de Cuba.

Una moneda conmemorativa por el aniversario 65 del MovPaz, le fue entregada a Fernando González Llort, uno de los Cinco Héroes antiterroristas cubanos y actual vicepresidente del Instituto Cubano de Amistad con los Pueblos (ICAP).

El ingeniero José Altshuler, presidente de la Sociedad Cu­bana de la Ciencia y la Tecnología, la doctora Elsa Gutiérrez y Abelardo Adán García, de 93 años y ex dirigente de la Juventud Socialista, fueron asimismo acreedores de la moneda.

María del Socorro Gómez, presidenta del Consejo Mundial por la Paz, hizo llegar un mensaje —leído durante el acto— en el cual, en nombre de esa institución internacional reconoce “la influencia y combatividad de una institución aún más antigua que la nuestra”.

Presentes en la ceremonia se encontraban Jorge Risquet Valdés, miembro del Comité Central del Partido Comunista de Cuba, Oscar Martínez Cordovés, vicejefe del Depar­tamento de Relaciones Internacionales de la propia instancia partidista, y Kenia Serrano Puig, presidenta del ICAP.

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Cristóbal Reyes dijo:

1

9 de agosto de 2014

04:45:08


Es una vergüenza que permitamos la masacre que Israel comete con el pueblo palestino con el apoyo de imperio, haciendo muestra una vez mas de su doble moral. Cristóbal

Jose dijo:

2

9 de agosto de 2014

16:00:13


Granma, déjame darle copy/paste a esto y si El País se berrea por los derechos de autor, dale mi email y que me escriban: La hora de actuar El sentimiento de superioridad moral se ha convertido en una patología nacional que ciega a los israelíes. Y hace falta alguna audaz iniciativa política que no toman al estar convencidos de tener razón y ser las víctimas NIR BARAM 9 AGO 2014 - 00:00 CEST Uno. Hace unos días volvieron a sonar las sirenas en Tel-Aviv. En nuestro edificio no tenemos un refugio propiamente dicho, así que permanecimos en la escalera: dos hombres con sus dos bebés, dos ancianas y yo. “¿Dónde están los demás vecinos? Ya no vienen a la escalera como antes, qué pena...”, dijo uno de ellos, y todos nos reímos. Pocos minutos después oímos un ruido apagado y llegamos a la conclusión de que había caído un cohete. Al volver a mi piso leí un artículo escrito por Abir Ayub, un estudiante que reside en Gaza: “Este es el primer ataque que han sufrido mis dos sobrinitas, que viven en el mismo edificio que yo. Tienen menos de tres años y no logro hacer nada para tranquilizarlas cuando lloran por las explosiones. Lo único que puedo hacer es abrazarlas y decirles que son fuegos artificiales”. En efecto, Israel ha emprendido otra ofensiva en Gaza. Hamás estuvo disparando misiles contra las ciudades del sur de Israel, que han sufrido incontables ataques en los últimos años, y contra otras del centro del país, como Tel-Aviv, e Israel ha decidido bombardear Gaza. Una vez más, vemos bombas, muertes, disparos y un terrible sufrimiento humano, y volvemos a oír hablar de “objetivos” y “militantes armados”, nos dicen: “Dejad que ganen las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI)”. Nada nuevo; es el mismo espectáculo que se repite desde hace años, con operaciones que empiezan y terminan igual. Vivimos en un ciclo constante de operaciones militares y vida rutinaria. ¿Podrán los absurdos de la guerra de Gaza cambiar la mentalidad de los israelíes? Eso espero. Pero es difícil, porque muchos han construido un complejo mecanismo de protección que les permite negar la evidencia y aislarse de la realidad. No quieren saber que, desde la segunda Intifada, las FDI han matado a más de 1.600 palestinos menores de 18 años, incluidos más de 300 en la Operación Margen Protector, no quieren conocer el día a día de la ocupación, porque los hechos pondrían en peligro ese mecanismo al que muchos se aferran y que los medios de comunicación sostienen a sabiendas. Cuando muere un niño palestino, siempre hay una justificación para los informativos Un sistema que dice, por ejemplo, que la muerte de nuestros hijos es un hecho cruel pero, cuando muere un niño palestino —incluso una familia entera, como acabamos de ver en los ataques contra Gaza—, siempre hay una justificación, redactada para que la reciten como autómatas los presentadores de los informativos. Aunque los palestinos piensen, y con razón, que la muerte de todos esos niños inocentes bajo las bombas de la fuerza aérea israelí no tiene sentido. Según los medios israelíes, “las FDI no matan a niños sin motivo”; y la población asiente. En la actual campaña militar han muerto más de mil civiles palestinos, pero los informativos siguen recitando el manido mantra: el ejército no mata sin justificación, nunca matamos a niños a propósito. Esta proclamación robotizada y la superioridad moral a la que se aferra la mayoría de los israelíes nos aíslan de la realidad y crean un falso y peligroso sentimiento de acoso y persecución. Ese sentimiento de superioridad moral alcanzó su apogeo tras el asesinato de Mohamed Abu Jadair y antes de que se conociera la identidad de los asesinos. “Esto no puede ser obra de judíos”, decían. Pero los judíos son iguales a cualquier otro grupo étnico, y también cometen asesinatos espantosos. Sin embargo, los israelíes se aferran a una leyenda fantástica de moralidad, una mentalidad que expresó muy bien la ministra de Justicia, Tzipi Livni, supuestamente moderada, cuando escribió: “Nos han arrebatado la capacidad de decir que no somos así, que un asesinato tan horrible y sádico de un niño no puede ser obra de judíos”. He ahí la expresión más depurada de una falsa superioridad moral. ¿Por qué cree la ministra que cualquier otro grupo étnico sí es capaz de semejante brutalidad, pero los judíos, no? ¿En qué dato histórico basa esa hipótesis? ¿Cómo podemos cambiar la realidad cuando nos negamos a afrontarla? Dos. La izquierda israelí lleva años hablando de dos Estados y la separación entre judíos y palestinos. Yo siempre he insistido en hablar y escribir sobre el racismo en la sociedad judía hacia los que no lo son. En mi opinión, es el problema más candente: la ocupación es consecuencia de la incapacidad de reconocer los derechos de los no judíos. Y la cuestión se complica aún más cuando la propaganda del miedo, que apela al recuerdo del Holocausto, advierte a los judíos de que “estamos solo a un paso de Auschwitz”. Por eso, la mayoría de los judíos viven sintiéndose víctimas. Y, cuando una persona se refugia en ese sentimiento y en la falsa superioridad moral, no puede mirarse con sinceridad al espejo, sino que justifica sus acciones y presume de ser el judío “defensor de la vida”, mientras que el otro, el palestino, es “partidario de la muerte”. Tras 47 años de ocupación, tras los encarcelamientos, las muertes, la confiscación de tierras y la opresión cotidiana, el primer ministro Netanyahu habla del “inmenso abismo moral” que nos separa de los palestinos y las masas siguen creyéndole. El sentimiento de superioridad moral se ha convertido en una patología nacional, que ciega a los israelíes e impide el fin de la ocupación: no hace falta ninguna audaz iniciativa política cuando se está tan convencido de tener razón y ser la víctima. Es necesario un sistema de valores completamente opuesto, que no hable de separación y muros Más que propugnar la solución de dos Estados y respaldar una nueva e inútil ronda de negociaciones que constituya otro fracaso de Estados Unidos, el verdadero papel de la izquierda en Israel, hoy, debe consistir en ayudar a que los judíos que aquí residen reconozcan que no tienen por qué vivir en una sociedad que emplee el lenguaje de “judíos contra no judíos” y “judíos contra palestinos”. Esta forma perversa de pensar domina nuestra conciencia desde hace decenios, y debemos combatirla. El llamamiento a instaurar dos Estados y la separación entre judíos y palestinos no va a eliminar los sentimientos racistas. Creo que la sociedad judía israelí necesita una profunda transformación de valores. La idea de la separación ha empujado a los judíos a encerrarse en un Estado amurallado que, poco a poco, está convirtiéndose en el mayor gueto judío del mundo. La división entre judíos y árabes forma parte de la ideología del Gobierno racista de extrema derecha y, para luchar contra ella, es necesario un sistema de valores completamente opuesto, que no hable de separación y muros, sino que promueva la coexistencia en condiciones de total igualdad. Tres. No recuerdo haber visto nunca a tantos israelíes tan abatidos como en los últimos tiempos. Da la impresión de que casi han perdido la fe en su capacidad de construir su propio futuro. Aun así, están decididos a hacer algo. Es una combinación extraña, sin duda. Pero debemos recordar que aquí viven personas y que, mientras sigan viviendo, es inevitable que hagan planes, piensen en su futuro, tomen decisiones; la mente humana está siempre ocupada haciendo cálculos, ideando nuevas formas de actuar y preparándose para sus consecuencias. Por eso, en todas partes, oigo palabras de desesperanza mezcladas con el pulso vital, el reconocimiento de la derrota junto al empeño en luchar. Es muy posible que esté empezando a asentarse la conciencia de que nos encontramos en un momento decisivo. Y, si hay en Israel un grupo suficientemente grande de personas que todavía crean en el cambio y estén dispuestas a luchar por él, entonces, ha llegado la hora de actuar. Nir Baram es escritor israelí. Traducción del inglés de María Luisa Rodríguez Tapia.

Luiz Felipe Haddad dijo:

3

9 de agosto de 2014

18:37:34


Los dos Estados, Israel y Palestina, son legítimos, y deben vivir en paz. Radicalismos y odios, de un o de otro, nada construyen de bueno.

frank Mcdallas Sr dijo:

4

10 de agosto de 2014

11:31:22


Parece mentira , que existiendo,, varias potencias nucleares, como, Rusia , Korea del Norte, China, podriamos contar tambien, con Iran, que es bien poderoso, permitan que continuen estos genocidios les humanidad. A que o a quien le temen, o estan siendo controlados por el zionismo internacional, acabemos con las medias tintas y escribamos la realidad, estamos viendo que casi todo el planeta, esta siendo manipulados por ellos, porque entonces si no fuera asi, no se permitirian estos genocidios, aceptemolos, somos la gran mayoria , ganado esclavo, del ZIONISMO INTERNATIONTIONAL. Ojala Granma no me decepcione, censurando este comentario.

otto dijo:

5

10 de agosto de 2014

11:46:06


Lo que me extrana es que no existe una condena contra la matanza que lleva a cabo contra indefensos ninos mujeres e inclusives militares iraquies que desguellan y vejan por parte de terroristas islamicos en este pais o es que no son personas tambien

Luiz Felipe Haddad dijo:

6

10 de agosto de 2014

12:22:05


Ayer, yo escribi un comentario, diciendo que los dos Estados, Israel y Palestina Árabe, son legítimos y que deben vivir en paz. Pero el no fue publicado. Por que? Por contrariar la linea política del gobierno de Cuba? Muy triste. No comento nada más en ese diario. Saludos.

Alex dijo:

7

10 de agosto de 2014

21:10:00


Es imposible igular a la victima con el victimario, y en este caso esta bien claro quien es quien. El pueblo palestino ha estado sometido a un encarcelamiento en Gaza y ahora es quien pone los muertos. Pero no podemos dejar de condenar tambien la actitud irresponsable de Hamas, quien ademas desafia y enfrenta a la Autoridad Palaestina, causando mas daño que bien. No cerremos los ojos, esta crisis fue provocada por Hamas, para beneplácito de los extremistas judios en Israel. Los que sufren las consecuencias son los civiles palestinos. Corresponde a todas las potencias del mundo dejar de intervenir apoyando a un grupo o al otro .