
HOLGUÍN.— Con un largo camino por recorrer, la Empresa Agroindustrial de Granos-Gibara (EAIG-Gibara) deja huellas, las cuales deben ser atendidas en busca de pulir cada detalle de su funcionamiento; de manera que pueda ser advertida y rectificar cualquier fallo en pos de alcanzar su meta: obtener en nuestros campos parte de los alimentos que hoy compramos fuera del país a muy altos precios.
La evaluación de lo hecho desde finales del pasado año, cuando fue creada esta entidad que asume progresivamente la atención especializada de los productores de granos de la provincia, tanto en la etapa de siembra como en la comercialización de las cosechas, la aportan en primer lugar quienes están a pie de surco.
En este sentido, Fredman Abreu Ramírez, vicepresidente de la Cooperativa de Producción Agropecuaria José Ramón Rodríguez, en el norte de Velasco, ofrece elementos, a partir de que recientemente contrataron el servicio de preparación de 8,5 hectáreas destinadas a la siembra de maíz.
“Llegó un operador con un tractor T-150 K y en un rato dejó lista el área. Además, usó una picadora que convirtió en materia orgánica para el suelo los restos de la cosecha anterior de maíz”.
Pactaron, asimismo, el empleo de una sembradora. En ambos casos el precio de los servicios fue equivalente a cerca del 50 % de lo pagado de modo habitual a los particulares dedicados a esas actividades. “Por hectárea roturada, ellos cobran 250 pesos, además del combustible que les entregamos”, recordó.
En la Cooperativa de Créditos y Servicios Lidia Doce concertaron con la empresa la preparación de tierra y el desgrane de la cosecha de maíz. Granma fue testigo del momento en que el operador Ángel Eradio García, al volante de su tractor marca Fotón, remolcaba una silocosechadora mediana, de la cual salían totalmente limpios los granos. “En una jornada de ocho horas puedo cosechar hasta cuatro hectáreas”, aclaró el joven.
Es cierto que la EAIG-Gibara cuenta con nuevas máquinas y que su potencial productivo es alto; sin embargo en los resultados actuales influye la explotación racional, dejó claro el ingeniero mecánico Juan Ramón Pupo, especialista en mecanización en la empresa.
Disponen, explicó, de ocho tractores Fotón y tres de la marca T-150 K, integrados en dos pelotones que actúan por separado o unidos, según sea conveniente. Con ellos aseguran servicios múltiples de preparación de suelos.
Para la campaña de frijol Caupí, que está en fase de cosecha, en el territorio de Gibara acondicionaron 762 hectáreas distribuidas en los sectores estatal y cooperativo-campesino. De maíz fueron otras 521.
En un documento mostrado consta que los equipos, siempre respaldado por los contratos correspondientes, trabajaron en otros municipios, entre ellos Banes, Urbano Noris, Calixto García y Rafael Freyre. Durante el periodo lluvioso abril-junio auxiliaron a productores de la provincia de Las Tunas, en las zonas de El trompo, Pozo Blanco y Las Tapas.
Sin embargo, de conjunto con los buenos resultados, hay grietas por cerrar. Entre ellas está la insuficiencia de implementos para los tractores. En la situación más difícil están los T 150 K, que frecuentemente emplean los pertenecientes a las entidades a las que prestan servicio.
Necesitan gradas mullidoras, que hacen el laboreo más rápido y por tanto hay ahorro de combustible, lo cual abarata los costos de las operaciones, comentó Juan Ramón.

“Las fabrican en la Empresa de Implementos Agrícolas Héroes del 26 de Julio, en nuestra provincia, pero no las podemos comprar de forma directa, porque le corresponde al Ministerio de la Agricultura la adquisición y posterior asignación a los productores. Pero nos preocupa que la compra se dilate, porque averiguamos con los fabricantes y nos dijeron que para este año no recibieron demandas”.
Regresaron con la carga completa
El problema más grave que enfrentan, no obstante, es el acopio de las producciones; el cual tiene su impacto en la marcha de una de las mayores cosechas de maíz de los últimos años en Holguín (se esperan unas 8 mil toneladas) y en la explosión del caupí.
Norge Pérez Guerrero, presidente del Consejo Popular de Arroyo Seco, señaló que campesinos de la zona le transmitieron quejas acerca del abarrotamiento del almacén de la empresa, en Velasco. “Han tenido que hacer largas colas hasta la caída de la noche y algunos regresaron con la carga completa. La situación los alteró, porque el caupí se pica en tiempo corto”.
Sobre el desagradable panorama, Diosbel Jordán, miembro del buró de la Asociación Nacional de Agricultores Pequeños en el municipio, de Gibara, puntualizó: “Conocimos de campesinos con varios días con el frijol y el maíz en las casas, a la espera de resolver la lenta salida de lo almacenado en la empresa. Los productores están estimulados por los buenos precios, el comportamiento del tiempo y los llamados hechos para aportar más, pero se sienten frenados en situaciones como esta”.
Por suerte, añadió, la empresa solucionó las dificultades que tuvo al inicio para pagar a las formas productivas y cosecheros en general. “A decir verdad, no se han quedado cruzados de brazos ante los problemas”.
Jorge Francisco Velázquez Rojas, director general de la EAIG-Gibara, argumentó que han buscado todas las opciones posibles para disponer de mayor capacidad de almacenamiento. “Transformamos con ese fin un local que cumplió hasta hace poco funciones administrativas. Por concepto de inversiones, pretendemos recuperar instalaciones en mal estado en Bocas, Arroyo Seco y Uñas”.
En su opinión, el equipo de dirección debe cohesionarse más para conducir cada proceso con visión integral, de modo que prevalezcan el orden y la planificación en el uso de los recursos financieros y técnicos.
“Hasta ahora funcionamos con la Unidad Empresarial de Base (UEB) de Gibara, pero está prevista la creación de otras similares en los municipios de Holguín y Urbano Noris. De acuerdo con los planes de inversiones, allí montaremos secaderos de granos”.
En el municipio de Gibara ensamblarán otra instalación de igual tipo, complemento de la Planta de Beneficio de Granos por construir igualmente en ese territorio, conocido por sus tradiciones y posibilidades productivas.
Hacer un buen uso de los recursos asignados por el país con el propósito de lograr el despegue de la producción de alimentos, conlleva la responsabilidad de evaluar profundamente lo hecho y sobre la base de ese análisis, proyectar las acciones a emprender. El camino de la sustitución de importaciones requiere extinguir las pisadas en falso y las rutas inapropiadas.
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jorge dijo:
1
7 de agosto de 2014
22:26:14
Jorge Luis. Cape Fl. dijo:
2
8 de agosto de 2014
03:46:42
Jorge Luis. Cape Fl. dijo:
3
8 de agosto de 2014
04:02:05
Jge dijo:
4
8 de agosto de 2014
11:06:37
Betty dijo:
5
8 de agosto de 2014
14:48:56
Jge dijo:
6
8 de agosto de 2014
21:18:08
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