Avanza el proceso orgánico hacia la Conferencia Nacional de la ANIR

Más de 110 mil innovadores y racionalizadores aguardan con sumo interés la celebración de la Conferencia Nacional de su Aso­ciación, cuyas sesiones finales serán el 7 y 8 de octubre próximo en la CTC.

Según cifras reportadas por la Oficina Na­cional de Estadística e Información, durante el 2013 el efecto económico de su trabajo as­cendió a 757,3 millones de pesos, que ellos es­­tán seguros podría ser mayor de ganarse una conciencia superior sobre el impacto del es­fuerzo creador que realizan en los centros la­borales, ¿quién no conoce de equipos paralizados echados a andar, y otros resultados re­levantes puestos en práctica con significativos beneficios, gracias a su empeño y talento?

De ahí su expectativa a tenor de los preparativos de la cita del ingenio obrero, pues es­peran que a partir de los análisis y propuestas derivadas de este proceso, se desaten también en estas actividades los nudos-trabas que hoy las lastran, con lo que su contribución económico-productiva tendría un mayor impacto.

Alfredo Machado López, presidente de la ANIR, en encuentro con la prensa, actualizó la marcha del proceso orgánico hacia el evento, iniciado en octubre pasado, informando que solo restan por efectuarse cuatro conferencias provinciales —la última será la de La Habana el venidero jueves 17— y por elegir, menos de la mitad de los 300 delegados que participarán en la Nacional.

Estos encuentros territoriales han resumido lo planteado y acordado en las asambleas de base en los más de 11 mil comités de innovadores y racionalizadores y en las municipales, que han tenido como principal conclusión la disposición de los aniristas de continuar trabajando en la búsqueda de soluciones para cumplir lo que les corresponde en la actualización del modelo económico.

Las dificultades con la aplicación de la Ley 38, de las innovaciones y racionalizaciones, urgida de una revisión-actualización para atem­perarla a las actuales condiciones, de­moras en la tramitación de resultados por la centralización de las cuentas destinadas al efecto, insuficiente atención administrativa a las actividades de la ANIR, deficiencias en la planificación del presupuesto para estas en algunas entidades y debilidades en el funcionamiento de los Comités de Innovadores y Racio­na­li­zadores, que fueron objeto de debate en el XX Congreso de la CTC, figuran entre los principales planteamientos formulados en el proceso asambleario.