
LAS TUNAS.— Especialistas del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente (CITMA) continúan alertando y promoviendo acciones aquí, frente al creciente peligro asociado a la invasión de especies exóticas que inciden directamente sobre la vulnerabilidad de ciertos ecosistemas dentro del territorio.
Estudiado con detenimiento, ese asunto es medular en el prisma de un proyecto que durante los últimos años ha buscado mejorar en Cuba no solo la prevención, sino también el control y manejo de tales especies.
Aun cuando la pupila social e institucional suelen registrar mayoritariamente la rechazada “silueta” del marabú, la realidad confirma cada vez más cuán peligroso es el colonizador paso con que también plantan anárquico banderín la casuarina y el algarrobo de la India, la piña de ratón, la malva de caballo y el jacinto de agua o malangueta, mientras desde el reino animal enseñan uñas y colmillos verdaderos “personajes” como el perro y gato jíbaros, la hormiga santanica y el pájaro vaquero.
Hace alrededor de tres años, cuando estadísticas del CITMA asentaban aquí unas 90 mil hectáreas cubiertas de marabú, nadie hubiera negado el inhabilitante efecto de esa planta en áreas concebidas para producir alimentos, o las molestias que su presencia suele imponer para acceder a sitios que un día fueron cómodamente transitables.
Lo que no todo el mundo sabe es que, tras su apacible o “mansa” apariencia, variedades como la casuarina dejan letal efecto para los complejos de vegetación sobre las dunas, al acidificar el substrato natural, tornarlo intolerable para las especies propias de ese entorno, a la vez que pueden terminar convirtiendo la arena prácticamente en humus o en “tierra vegetal”, bajo el influjo de ramas y hojarasca acumulada progresivamente allí.
Según explica el MSc Amado Luis Palma, especialista principal en gestión ambiental, el proyecto ha permitido empezar a liberar áreas infestadas por la piña de ratón (muy buena para cercar, pero altamente nociva porque impide la caída y germinación de semillas de especies endémicas), así como la malva de caballo: invasora de potreros, resistente a la sequía, ingerida por los rumiantes y causante de una anemia que puede provocar la muerte masiva de rebaños.
No menos “curioso” es el asunto dentro de la fauna. Lo está demostrando la minúscula hormiga conocida como santanica o cuarentiña, de ardorosa picada, que muchas personas se preguntan cuándo y de dónde vino, o esa bandada de pájaros que se han adueñado de escenarios como el céntrico parque Vicente García, de Las Tunas, donde no solo “hacen y deshacen, comen y devuelven”, sino que incluso demuestran el “don que tienen las hembras para poner huevos en el nido de otras aves y hasta retirar los primeros a favor de los suyos”.
¿Interesante, verdad? Y preocupante también. De ahí nace el valor del mencionado proyecto y de la integración que en grado ascendente y cada vez más concreto deben seguir logrando ministerios, organismos, entidades e instituciones como los asociados al CITMA, el Servicio Estatal Forestal, la Agricultura, el sector azucarero, la pesca, fuerzas de Guardafronteras, los medios de comunicación y otros sectores que pueden contribuir a un mejor conocimiento, prevención, control y manejo de cuantas especies atenten desde una posición invasora contra el natural comportamiento de los ecosistemas.



















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Canario. dijo:
1
10 de junio de 2014
23:58:32
Canario. dijo:
2
11 de junio de 2014
00:28:56
Albert de Nicaro dijo:
3
11 de junio de 2014
07:56:17
Alfredo Lau dijo:
4
11 de junio de 2014
11:44:47
Yeini dijo:
5
11 de junio de 2014
12:13:51
cuba-brasil dijo:
6
11 de junio de 2014
15:00:04
Pablo LML dijo:
7
13 de junio de 2014
13:06:57
Julia leon prida dijo:
8
26 de mayo de 2020
12:57:52
Rafael dijo:
9
31 de agosto de 2021
15:10:26
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