
CAMAGÜEY. — Revertir el decrecimiento de los últimos años en la producción lechera, a partir de la eficiencia y de un mejor manejo de la masa ganadera, constituye uno de los principales retos que enfrenta hoy el campesinado de esta provincia.
Así lo ratifica Aida Díaz Figueredo, presidenta de la ANAP en esa instancia, quien aclara que si bien todas las producciones contratadas (incluida la entrega de leche a la industria) se cumplen hasta la fecha, los volúmenes aportados distan bastante de la demanda real del territorio.
Para la actual campaña, los campesinos deben vender a la Empresa Láctea 58 millones de litros (alrededor del 70 % del programa total de la provincia), cifra que refleja el peso decisivo del sector en la recuperación de la ganadería camagüeyana, que aporta la cuarta parte de la leche y la carne que produce el país.
“Un buen síntoma, comenta Aida Díaz Figueredo, es que en pleno periodo seco se entregaron hasta el cierre de abril más de 549 mil litros de leche por encima de lo planificado, lo cual augura una mejor situación cuando nos adentramos ya en la etapa pico de la producción”.
Refiere la dirigente campesina, sin embargo, que no todos los municipios y cooperativas halan parejo, pues mientras ocho territorios rebasaron sus planes respectivos para la etapa, Sierra de Cubitas, Esmeralda, Minas, Nuevitas y Sibanicú incumplieron las cifras de leche contratadas.
Aunque se observa una tendencia gradual al crecimiento, es preciso trabajar fuerte en la solución de las deficiencias, si se tiene en cuenta que en fecha no tan lejana como el 2010 el sector cooperativo-campesino entregó 62 millones de litros y sumaban once las cooperativas millonarias en la producción lechera.
“Contrario a ello, informa la presidenta de la ANAP en Camagüey, el año pasado estuvimos cerca de los 57 millones y solo tres unidades alcanzaron tan alta condición: las cooperativas de créditos y servicios Evelio Rodríguez, de Jimaguayú; José Antonio Echeverría, de Camagüey y Niceto Pérez, de Nuevitas”.
Entre otras acciones impostergables, para transformar tal estado de cosas urge mejorar la calidad genética del rebaño, garantizarles el agua y la comida a los animales, crear condiciones idóneas de manejo de la masa y eliminar trabas, malentendidos y violaciones en el proceso de compra-venta de la leche.
“En ese empeño, explica Aida Díaz Figueredo, las juntas directivas están llamadas a desempeñar un papel mucho más activo en cuanto a exigencia, control y vínculo con los productores, que facilite el intercambio, la capacitación y el asesoramiento para elevar los indicadores de eficiencia que hoy están muy deprimidos”.



















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Casimiro Delgado Torres dijo:
1
10 de junio de 2014
12:30:05
lolo dijo:
2
10 de junio de 2014
13:38:16
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