CIÉNAGA DE ZAPATA.— El cambio climático no es un peligro exclusivo para esta región, aunque es sin duda el sitio más vulnerable ante el incremento del nivel del mar, sobre todo en la línea de manglar, primera defensa del territorio sureño, donde se agrupan varios tipos de ecosistemas.
Este razonamiento de Pablo Bouza Rodríguez, director de la Empresa Forestal Integral Ciénaga de Zapata, permite entender la importancia de proteger el agua, lo cual aquí es igual a salvaguardar el más grande humedal de Cuba y del Caribe insular.
Esta cuenca, de los más complejos sistemas de drenaje cársico del país, garantiza también la protección del agua en el occidente y centro del país, significa Bouza Rodríguez.
En auxilio de la línea costera realizan acciones para eliminar las especies invasoras como la casuarina y están repoblando los manglares, básicamente con mangle rojo.
La línea de manglar asume doble función: una especie de muro de contención para evitar la salinización de las aguas de la Ciénaga y a su vez impide que los químicos utilizados en las áreas agrícolas lleguen al litoral.
Esa es la razón de la Estación de San Lázaro, unidad de manejo y conservación del área marina y costera, ubicada en el Canal de Guamutales, con el objetivo esencial de monitorear el comportamiento del preciado líquido. Las compuertas se abren o se cierran en dependencia de ello, explica William Vasallo, al frente de dicha unidad.
Acentúa el especialista que en la Ciénaga de Zapata es vital controlar el flujo y reflujo del agua para eludir el escape de esta. El cierre de los canales de los Hondones y del río Hatiguanico, y sobre todo el sistema de compuertas de San Lázaro ha evitado la pérdida de millones de metros cúbicos en los últimos años, dijo.
Declarada región especial de desarrollo sostenible, la Ciénaga de Zapata tiene una superficie de 4 500 kilómetros cuadrados, posee uno de los mayores reservorios de agua dulce del país y constituye la mayor área de pantanos y marismas.
Significa Bouza Rodríguez que el humedal es alimentado tanto por escurrimiento superficial como por acuíferos adyacentes de las llanuras de Habana-Matanzas y de Colón, y conduce naturalmente el flujo de sus aguas de este a oeste para desaguar fundamentalmente por el río Hatiguanico, donde las compuertas de San Lázaro controlan su cauce desde hace varios años.



















COMENTAR
luis alberto pino sanabria dijo:
1
30 de mayo de 2014
07:50:47
Responder comentario