
GUANTÁNAMO.— Los giros que impone la vida cambiaron de un tirón las aspiraciones profesionales del baracoense Norge Luis Rodríguez Rodríguez, usufructuario convertido hace un buen tiempo en uno de los buenos productores de cacao en el país.
En 1991, graduado como técnico medio en Mecánica Naval, estaba próximo a emprender su primer periplo marítimo, misión abortada por el inicio de la Guerra del Golfo y la situación del periodo especial en nuestro país.
Por esos avatares tuvo que abandonar el barco y regresar a su natal Mandinga, zona próxima por el sudeste al municipio de Maisí. “Allí fui turbinero, jefe de finca, administrador de la OFICODA (Oficina de Control para la Distribución de los Abastecimientos) e instructor de la Unión de Jóvenes Comunistas”, rememora.
“Después me asenté en Palo Gordo para atender la zona de Mosquitero como cuadro de esa organización juvenil, hasta que en 1997 me hice usufructuario, beneficiado por la Resolución 419. Al año siguiente fui elegido presidente de la Cooperativa de Crédito y Servicios (CCS) Calixto García, responsabilidad que desempeñé durante 14 años, y en 2004 presidente de la Asociación Nacional de Agricultores Pequeños (ANAP) en el municipio de Baracoa”, argumenta Norge Luis, quien fuera además Vanguardia Nacional Juvenil Campesino por un trienio y en el 2000 visitara la República Oriental del Uruguay como estímulo a sus resultados productivos.
Asegura haberse dedicado al cacao por el buen desarrollo de este cultivo en Baracoa, y por el hecho de que es la zona donde vive.
Ahora, con 43 años y convertido en un experto campesino, dice estar muy contento con su elección pues el cacao se está potenciando con diversos recursos, y su precio se incrementó de 50 pesos a 200 el quintal de primera calidad.
“Esos elementos han motivado a los productores, quienes atienden mejor las fincas, crecen en áreas, renuevan las viejas plantaciones y optimizan las cosechas. Aunque en todo ello resta bastante por hacer, esencialmente en la renovación de los viejos e improductivos cacaotales.
“Esta zafra marcha muy bien en todo el municipio, tanto que se comenta que puede constituir récord. Yo, por ejemplo, debo llegar a 70 quintales (3,2 toneladas) y sobrepasar las 0,50 tonelada por hectárea de rendimiento”.
Expresa nuestro entrevistado que en octubre próximo, aprovechando espacios de tierra dedicados a potreros y a producciones de autoconsumo, debe emprender la siembra de nuevas áreas de cacao. “Ahora —puntualiza— cuento con 2,6 hectáreas de ese renglón (de ellas 2,3 en producción) y aspiro a llegar a cuatro en el año venidero”.
Norge Luis se siente realizado como usufructuario, pues además de cacao también produce viandas, cerdos criollos y aves de corral, lo que le garantiza cumplir sus compromisos con el Estado y la seguridad alimentaria y financiera de su familia.
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Canario dijo:
1
30 de mayo de 2014
17:44:40
diego dijo:
2
2 de diciembre de 2017
23:27:24
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