
“El vértigo es un problema de salud. Es un síntoma que aparece acompañando a más de 300 enfermedades, y desde el punto de vista social, repercute considerablemente en la vida de los pacientes porque los incapacita para realizar sus actividades cotidianas. La persona no puede ir al trabajo porque corre el riesgo de caerse, entonces se afecta su economía y por supuesto también la del país”, aclaró la doctora en ciencias médicas Eulalia Alfonso Muñoz, especialista de segundo grado en Otorrinolaringología y audióloga del Hospital Carlos J. Finlay.
El vértigo consiste en una sensación anormal de movimiento, que puede manifestarse en los objetos que rodean al enfermo o ser este el que presente esa sensación. Una de cada diez personas que asisten a las consultas de Otorrinolaringología refieren este síntoma, que puede acompañarse de náuseas, sudoración, palidez, evolucionar por crisis, tener adicionados ruidos en los oídos, y en muchas ocasiones pérdida de la audición.
La doctora refirió que en el oído interno se encuentran las estructuras encargadas de mantener el equilibrio, y que cuando el daño ocurre a este nivel, se está en presencia de un vértigo periférico que generalmente es benigno, puesto que aunque aparece de forma brusca, no existen otros signos o síntomas neurológicos y nunca ocurre pérdida de la conciencia.
Destacó, además, que las causas que pueden producir vértigo son diversas, entre ellas las enfermedades infecciosas del oído medio, traumas en la cabeza, herpes zóster ótico, sífilis, vértigos asociados a migrañas, enfermedad de Meniere (producida por el aumento de la presión de los líquidos del oído interno), enfermedades virales, administración de medicamentos que afectan el oído (gentamicina, kanamicina, cloroquina, dosis altas de aspirina), tóxicos como el alcohol, el tabaco, las drogas, intoxicaciones por plomo, alcohol etílico, provocadas por el movimiento, cambios de posturas, lesiones vasculares propias del oído o generales como la hipertensión arterial, tumores, enfermedades heredofamiliares, entre otras.
Asimismo, hay otras causas de vértigo que no se relacionan directamente con el oído como son los trastornos psicológicos, lesiones en el aparato visual y trastornos neurológicos como la epilepsia.
“En el 90 % de los casos, un interrogatorio minucioso y un examen físico detallado son suficientes para hacer el diagnóstico; aunque existen algunos dudosos, en los cuales hay que realizar técnicas determinadas que permitan localizar dónde está situada la lesión. Entre ellas se encuentran la tomografía axial computarizada y la resonancia magnética nuclear.
“En Cuba estamos introduciendo pruebas diagnósticas especiales que permiten —con la estimulación calórica de los oídos—?? el estudio de signos que aparecen cuando existe vértigo: es el caso del movimiento involuntario de los ojos. Esta técnica se conoce como Electronistagmografía, y se basa en el registro eléctrico de estos movimientos aprovechando que el ojo se comporta como un dipolo eléctrico donde la retina tiene carga negativa y la córnea positiva”, explicó la especialista.
“Es de relevancia primordial, porque deviene arma poderosa desde el punto de vista clínico, al ofrecer gran cantidad de información para la realización del diagnóstico topográfico de estos pacientes, y la evaluación del pronóstico de estas enfermedades”.
Señaló también que el tratamiento del vértigo periférico consiste en aliviar los síntomas y proponer al enfermo una serie de ejercicios que complementen la terapia farmacológica acelerando el proceso de recuperación: esta terapia se denomina rehabilitación vestibular y actualmente es la más eficaz para este padecimiento.
Por otra parte, expresó que en el caso de los niños pequeños el vértigo tiene sus peculiaridades, pues —aunque se registran datos estadísticos de que aparecen en el uno por ciento de los pacientes que asisten a los hospitales pediátricos— al no poder transmitir bien lo que padecen, su diagnóstico se torna difícil. Además, añadió que en esta población, raras veces el vértigo se acompaña de sorderas o ruidos en el oído, y que en los niños mayores de 5 años la sintomatología se comporta igual que en el adulto.
“Generalmente los pacientes que aquejan vértigos se muestran ansiosos y deprimidos porque piensan que tienen una enfermedad grave e incurable. Esto es comprensible ya que mayormente son cuadros recidivantes, aparatosos y acompañados de síntomas incapacitantes. En este sentido, aunque un por ciento limitado requiere de una evaluación multidisciplinaria por ser cuadros complejos y de difícil manejo; estos procesos en la mayoría de los casos responden satisfactoriamente a la terapéutica habitual”, concluyó.



















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Russell GTP Mileham dijo:
1
22 de mayo de 2014
08:41:26
Marta dijo:
2
22 de mayo de 2014
14:53:09
Luis Sauceda dijo:
3
20 de marzo de 2018
14:28:47
gustavo crenna dijo:
4
21 de marzo de 2018
22:49:27
Isabel dijo:
5
30 de octubre de 2018
20:22:03
Gabriela dijo:
6
21 de abril de 2019
16:21:13
David Aguero aburto dijo:
7
21 de abril de 2019
23:25:04
Jonathan Sanchez dijo:
8
20 de julio de 2019
23:10:50
maria soledad vilches leon dijo:
9
10 de enero de 2020
11:33:04
Yasmay Respondió:
4 de enero de 2022
20:46:51
Yasmay dijo:
10
4 de enero de 2022
20:37:20
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