
BOCA DE CAMARIOCA, Matanzas.— Aunque sobrelleva el quehacer rutinario como cualquier otra pequeña localidad cubana, Boca de Camarioca disfruta el delicioso ambiente que caracteriza a los poblados costeros, donde la cercanía del mar y la vida auténtica de los pescadores crean una forma de vivir.
Aquí la gente siente una especial predilección por lo suyo, creo que eso nos define, sostiene Raúl López Jiménez, un hombre de 76 años de edad, nacido y criado en la comunidad matancera. Los que son de por esta zona se sabe a simple vista, llevamos el salitre impregnado en la piel, dice orgulloso.
Ese afecto se traduce en una entrañable preocupación por la suerte del pueblo, explica Ernesto Hopuiy Abréu, orientador político de los Comités de Defensa de la Revolución (CDR) en los Consejos Populares que comprenden Varadero, Santa Martha y Boca de Camarioca.
“Lo explica de cierta forma la existencia en este lugar de dos de lo más sobresalientes Destacamentos Mirando al Mar que actualmente están creados en la provincia de Matanzas. Las personas están conscientes de que deben proteger sus litorales”, comenta Abréu.
Dice que desde 1963 en Boca de Camarioca existían patrullas costeras, pero que no fue hasta 1998 que se creó el primer Destacamento Mirando al Mar, el cual lleva el nombre de Jesús Fernández Rodríguez, guardafrontera caído en combate en un enfrentamiento con lanchas piratas.
“Un año después creamos el Destacamento Protesta de Baraguá, y en el 2003 formamos otro con los hijos y nietos de los fundadores de aquellos. Todos están debidamente organizados en función de vigilar la costa.
“Los sistemas de aviso están engrasados para que fluyan lo más rápidamente posible los partes emitidos por los miembros civiles que junto a los efectivos de Guardafronteras contribuyen a preservar la seguridad de su localidad y del país”.
Aunque algunos integrantes de estas agrupaciones evitaron el robo de una embarcación, han detectado varios recalos de droga y protegen la captura de especies marinas en peligro de extinción, el hecho más frecuente aquí es la frustración de salidas ilegales del país.
“Ya al atardecer no pocos de nosotros recorremos las costas y revisamos lo que la marea dejó en la orilla; otros, incluso más jóvenes, se les ve mirando el horizonte en busca de los peligros que pueden llegar del mar”, explica Carlos Limar Ruano, fundador de los Destacamentos Mirando al Mar.
Asegura el viejo pescador que el compromiso de las personas que viven en Boca de Camarioca está bien definido. “Este es un pueblo muy revolucionario, que responde de forma inmediata ante cada convocatoria, lo mismo para una movilización masiva que para auxiliar a algún desamparado en el mar.
Israel Franklin Pérez, quien reside a escasos metros de la conocida playita Burén, lleva varios años en esta tropa y es el presidente del Consejo de Defensa.
“Nunca he encontrado incidencia durante mis patrullas, pero me consta que estas formas populares de defensa de las costas son de gran valor. Asumí la tarea para salvaguardar la Revolución y a los pobladores de peligros como la droga. Creo de todas formas que debemos continuar fortaleciendo los destacamentos con la inclusión de más jóvenes, así como estimular a los integrantes más sobresalientes”, subrayó.
Enclavado en las proximidades de Varadero, el poblado de Boca de Camarioca tiene, sin embargo, sus propios encantos. Los más de 7 000 habitantes que residen allí disfrutan de más de un kilómetro de playa y de los beneficios de unos cinco kilómetros de zona costera. Son atributos que deben cuidar celosamente. Hopuiy Abréu lo sintetizó de esta forma:
“Los cederistas de estos destacamentos comprenden que para continuar disfrutando de las maravillas de este lugar es preciso fortalecer la vigilancia popular revolucionaria y potenciar el papel de los CDR en la protección de nuestras costas”.



















COMENTAR
Responder comentario