ÓRGANO OFICIAL DEL COMITÉ CENTRAL DEL PARTIDO COMUNISTA DE CUBA
En esta área de la finca de Antonio Barzaga, mientras se cosecha la frutabomba, están en desarrollo la guayaba y el aguacate. Es la expresión del policultivo. Foto: Jorge Luis Merencio

Guantánamo.— Los productores de la Cooperativa de Crédito y Servicios Fortalecida Mariana Grajales (CCSF), ubicada al noroeste de la ciudad de Guantánamo, centran sus esfuerzos en estos días en completar las 67 hectáreas comprometidas con la primera etapa del programa de siembra de frutales.

Según las cuentas de Gilberto Pérez Vega, el presidente de la organización de base campesina, hasta hace unas jornadas les restaban diez hectáreas para alcanzar la meta, la cual deben concretar en este mes.

Hasta el presente el grueso de las siembras ha sido de mango, guayaba y frutabomba, esta última preferentemente intercalada entre los otros dos cultivos. Una menor cifra corresponde al aguacate y otras especies, atestigua el directivo.

Expresa que la acogida del programa ha sido amplia entre los asociados, tal y como lo demuestran los 42 incorporados, entre los que descuellan Antonio Barzaga, quien destina sus 2,6 hectáreas a esta producción; Raúl Díaz, el campeón de los rendimientos, y Eugenio Beltrán, creador de un vivero tecnificado para la obtención de posturas de guayaba por esquejes.

Ese vivero, ubicado en la finca Río de Janeiro, en la zona de San Ildefonso, dispone hoy de más de 30 mil posturas de guayaba enana roja, variedad que la Cooperativa fomenta por su rápida y buena parición, más la calidad del fruto.

Las posturas de mango, y buena parte de las de guayaba, las adquirimos en el municipio de Cabaiguán, provincia de Sancti Spíritus, precisa Gilberto.

Como parte del aseguramiento material al programa de frutales, trabajadores de la Organización Básica Eléctrica instalan las líneas, los bancos de transformadores y otros dispositivos en las áreas que dispondrán de los sistemas de riego destinados a esta importante producción. Por el momento esa inversión ha permitido electrificar viviendas de campesinos que no disponían de ese valioso servicio.  

Mientras tanto, el agua llega a las plantaciones con los medios al alcance de los productores, pero el programa avanza, tal y como lo corrobora Ramón Sánchez Ocaña, jefe de frutales en la Delegación Provincial de la Agricultura.

Esta experiencia comenzó en Guantánamo en el 2013 por dos CCS (Mariana Grajales y Ángel Bouza) y este año, en una segunda etapa, se incorporaron otras tres cooperativas de ese tipo: la Frank País, Osmel Gonzalvo y Sabino Pupo, explica Ramón y continúa:

“En el 2013, aún sin plan, se plantaron 96 hectáreas. En lo que va de este ya sembramos 58 de las 100 planificadas. Al ritmo que vamos, lo más probable es que lleguemos a diciembre con no menos de 150 hectáreas, para ganarle un trecho a lo previsto hasta el año 2015”.


“ME QUEDO CON LOS FRUTALES”

Antonio Barzaga asegura estar tan apasionado con los frutales que ha destinado a ellos toda el área de su finca, ubicada en Tumbalabana.

En su tierra, hasta hace poco tiempo dedicada a los cultivos varios, fructifican hoy la guayaba y la frutabomba y crecen el mango y el aguacate.

“Ya tomé la decisión de dedicarme por entero a los frutales. Ellos tienen mercado seguro (sobre todo con la industria), buen precio, prácticamente no demandan de productos químicos y son muy eficaces en la preservación del suelo”, expresa con autoridad.

Y agrega: “Casi no requieren de roturación del terreno, al que protegen de los efectos de las lluvias y por tanto de la erosión, y aportan nutriente al suelo mediante la gran cantidad de hojas que desprenden.

“Esos cultivos, después que crecen, también aseguran sombra perenne al suelo, lo que propicia la supervivencia de la flora microbiana del lugar, la cual crea una protección natural contra las plagas y enfermedades”, diserta el labriego.

Los conocimientos de este campesino sobre el más importante de los recursos naturales, y la defensa que hace de él, no son fortuitos. Tienen su fundamentación en el hecho de que su Cooperativa, y como parte de ella su finca, constituyen escenarios del primero de los dos polígonos demostrativos de conservación y mejoramiento de suelos, aguas y bosques, en ejecución en esta provincia.

Las frutas constituyen una de las fuentes fundamentales de suministro de vitaminas y minerales a las personas. En Cuba, como en gran parte del mundo, tienen amplio uso, empleándose en la industria en la elaboración de pulpa para compotas, helados, dulces, refrescos, mermeladas…; y en la producción de conservas. También se consumen directamente o son empleadas por las familias en batidos, jugos y dulces caseros.

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Armando Cardona dijo:

1

4 de mayo de 2014

21:20:46


Como apasionado de la agricultura que soy, me intereso fácilmente por este tipo de noticias. El uso ordenado y disciplinado de los recursos naturales, incluyendo el agua y los suelos, es algo que nos es impuesto no digo yo por las condiciones del mercado, sino por la propia madre tierra, que con el cambio climático y la creciente escasez global de agua dulce nos empieza a pasar factura por siglos de explotación inmisericorde. La agricultura fue condición originaria sine qua non para que surgiera la civilización humana; al paso que vamos, igual va a ser el último reducto para evitar que llegue a su fin la civilización humana, tal y como la conocemos.

Canario. dijo:

2

5 de mayo de 2014

09:39:17


¡ Uffffff: se le hace a uno la boca agua leyendo este artículo, que menciona frutos tan tropicales como riquísimos! Aguacate, mango, guayaba, frutabomba (aquí, papaya)... En Canarias se vende-consume mucho la "pasta de guayaba" de Cuba, preparado que los isleños popularmente conocemos por "conserva" ... Siempre fue golosina muy apreciada, especialmente por el rejindraje/el chiquillerío. Solía darse una lasca de "conserva" con un trozo de pan, para merendar o lo que fuera: ¡ todo un lujo de manduca/comida, que pocos afortunados podían saborear, y no habitualmente...!