ARTEMISA.—Cuando se pone a prueba la voluntad no existen imposibles. En el municipio de Alquízar fomenta su desarrollo una minindustria, cuyo nombre es La Caprichosa, y no por gusto, pues sus trabajadores ponen el máximo empeño en generar producciones de calidad y asequibles a la población.
“Esto era un comedor en demolición y la Empresa Agropecuaria del municipio decidió hacer una minindustria por la necesidad que tenía el territorio, al no existir ninguna”, manifiesta Daniel Orlando Macurán, el administrador.
Unidades de este tipo constituyen importantes eslabones en la cadena productiva agropecuaria, pues aprovechan excedentes de producciones o aquellas que se envejecen en tarima para transformarlas en diferentes derivados.
“Trabajamos con productos de tercera y Acopio nos abastece; así les damos utilidad”, agrega. A diario hacen unos 700 kilogramos. Solo siete trabajadores laboran en la unidad y todo lo realizan de forma artesanal, pues apenas cuentan con algunos implementos.
De esa forma, elaboran encurtidos, puré de tomate, dulces en almíbar, mermeladas, y como materia prima emplean zanahoria, pepino, col, tomate, ají pimiento, guayaba, frutabomba… en dependencia de la época del año.
Como alternativa emplean envases de plástico y utilizan además el nylon. “No nos conviene la lata porque es muy cara y por tanto, se encarece el producto terminado”, precisa el administrador.
“Vendemos en ferias agropecuarias y en el mercado de la granja urbana, además a las formas productivas del municipio que tienen mercados arrendados en la capital, y a empresas como la Agropecuaria de Güira, la Tabacalera de San Antonio de los Baños, la Nacional de Frigoríficos, entre otras unidades”.
Para ellos conseguir los insumos no es una problemática, como sí sucede en otros lugares. Tienen contrato con TecnoAzúcar, el vinagre lo adquieren en una empresa de Pinar del Río y la sal se la asigna la Empresa Agropecuaria.
Entre los pasos de avances a dar, el administrador comenta que está previsto montar una máquina beneficiadora, la cual agilizará el proceso productivo y permitirá llegar a las dos toneladas diarias de producción terminada, aparte de lo que hacen artesanalmente.
Después de hacerse la selección de los vegetales y frutas, la máquina permitirá su cocido o prelaboración, el mecanismo de despulpe, batido o molida, y el enfriamiento y envase, mientras el almacenamiento será en cámara fría, la cual se montará junto con este equipamiento.
También hacen otras producciones como croquetas, hamburguesas, medallones y chorizos para el consumo interno de la Empresa Agropecuaria.
“Aquí la gente trabaja”, afirma Daniel Orlando y así lo demuestran Benita Nancy Tamayo, Miosoti Morera, y Yanara de Armas, fundadoras del centro, quienes aseguran que dan lo mejor de sí para que la unidad prospere.
Las minindustrias están llamadas a generar producciones, de manera que sean capaces de suplir, en la medida de lo posible, determinadas necesidades de la población y casos como este demuestran que proponerse dicho objetivo y lograrlo, es posible.
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Armando Cardona dijo:
1
30 de abril de 2014
23:06:42
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