Las acciones constructivas de Villa Guamá, modelo de la típica arquitectura indocubana, comenzaron a inicios de la Revolución como parte de un programa ideado por Fidel para el desarrollo turístico de la región sureña, y que incluía además Playa Larga y Playa Girón. Se erigieron 12 islas artificiales en uno de los extremos de la Laguna del Tesoro, un paraje con grandes valores naturales, rico en flora y fauna. Al propio tiempo, realizaron canales fluviales para el acceso a ellas mediante pequeñas embarcaciones.
En 1961 empezó la construcción de las cabañas y demás instalaciones, que comprendía el museo, el restaurante Abey, la piscina y la Aldea Taína, entre otras obras. Todas las cabañas fueron levantadas sobre pilotes de caguairán.
La comunicación entre las islas se diseñó y montó por medio de puentes de madera, con pilares de júcaro procedentes de la propia Ciénaga de Zapata. Para la creación de dichas islas se utilizó madera y un volumen importante de turba, así como pilotes de yuraguano para limitar y proteger las distintas construcciones y los islotes.
Sin duda alguna, el atractivo principal del centro es la réplica de una aldea taína, fruto del ingenio creativo de Rita Longa.
COMENTAR
Responder comentario