
CIRO REDONDO, Ciego de Ávila.—Más de un siglo ha pasado desde que el central Ciro Redondo echara a andar su andamiaje, pero el centenario se mueve sin achaques ni desmayo en la presente zafra, haciendo cumplir el axioma del experimentado trabajador azucarero Plutarco Mata Martínez, que lo conoce como la palma de su mano: “Si el Ciro anda bien, la provincia anda bien”.
Allí pasaron al olvido aquellos años en que la ineficiencia marcó al colectivo, como en el 2003 cuando el aprovechamiento de la norma potencial fue solo del 52 %, o aquel 2008 con un rendimiento acumulado de 9,08, o el 2009, etapa en la que llegaron hasta un 29,62 % de tiempo perdido.
Hasta el pasado 20 de marzo cumplían al 82 % el aprovechamiento de la norma potencial, planificada discretamente al 75; el tiempo perdido fabril andaba por el 8 %, de una norma de 14,00; al igual que en otros indicadores como el recobrado (84,26 %), el rendimiento potencial de la caña (RPC) y la calidad del crudo, aspectos en los cuales exhiben significativa mejoría en comparación con anteriores campañas.
Vidal Martín Sarduy, director de esa unidad Empresarial de Base, asevera que desde el 17 de diciembre pasado, cuando arrancaron, han mantenido molidas estables, con un cohesionado accionar entre los cosecheros, transportistas y trabajadores de la fábrica.
Aunque el rendimiento marcha al 94 % y cuentan con disponibilidad de caña, deviene bombillo rojo en el horizonte de la zafra, en tanto ya son más de 90 días de actividad y ese indicador de eficiencia no ha podido sobrepasar el 10 %. “Entre las causas fundamentales del incumplimiento —explica Vidal— se encuentran el bajo brix (cantidad de sólidos totales disueltos en el jugo), el alto porcentaje de materias extrañas y las afectaciones ocasionadas por las lluvias”.
Sin embargo, Vidal expone las fortalezas del colectivo como la unidad, la cohesión y la voluntad de los obreros para rebasar esas dificultades.
ELLA HABLA DE LA INDUSTRIA
Arminda Meneses Unzué, jefa integral de turno en la industria, revela que la preparación de la presente zafra fue muy buena y “cuando sucede así, se alejan los temores de las malas campañas”.
El técnico Octavio Triguero Cruz coincide con ella y argumenta que, además de la reparación, los mantenimientos programados también constituyen la garantía de una eficaz operación fabril y un antídoto contra las roturas.
Al sacar sus cuentas, Feliberto Barrio López, el jefe de sala de control más joven (solo 27 años) de los cuatro centrales en operaciones en la provincia de Ciego de Ávila, precisó que los tropiezos no han impedido que tengan unas 200 toneladas por encima del plan hasta la fecha. “No son muchas, pero es algo y no albergamos ninguna duda del cumplimiento del plan”.
Otro joven, Luis Ramón Montoya, 24 años, operador del basculador, sostiene que el abasto de caña se ha comportado bien, con un alto porcentaje de tiro directo al basculador. “Eso da frescura a la caña, porque casi no demora del campo a la industria”, asevera.
En el área de molino, Odeli Revilla Odelín, jefe de brigada, manifiesta que “el central se ve bien, con la fuerza necesaria para la etapa final”.
Al coloso avileño le restan pocos días de zafra, pero los directivos y trabajadores están seguros de que la actividad del ingenio podría estirarse más allá de lo programado si la provincia y el país lo necesitan.
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Carlos M dijo:
1
7 de abril de 2014
12:18:05
Yoslen dijo:
2
7 de abril de 2014
14:35:36
Verónica León dijo:
3
7 de abril de 2014
21:40:36
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