ÓRGANO OFICIAL DEL COMITÉ CENTRAL DEL PARTIDO COMUNISTA DE CUBA
Foto: Dilbert Reyes Rodríguez

La siembra  de caña y un excelente grado de germinación, son embriones que garantizan, con pérdidas mínimas, fabricar más azúcar en las próximas zafras.

Esta vez el país terminó marzo con 14 mil 858 hectáreas, poco más de 2 mil sobre igual periodo de la campaña anterior, aunque algunas provincias no lograron sus planes de la etapa.

Es, según los especialistas de Azcuba, el mayor saldo de los últimos 10 años (entre enero y marzo) lo cual demuestra el interés de los productores cañeros por variar la composición de las cepas y eliminar de los campos las áreas de pobres rendimientos.

Hay que subrayar que en las bajas zonas costeras, la humedad originó dificultades en la roturación y preparación de las tierras y, por lógica, retrasó el alistamiento, imprescindible para asegurar una productiva campaña.

Por una u otra razones solo Cienfuegos y Granma rebasaron el 100% del programa del trimestre al sacarle óptimo provecho a las favorables condiciones climáticas y a la estructura y exigencia que predominaron durante la siembra.

Por ese camino, aunque sin alcanzar a las punteras, despidieron a marzo provincias como Sancti Spíritus, Matanzas, Las Tunas y Santiago de Cuba, integrantes del pelotón líder, posiciones que quieren mantener. Ese grupo enriquece su nivel para sumarse a la porfía que mantienen Cienfuegos y Granma en pos absoluto de la vanguardia.

El atraso más agudo lo refleja este análisis en Guantánamo, Artemisa, Villa Clara y Camagüey. Constituye un verdadero reto para  estas dos últimas al enfrentar los compromisos de mayor cuantía influido por el exceso de humedad que en esos meses dejó la lluvia en los cañaverales de la franja norte de varios territorios.

Dada la potencia azucarera  de Villa Clara y Camagüey y lo que para ambas representa sanear los campos e incrementar las toneladas por hectárea, la siembra decide. Ambas tienen  compromisos en la producción azucarera decisivos para esta zafra, ahora en su momento cumbre.

Parejo a la siembra, ninguna empresa puede olvidar lo que significa en el futuro de las cepas llevar el cultivo tras el corte. O sea que todos los retoños reciban, sin demora, la fertilización y asistencia puntual.

Los colectivos de Guantánamo, Las Tunas, Matanzas, Granma y Camagüey están empeñados en proteger al máximo los campos recién cosechados y aplicarle los beneficios en su justo tiempo.

En Holguín, Sancti Spíritus, Ciego de Ávila y Cienfuegos priman las condiciones en recursos técnicos y humanos para transformar los bajos registros de hoy en el cultivo y pasar a un estadio superior.

Todo depende de la organización y calidad de las fuerzas que llevan adelante este proceso y el adecuado uso de los medios disponibles. Una buena siembra y el cultivo son el complemento ideal para sellar el rendimiento agrícola que debe alcanzarse gradualmente.

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El dijo:

1

6 de abril de 2014

14:42:05


La siembra de caña es algo necesario en la industria azucarera, a mi modesto criterio una actividad que se ha manejado mal a lo largo de los años en nuestro país, no es un secreto para ninguna persona en nuestros pueblo que la siembra de caña es la actividad mas seguida y chequeada en nuestra industria azucarera, a la par de la zafra, con la particularidad que la zafra se concentra en 4 meses y la siembra en los 12 meses del año, la prioridad con se mira la siembra y los niveles que se manejan siendo siempre insuficiente para la dirección aunque se siembre un 10 un 15 o un 20 o un 25%; esto hace mucho daño a la agro-industria ya que no existe maquinaria para hacer la zafra, la siembra y el cultivo al mismo tiempo, el mundo siembra el 50% del área anual que siembra Cuba y sin embargo duplican los rendimientos en T/ha con respecto a nosotros, esto se debe a que ellos dedican mucho mas tiempo y recursos a la labores de cultivo detrás del corte y siembran lo que realmente pueden atender, nosotros no, nosotros nos concentramos en la siembra y lo que sobra es para el cultivo, eso provoca el circulo vicioso en que nos encontramos, sembramos la misma cantidad de área que demolemos y en ocasiones demolemos mas que las que sembramos, sin contar todas las áreas que se mantienen en el balance con muy bajo rendimiento, prácticamente áreas que no se pueden cosechar, hasta que no permitamos que cada Unidad de producción de caña analice sus posibilidades reales en la disponibilidad de recursos para hacer la zafra, atender las áreas que tienen con caña y planificar una siembra según los hombres y equipos que quedan disponible, priorizando por su orden la zafra, atención al retoño y por ultimo la siembra seguiremos invirtiendo grandes cantidades de recursos y mano de obra en la siembra sin poder encontrar el balance que nos permita hacer buenas zafra, tener buenos rendimientos agrícolas y sembrare la caña que seamos capaces de atender sin dejar de atender una hectárea de caña. La estructura de dirección que existe hoy donde el grupo empresarial AZCUBA define a las empresas provinciales la cantidad de Hectáreas de siembra anual y estas a las unidades productoras solo sirve para quitarle el poquito de autonomía que debe tener una UBPC, CPC o CCS y que los presidentes de Unidades productoras y su junta de administración sean unos instrumentos para dirigir mal la producción de caña, esta es la verdadera historia de la Agroindustria azucarera Cubana. Saludos