
Este domingo en barrios, casas o cualquier círculo de amigos, los temas de conversación pasaban de las semifinales de la pelota cubana a la nueva Ley de Inversión Extranjera que acaba de aprobar la Asamblea Nacional del Poder Popular.
Del béisbol a los cubanos nos basta con que nos echen un medio, y del nuevo cuerpo legal, los que nos hace falta son justamente muchísimos de esos medios. Pero si el tópico legislativo se ha convertido en diarismo, ha sido también por la amplia participación del pueblo en el proceso de actualización del modelo económico que construimos en el país.
Por ejemplo, los usuarios de nuestro diario en la web (www.granma.cu), en su gran mayoría elogian la iniciativa aprobada en el Parlamento, mientras otros preguntan, como lo hicieron nuestros diputados en su sesión, sobre algunas aristas. Una de ellas es la posibilidad o no que tienen los cubanos residentes en el extranjero de participar.
Al respecto, la Ley no prohíbe a esa figura. El propio Rodrigo Malmierca, ministro de Comercio Exterior e Inversión Extranjera, al referirse al asunto en la Primera Sesión Extraordinaria de la Octava Legislatura de la Asamblea Nacional del Poder Popular, explicó que se tendrá a disposición de los inversionistas una cartera de oportunidades, que por supuesto pasa por las prioridades y necesidades del país. Cualquiera sea el origen del inversor, se evaluaría el prestigio de su entidad, posicionamiento internacional, ventajas del proyecto, en fin características que no tienen que ver con su procedencia.
La Ley contempla el derecho de selección de los proyectos que se presenten, y como fuente de desarrollo del país, toda iniciativa que vaya en su contra y del destino de ese desarrollo, que es el pueblo, pues no sería elegible. A propósito, Malmierca expresó que sobre los cubanoamericanos pesa una limitación que no describe la Ley, sino las propias leyes del país donde viven, que no permite por la genocida política del Bloqueo económico, comercial y financiero de más de 50 años contra Cuba, ninguna relación contractual con la Mayor de las Antillas.
También los lectores se refieren a si los cubanos pudieran intervenir en esta modalidad. Lo aprobado reconoce la figura del inversionista nacional, como la persona jurídica de nacionalidad cubana, con domicilio en el territorio nacional, que participa como accionista en una empresa mixta, o sea parte en un contrato de asociación económica internacional. Las cooperativas, como personas jurídicas, también pueden ser inversionistas nacionales en un emprendimiento con capital extranjero.
Como se trata de una Ley de un Estado, cuyo Parlamento también aprobó que su socialismo es irreversible, pues los medios fundamentales de producción son de propiedad social, o lo que es lo mismo, somos los dueños o codueños en caso de una participación extranjera, por lo cual, como explicó el vicepresidente del Consejo de Ministros, Marino Murillo Jorge, en la propia sesión extraordinaria, el Estado estaría presente, como lo establece la nueva Ley, lo cual se relaciona con el Lineamiento 3 de la Política Económica y Social del Partido y la Revolución, que expresa que en las formas de gestión no estatales no se permitirá la concentración de la propiedad en personas jurídicas o naturales. De esa manera se regula esa no concentración.
Sobre la importancia de lo legislado vale subrayar las ramas priorizadas para el inicio de este nuevo sistema de inversión extranjera en el país, entre las cuales se citan la agrícola y forestal, las industrias de energía y minas y la alimentaria, así como la azucarera, sideromecánica, la electrónica, entre otras. También en un lugar cimero para este arranque se ha situado el comercio mayorista. Muchas de estas esferas están relacionadas con los problemas estructurales de nuestra economía y con la sustitución de importaciones.
Para ilustrar uno de esos problemas, bastaría el de la generación de energía, la cual está sobre la matriz de la importación de petróleo, pues el 96 % de esa generación es a partir de combustible fósil, a un costo muy alto, entre 20 y 22 centavos de dólar por kW. Las Fuentes Renovables de Energía (FRE) permiten obtener el mismo kW a 12 centavos. Sin embargo, el costo de su instalación es muy alto, de manera que un proyecto inversionista de los contemplados en la Ley, que sea capaz de generar por debajo de los 22 centavos, pues sería un ahorro para el país desde su comienzo.
De tal manera, como expresara Murillo Jorge, la Ley de Inversión Extranjera hay que verla como una necesidad para el desarrollo, previsto en el Lineamiento 96: Continuar propiciando la participación del capital extranjero, como complemento del esfuerzo inversionista nacional, en aquellas actividades que sean del interés del país, en correspondencia con las proyecciones de desarrollo económico y social a corto, mediano y largo plazos.
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Jorge Luis dijo:
1
31 de marzo de 2014
06:39:27
Jose Pablo dijo:
2
31 de marzo de 2014
09:08:07
Jorge Luis. dijo:
3
31 de marzo de 2014
10:23:59
alber dijo:
4
31 de marzo de 2014
14:34:10
rsgo54 dijo:
5
31 de marzo de 2014
15:08:32
jorge oscar usoz dijo:
6
31 de marzo de 2014
15:55:46
Dr ing Bachar Ajib dijo:
7
31 de marzo de 2014
17:17:42
ruben lara dijo:
8
1 de abril de 2014
11:26:40
Guillermo Martínez dijo:
9
1 de abril de 2014
15:31:50
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