La travesía del nuevo sitio del Yate

La cara nueva de Granma es fruto de un trabajo paciente, de muchas e intensas jornadas que desde el 15 de octubre del pasado año, emprendieron un grupo de jóvenes programadores y diseñadores, de conjunto con el equipo de la Redacción Web y de Informática, del diario.
Cada miércoles fueron chequeados los acuerdos de un cronograma, que no exento de algunas dificultades, fue cumpliéndose con exigencia y responsabilidad. Primero fue debatir el diseño, mostrárselo al Consejo de Dirección y a los periodistas., encuentros que fueron decisivos para el éxito que hoy mostramos, pues de esos debates salieron nuevas ideas y se perfeccionó el trabajo de mesa que venía desarrollándose.
Tras la aprobación del diseño vino entonces un arduo trabajo de maquetación para cubrir las demandas de lo diseñado y aprobado y casi de forma paralela comenzó toda la labor de programación en aras de alcanzar el dinamismo que nos propusimos tuviera el nuevo Granma en la web.
Las tareas en los nuevos servidores fue otro trabajo seguido muy de cerca por el Consejo de Dirección para alcanzar las mejores prestaciones y tener en cuenta que una plataforma como esta debe traer mucho más tráfico que la anterior.
Tres elementos fueron clave para que el sitio saliera en apenas cinco meses. Participación: todo el que tuvo una idea fue escuchado y sometida o valorada; Responsabilidad: varios fueron los roles, nuevos todos, asumido por lo que pensábamos era un modesto equipo en la web, pero que se enfrentó por primera vez a un proyecto de este tipo y no dieron ni medio paso atrás esas mujeres, pues ella son mayoría en esa área de trabajo. Y por último: Todos se enamoraron del proyecto: no hubo un día en que no se hablará en un pasillo, un consejo de redacción, en faceboock o por teléfono de la web que se estaba construyendo.
Por eso, cuando en la tarde de ayer se vio Granma.cu en los navegadores, el júbilo en la redacción era total. Con el brillo en los ojos, ese que delata la alegría y las emociones, cada uno exclamaba: ¡ya se ve! ¡salió! Las llamadas telefónicas y los mensajes de correo, comenzaron también a anunciar la nueva buena y las felicitaciones a nuestro colectivo.
Y ahora. Bueno, ahora a trabajar más duro.