Luego de leer el informe central al IX Congreso y los dictámenes de las tres comisiones de trabajo que sesionaron en la jornada anterior, las delegadas debaten y socializan las recomendaciones y líneas estratégicas a seguir en los próximos años.

La igualdad de derechos, el funcionamiento integral de la organización y la defensa de los valores centran las discusiones. En ese sentido, coincidieron en que se necesitan poner en práctica nuevas formas de motivación para atraer a las jóvenes generaciones y alcanzar mayor estabilidad en los cargos directivos.

Solanch Sanz, invitada al cónclave, comentó que la FMC requiere un discurso que la acerque más a sus miembros, "necesitamos más sistematicidad y coherencia en el trabajo, aprovechar los espacios que convergen con otras instituciones. Eso nos permitirá arribar victoriosas, como dice nuestro lema, a las tareas que nos propongamos".

Por su parte, la usufructuaria Odalys González, de Pinar del Río, se refirió a la importancia de predicar con el ejemplo, sobre todo en ese sector tan importante para la economía del país. Añadió que la mujer cubana, en cualquiera que sea su radio de acción, puede realizar las mismas labores de los hombres con la misma eficiencia.

"Es un trabajo difícil, pero podemos realizarlo. Además, nos aporta recursos a la economía familiar y la satisfacción de que somos útiles", dijo.Asimismo Yanset Cruz, de Mariel, compartió con lo presentes su experiencia como dirigente de base y trabajadora en el sector de la construcción. El tiempo que tengo con las federadas lo utilizo al máximo para inculcarles el amor por la organización y la Revolución, que es el mayor compromiso de todas, afirmó.Otras intervenciones se refirieron a la labor de prevención y atención social que realiza la FMC. En ese sentido se llamó la atención sobre el favorable vínculo que se logra entre los trabajadoras sociales, la Federación y la comunidad.
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