ÓRGANO OFICIAL DEL COMITÉ CENTRAL DEL PARTIDO COMUNISTA DE CUBA
Foto: / Foto del autor

MATANZAS.— Aunque conserva el espíritu y el vigor de su juventud, y continúa siendo alegre y locuaz, ya Florita no es la muchacha hermosa con quien soñaban muchos jóvenes del barrio.

No vive lamentándose porque su tiempo se lo ha dedicado a causas muy nobles. Eso sí, la reconforta saber que ha contribuido humildemente a la sociedad en su condición de maestra y federada.

Desde muy joven Florita se sensibilizó con el trabajo de la Federación de Mujeres Cubanas (FMC). Siempre se le ve ocupada en asuntos de la organización y de cómo ayudar en el ámbito de la comunidad.

Yo soy educadora por vocación y amor, pero desde muy pequeña me enseñaron a querer a la Federación, primero mi madre, luego otras mujeres, sostiene Flora Lourdes Hodelín, una mujer cordial y de voluntad re-suelta.

Cuando no tenía más de 20 años de edad ya disponía de experiencias como maestra de primaria y había cumplido misión internacionalista en Nicaragua, país donde comprendió mejor que la Revolución Cubana es una obra humana y justa, especialmente para suerte de la mujer.

Florita se desempeñó por espacio de 25 años en la dirección de la FMC en el municipio cabecera y la provincia, donde ocupó diversas responsabilidades. De su prolongada estancia como dirigente en la organización saca múltiples experiencias.

"La Federación ha sido una escuela, te prepara para la vida y te permite crecer como persona. Una termina por entender el valor de poder orientar y lograr inclusive la dicha de ayudar a cambiar a no pocas personas. Y eso para nosotras no es una salida de compromiso, es sobre todo un deber. No siempre se conoce todo lo que podemos conseguir desde aquí".

A propósito, ¿cuáles consideras los mayores retos de la FMC para mejorarse a sí misma como organización y para ayudar a mantener en pie a la Revolución?

"Uno de los primeros desafíos es lograr un mejor funcionamiento de las estructuras de base, es decir, en la delegación y el bloque. Es preciso aplicar de manera consecuente nuevos métodos y estilos de trabajo lo cual nos permitiría acercarnos a las más jóvenes generaciones, pues si bien la organización mantiene sus objetivos y principios fundacionales, debe estar a tono con lo nuevo".

"La FMC debe hacerse notar más, todavía falta trabajo hacia adentro, persona a persona, buscar mecanismos para atraer; escuchar, motivar. No solo se trata de representar a las mujeres, hace falta parecerse a ellas, conocer sus problemas y aspiraciones, caminar juntas. El mayor reto es participar más activamente en el perfeccionamiento de la sociedad, y de manera muy concreta en el enfrentamiento a las indisciplinas sociales y a nuestras propias deficiencias".

Florita se muestra contenta y se complace con la idea de ser una de las matanceras invitadas al Congreso de la FMC. Es una mujer que suscita afecto, al tiempo que es disciplinada y estricta. Mientras conversamos resulta perceptible el ajetreo en la sede provincial de la organización de cara a la magna cita. La última pregunta no la sorprendió.

"Se ha repetido infinidad de veces pero pienso que Vilma es un paradigma de la mujer íntegra, revolucionaria y cabal, que representó como ninguna los mejores valores de la mujer cubana. Compartí con ella en varias ocasiones y te reclutaba para la tarea sin saber cómo, porque te lo decía con dulzura y modestia. Su ejemplo será imperecedero".

COMENTAR
  • Mostrar respeto a los criterios en sus comentarios.

  • No ofender, ni usar frases vulgares y/o palabras obscenas.

  • Nos reservaremos el derecho de moderar aquellos comentarios que no cumplan con las reglas de uso.