Eracia, más de medio siglo como dirigente de base de la FMC

PURIALES DE CAUJERÍ, Guantánamo.— En Martínez, un barrio al noroeste de este poblado montañoso del municipio de San Antonio del Sur, vive Eracia Navarro Reyes, abnegada mujer campesina con más de media centuria como dirigente de base de la Federación de Mujeres Cubanas (FMC).

Conversadora, risueña, humilde, Eracia precisa que fue en 1963, hace 51 años, cuando por primera vez ocupó una responsabilidad en la base. "Solo tenía 15 años y desde entonces, ininterrumpidamente, y con pasión y orgullo, desempeño cargos en el bloque o la delegación, que es donde hoy están las mayores dificultades de la organización", argumenta.

—¿Algún secreto para mantenerse por tanto tiempo dirigiendo?

—Yo no tengo ninguno. Los años me han enseñado que para ser una buena dirigente de la FMC es básico que guste el trabajo con la mujer; sentirse atraída, útil y motivada por lo que se hace; y predicar con el ejemplo personal.

"A mí me apasiona trabajar con la mujer. Ahora soy secretaria general del bloque de Martínez, uno de los de mejor desempeño en el municipio. Lo integran dos delegaciones y 74 compañeras".

—¿Qué ha representado para ti la FMC?

—Prácticamente todo. A ella le agradezco mi instrucción en la Escuela de Corte y Costura Ana Betancourt, de Tarará, a inicios de la Revolución; mi preparación integral como mujer y mi modesto aporte a la formación de las nuevas generaciones y mi familia.

—En unos días (7 y 8 de marzo) serán las sesiones finales del IX Congreso de la organización, ¿cómo llega su bloque a este momento magno?

—Arriba con un trabajo estable en su funcionamiento, con una afiliación del ciento por ciento de las mujeres, con el ejecutivo y sus reservas completo y los primeros resultados en la ardua batalla contra el delito, las indisciplinas sociales y las ilegalidades, la cual libramos en conjunto con otras fuerzas.

—¿Qué esperas del Congreso?

—Que la organización salga fortalecida, lo mismo que el papel de la mujer en la batalla económica que libra nuestro país, en la cual las campesinas seguiremos en la vanguardia.