GUANTÁNAMO.— Ocho años estuvo este colectivo sin poder cumplir el plan de madera aserrada, su actividad primordial. Argumentos hubo bastantes: déficit o rotura de camiones y otros equipos destinados a la extracción de madera, limitaciones con el combustible, afectaciones por lluvia, mal estado de los caminos, averías en los dos aserraderos y falta de hojas de sierras y otros insumos en esas industrias de procesamiento.
Pero el tiempo, revelador implacable, ha demostrado (sin dejar de tener en cuenta los mencionados problemas) que la causa principal de los pobres resultados estribó en la organización del trabajo.
Hace apenas un año, en febrero pasado, se cambió la máxima dirección de la empresa y desde entonces acá, con los mismos recursos, la transformación del colectivo es significativa, tal y como lo corroboran los 3 mil 536 m³ de madera aserrada con que concluyó el 2013 (133 sobre lo planificado y 1 336 más que en el año precedente).
En ese periodo los trabajadores también excedieron su meta de elaboración de carbón para el mercado externo, de módulos de envases y traviesas con destino al programa ferroviario. Además, cumplieron la producción mercantil, las ventas, y alcanzaron utilidades por más de medio millón de pesos. En todos los meses, con la excepción de diciembre, sus integrantes recibieron estímulo en divisa.
"La experiencia seguida fue la de ubicar a los mejores cuadros al frente de las actividades productivas, comenzando por la extracción de madera. A la vez pusimos rodilla en tierra para recuperar el transporte de carga, lo que nos llevó a realizar gestiones en casi todo el país", cuenta Eduardo Zorrilla Romero, el nuevo director.
"El esfuerzo no fue en vano pues en apenas cuatro meses pusimos de alta a cinco camiones Kraz, incluyendo los dos que malamente funcionaban. En el éxito de esta vital tarea fue importante designar un comprador en la Unidad de Transporte.
"Asimismo, rescatamos un tractor Komatsu empleado en la reparación de los caminos (hacía cuatro años no funcionaba) y le dimos vitalidad al aserrío de Cayo Güin, que por rotura de equipos tecnológicos, falta de algunos agregados y afectaciones en la cubierta prácticamente no trabajó en los últimos años", argumenta.
Licenciado en Mecanización de la Producción Agropecuaria, Zorrilla evalúa como un elemento crucial en los resultados el impulso a la extracción y el procesamiento industrial de la madera en los meses menos lluviosos, que en Baracoa son julio y agosto. "Solo en ese periodo aserramos 1 000 m³", sentencia para informar seguidamente que como parte del restablecimiento del bosque también plantaron 220 hectáreas, esencialmente con conífera (pinus cubensis), además de majagua y ocuje.
Para esa actividad la EFI Baracoa dispone de dos unidades silvícolas, las que en no pocas ocasiones son apoyadas por los trabajadores del vivero, donde se desarrollan actualmente unas 300 mil posturas, 100 mil de las cuales, según Zorrilla, se destinarán a reforestar áreas que fueron de aprovechamiento minero en Moa, y otras 30 mil para el fomento del pino en el municipio de Maisí. "En nuestras naves ya disponemos de las semillas de coníferas suficientes para garantizar las siembras del 2015", sostuvo el director.
SE PUEDE PRODUCIR MÁS
Esta empresa forestal cuenta con tres brigadas dedicadas a la extracción de madera, las cuales laboran actualmente en La Cuaba, Cayo Güin y Palma Clara. Granma intercambió con integrantes de la agrupación que trabaja en este último sitio, mientras se enfrascaban en la extracción de pino, especie predominante en los bosques de esa zona.
"Extraer madera es una tarea dura y riesgosa, por eso exige esfuerzo y arrojo. Estamos contentos por los avances que se logran, pero se puede hacer mucho más si el transporte fuese más eficiente. No pocas veces llegamos tarde al área de extracción y se desaprovecha la jornada", expone el operador de motosierra Erodis Durán Domínguez.
"Todavía son considerables las afectaciones por falta de combustible para el transporte de acopio y los medios de extracción como el tractor TT4. Esos equipos sobrepasan la década de explotación y se rompen con frecuencia, pero seguimos produciendo con ellos", expone por su parte Ramón Paján Machado, quien lleva 22 años como jefe de brigada.
Agrega que su colectivo puede sacar del bosque unos 600 m³ de madera al mes, pero por las causas expuestas solo llega a 450, entre bolos y bolillos.
A pesar de esas y otras limitaciones, como la carencia de neumáticos especiales para los camiones Kraz, la EFI Baracoa inició el 2014 con mejor pie, al aserrar 216 m³ en enero, de 200 previstos, y producir 41 toneladas de carbón para la exportación, de 19 planificadas.
Esta empresa, la de mayor potencial productivo entre las tres de su tipo existentes en la provincia, se enfrasca también en la reparación capital del aserradero del Toa, la cual incluye el mejoramiento tecnológico y la construcción de un muro para la contención del aserrín, parte del cual durante años se incorporó al cauce del más caudaloso de los ríos cubanos, convirtiéndose en fuente contaminante.
La madera producida por la EFI Baracoa —comercializa sus renglones con el nombre de Simalco— se destina al balance nacional y se aprovecha por la industria del mueble, el programa de construcción de viviendas, comunales y otros usuarios.

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