El ingenio empírico de Alfredo

BARACOA, Guantánamo.— Trabajadores y directivos de la Unidad Empresarial de Base número 4, perteneciente a la Empresa Constructora Integral de esta provincia, tienen en alta estima el desempeño del electricista y mecánico automotor Alfredo de Dios Lambert.
Este hombre de mediana estatura e inteligencia natural ostenta el mérito de haber recuperado para su colectivo una retroexcavadora JBC y una hormigonera autocargable, equipos que durante largo tiempo estuvieron inutilizados en la provincia tras haber colapsado sus motores.
Dios Lambert, en apenas unos días de trabajo intenso, logró adaptar motores Mitsubishi a ambos medios, en sustitución de los Perkins originales. Como re-sultado esos aparatos aportan un significativo impulso a las obras constructivas en Baracoa y mensualmente generan a su colectivo miles de pesos en valores.
No pocos mecánicos y entendidos en la materia afirmaban que en la retroexcavadora no era posible la adaptación, al no entrar el nuevo motor en el espacio que ocupaba el Perkins, relata con sencillez Alfredo, y agrega: "Entonces realicé las mediciones con calma y me di cuenta que el cambio era viable. Lo más complicado fue lograr el acople del motor Mitsubishi con el sistema hidráulico de la retroexcavadora, por la precisión que exigía el trabajo y la necesidad de fabricar algunos componentes de ajuste, como platinas (empleé seis de diferentes medidas), un entredós con su sello y un niple de encaje del eje de mando con el volante".
La concretera, de 3 m³ de capacidad, está próxima a cumplir un año de trabajo y prácticamente no existe una tarea de fundición en Baracoa donde ella no esté presente. Ahora se emplea en el hormigonado del vial de acceso al tanque apoyado del acueducto de la ciudad, atestigua Luis Mario Galano Rodríguez, mecanizador en la UEB.
Antes de la recuperación de ese último equipo nuestro colectivo solo disponía de mezcladoras para un saco de cemento, las cuales son inapropiadas para fundiciones exigentes, retoma la palabra Alfredo, quien atesora la virtud de haber aprendido empíricamente sus oficios de mecánico y electricista, en los que goza del reconocimiento de sus compañeros de trabajo y de los dirigentes del sector de la construcción en el municipio y la provincia.