MATANZAS.— Las niñas Magelis, Lázara y Maibelis, nacidas de un parto triple en el hospital materno infantil Julio Rafael Alfonso Medina, en la cabecera provincial, ya alcanzaron un peso adecuado y en estos momentos gozan de buena salud.
El doctor Gerardo Robaina Castellanos, jefe de los servicios de Neonatología, dijo que el alumbramiento tuvo lugar el 30 de noviembre del año pasado, un parto pretérmino en el que las tres recién nacidas registraron un muy bajo peso, inferior a 1 500 gramos en todos los casos.
Sostuvo que ello determinó de inmediato el apoyo vital en la sala de cuidados neonatológicos especiales. "Tras varias semanas de atenciones diversas y de mucho desvelo por parte del equipo médico y de enfermería, las pequeñinas se encuentran junto a su madre y están en pleno periodo para completar su etapa de recuperación intensiva."
Significó Robaina Castellanos que ya las niñas exceden los 2 500 gramos de peso y que de mantener una evolución favorable, en una o dos semanas estarán de alta médica. Eso sí, precisó que estos inusuales partos múltiples tienen seguimiento posteriormente en la consulta de neurodesarrollo.
Abundó que durante el año 2013 el hospital cuantificó más de 20 partos múltiples, dos de ellos trillizos, todos puestos a buen término por los profesionales de esa institución, básicamente por el servicio de Neonatología.
Estamos infinitamente agradecidos por los cuidados y el trato recibidos, tanto por el personal médico y paramédico, como por el de servicios, expresó, por su parte, Marbelis Domínguez Cabrales, la madre de las criaturas, una joven de 26 años de edad natural del poblado Guareira, en el municipio de Colón, quien asegura haber estado a la vista de médicos y especialistas desde su periodo de gestación.
"En estos momentos mi familia y yo estamos muy felices, pero fue un parto difícil y las niñas nacieron muy inmaduras. Los médicos, enfermeras y demás especialistas tuvieron que batallar muy duro para mantenerlas con vida, hicieron todo lo posible y estuvieron siempre pendientes. La atención ha sido maravillosa. Por lo visto, no se han escatimado recursos. Ahora sabemos mejor que algo así solo es posible gracias a la Revolución y a nuestro sistema de salud".
También muy contenta y aturdida por las chiquilladas de sus tres nietas, está María del Pilar Monzón, la abuela paterna. "A la madre no la dejan dormir, son muy glotonas y al parecer, se ponen de acuerdo para exigir atención al mismo tiempo. Ahora que ya están fuera de peligro una no sabe si llorar o reírse. Esto es algo incomparable, como una bendición de la que nos alegramos mucho en familia".
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