Está probado, en estos años de Revolución, que no hay desafío o tarea de beneficio común, por descomunal que parezca, que no cuente siempre, en su concreción, con el respaldo y la activa participación de las instituciones y del pueblo, una vez convocados.
Así ha ocurrido en esta situación adversa, para acometer, en cuadro apretado, la encomienda de realizar la intervención sanitaria con la vacuna Abdala, un paso decisivo en el afán de poner en retroceso la incidencia de la COVID-19.
Ni en los exigentes preparativos, ni en la propia ejecución del proceso de inmunización se ha dejado solo al personal de la Salud: suman cientos los organismos, empresas, universidades y cooperativas que han contribuido, de una u otra manera, a asegurar el éxito de una tarea de carácter estratégico para el país.
En el seno de los barrios y comunidades, donde se ubican los sitios vacunatorios, tampoco ha faltado la presencia de cederistas, federadas, combatientes de la Revolución Cubana, activistas sociales y artistas, atentos a cada detalle que coadyuve a generar en esos lugares un ambiente distendido y seguro.
CONTAGIOSO Y EFECTIVO RESPALDO DE PUEBLO
El matancero Eloy Évora Escobar conservará como una experiencia inolvidable la oportunidad de haber participado en su provincia, de forma modesta, en la intervención sanitaria con Abdala.
«Siento que mi trabajo es útil, algo que agradecen los profesionales de la Salud», reconoce el técnico de Transporte
de la Empresa Provincial de Mantenimiento y Construcción, entidad que apadrina el consultorio No. 22, en el policlínico José Jacinto Milanés, del municipio cabecera provincial.
Dice que este breve tiempo le ha producido tanta satisfacción como cuando cumplió misión internacionalista en Angola: «Asumir una tarea así, de tanto valor para mi país y el bienestar de la gente, es un gran privilegio».
Elvis García, jefe del área de Transporte en la propia empresa, agrega que el apoyo al consultorio comprendió, además, acciones de carpintería, iluminación y pintura del local. «Hicimos el mayor esfuerzo para que el vacunatorio quedara lo más bonito posible».
En ese gesto masivo de hermandad sobresale el de la cooperativa no agropecuaria de servicios de andamios y cofres (Sancof), la cual apadrina cuatro vacunatorios en el consejo popular de Ceiba Mocha y otro en Paso del Medio, en el municipio de Matanzas.
«Nos sentimos honrados de ayudar, en estas circunstancias, al país y a la provincia en particular», expresó Gabriel Torres Rodríguez, comunicador de la cooperativa constructora.
Refiere que integrantes de Sancof garantizan el traslado de la vacuna y de otros insumos, los movimientos del equipo médico, la alimentación y, en medio del último rebrote, aseguró el trasiego de test rápidos y pruebas de pcr hacia esa zona del municipio.
El apadrinamiento incluyó, además, trabajos de rehabilitación en la escuela secundaria básica Juan Manuel Quijano, de Ceiba Mocha, sede de dos de los vacunatorios, una actitud que se repite en varios sitios de la tierra yumurina.
«Estamos muy agradecidos», manifestó Yanetsi Martínez Donatién, subdirectora de Asistencia Médica en el área de Salud.
UN ESLABÓN IMPRESCINDIBLE DE LA CADENA
Entre los laboratorios (donde se investigan, desarrollan y producen las vacunas) y el brazo de los pacientes agradecidos, existe un eslabón de la gigantesca cadena que resulta vital: la Empresa Comercializadora y Distribuidora de Medicamentos (Emcomed), en tanto operador logístico del grupo empresarial BioCubaFarma.
Orgulloso de formar parte de esa entidad, que acoge a los creadores de los inmunógenos, el colectivo de Emcomed, con representación en todo el país, siente que con su aporte contribuye también a acercar el fin de la temible pandemia.
Regla Hernández Rivero, directora de la unidad empresarial Mayorista de Medicamentos de Camagüey, informó que sus trabajadores son los encargados, en estos momentos, de recibir, almacenar y distribuir la vacuna Abdala en las nueve áreas de Salud de la ciudad cabecera provincial.
«A partir de la primera experiencia que tuvimos, cuando se efectuó la vacunación del personal de la Salud y de otros sectores vulnerables, tan pronto llega el camión desde la capital del país, no importa la hora que sea, se procede de inmediato a su descarga y traslado, según transcurra el proceso de intervención sanitaria».
La especialista Yizel Hernández López ratifica que siempre se ha cumplido con los protocolos, con los procedimientos de la cadena de frío y con las buenas prácticas.
Así lo confirma el monitoreo de que es objeto la entidad por parte del Centro para el Control Estatal de Medicamentos, Equipos y Dispositivos Médicos (Cecmed), que además de aprobar la licencia de operación farmacéutica, realiza supervisiones y controles sistemáticos en toda la traza del producto.
«Puedo asegurar –afirma– que todas las entregas han sido exitosas, gracias a las competencias profesionales de nuestros expedidores, técnicos de calidad y transportistas, quienes tienen bien claro lo que significa proteger a Abdala, a través de su correcta manipulación y sin violar ningún proceder».
A ello ha contribuido, desde el ejemplo, Yusiel Calzado Ortega: «En momentos tan difíciles, nuestra respuesta está en actuar con rapidez, pero con calidad, para que la vacuna llegue a las instituciones sanitarias y sea administrada al pueblo, que la espera con esperanza para salir de la pandemia».
Ese ha sido igualmente el sentir de los 140 trabajadores de la unidad empresarial mayorista de medicamentos de Camagüey, quienes han contribuido a tan sensible empeño.
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