El procesamiento de pruebas PCR (Reacción en Cadena de la Polimerasa) en el país, para la detección del SARS-CoV-2, se ha incrementado mes por mes, desde el comienzo de la pandemia en Cuba, no obstante los obstáculos del bloqueo económico y las dificultades financieras que afronta la Isla, destacó, en conferencia de prensa, el doctor Francisco Durán García, director nacional de Epidemiología del Ministerio de Salud Pública (Minsap).
Desde marzo de 2020 hasta el cierre del 29 de mayo de 2021 el país acumula 4 306 457 muestras procesadas en los laboratorios de Biología Molecular para el diagnóstico de la COVID-19.
Alcanzar el primer millón de PCR procesados demoró ocho meses (de marzo a noviembre de 2020); sin embargo, los dos millones se lograron 52 días después, el 6 de febrero de 2021, en tanto que el 31 de marzo se llegó a los tres millones y el 16 de mayo último se contabilizaron los cuatro millones de PCR; lo cual demuestra el incremento constante de la realización en el país de este tipo de diagnóstico, avalado por la Organización Mundial de la Salud como el más efectivo para detectar la presencia real del SARS-CoV-2 en el organismo humano.
Ilustró el directivo del Minsap –a través de un gráfico que muestra la cantidad de muestras analizadas desde marzo de 2020 hasta la actualidad– cuánto ha crecido la cifra de PCR mes tras mes. En marzo de 2020 se realizaron 2 766 pruebas, mientras que en abril se sobrepasaron las 40 000 muestras, para agosto se procesaron más de 100 000, en diciembre 300 000, y en los dos últimos meses (abril y mayo), la cantidad es superior a 600 000 por cada mes.
El incremento de las pruebas PCR resulta –al decir del doctor Durán García– un indicador imprescindible para medir la incidencia real de la enfermedad en el territorio, más aún en el contexto actual del tercer rebrote que vive la nación desde finales de 2020, en el cual la transmisión de la epidemia se ha incrementado considerablemente a cifras superiores a los 1 000 casos por día.
Asimismo, el Director Nacional de Epidemiología del Minsap destacó como un elemento importante para el incremento de las muestras analizadas, la presencia de los 27 laboratorios de Biología Molecular, distribuidos en todas las provincias de la nación.
Cuando se detectaron los primeros casos con la pandemia en la Isla, el 11 de marzo de 2020, la Mayor de las Antillas solo contaba con el Laboratorio Nacional de Referencia de Virología del Instituto de Medicina Tropical Pedro Kourí (IPK). A los pocos días se le sumaron otros tres en La Habana, Villa Clara y Santiago de Cuba, para una capacidad aproximada de mil muestras diarias para todo el país.
Un año y dos meses después se procesan más de 20 000 muestras diarias y todas las provincias del territorio nacional cuentan con sus respectivos laboratorios. La Habana posee 11 instalaciones destinadas al procesamiento de PCR, Mayabaque dos y el resto de las demarcaciones, incluyendo el Municipio Especial Isla de la Juventud, una cada una.
Destacó el doctor Durán el esfuerzo extraordinario del país para alcanzar estos logros, en medio del cruel bloqueo económico, financiero y comercial impuesto por Estados Unidos contra Cuba y arreciado durante la pandemia, que dificulta y encarece, aún más, la adquisición de la tecnología y los insumos necesarios para poner en marcha los laboratorios y procesar las pruebas PCR.
De acuerdo con fuentes médicas especializadas, la PCR es una prueba de diagnóstico que permite detectar un fragmento del material genético de un patógeno. En la pandemia de la COVID-19, específicamente, se está utilizando para determinar si una persona está infectada o no con el coronavirus SARS-CoV-2, causante de la enfermedad.
En nuestro país, la prueba PCR se realiza por indicación médica y por determinados motivos relacionados con el control de la pandemia. Al ser un procedimiento muy costoso para el sistema de Salud, solo se procede a la toma de muestra y su posterior análisis por expresas razones, entre ellas:
- contactos de casos positivos;
- contactos de casos sospechosos;
- personas diagnosticadas con la enfermedad, en su evolución, hasta que el resultado sea negativo y reciba el alta clínica en el domicilio;
- viajeros, al arribar al aeropuerto y al sexto día de estancia en el centro de aislamiento;
- estudios en una determinada área en la cual ha existido transmisión, o donde el comportamiento social es de alto riesgo epidemiológico;
- personas con cuadros respiratorios agudos u otros síntomas propios del virus,
- y fallecidos por una enfermedad respiratoria.
COMENTAR
Responder comentario